Fotodoc

El fotoperiodista Manu Brabo diserta en La Línea sobre derechos humanos

  • El ganador de un Premio Pulitzer tiene una larga trayectoria cubriendo numerosos conflictos sociales

Manu Brabo, durante su conferencia en La Línea.

Manu Brabo, durante su conferencia en La Línea. / Andrés Carrasco

El fotoperiodista Manu Brabo, ganador del premio Pulitzer en 2013, impartió este jueves en el Palacio de Congresos de La Línea una conferencia sobre derechos humanos en el marco del proyecto Fotodoc, cita que se celebra por primera vez en la ciudad organizada por Cooperación Alternativa y el fotoperiodista Andrés Carrasco.

Manuel Varela de Seijas Brabo, Manu Brabo, cuenta con una larga y destacada trayectoria como fotógrafo de prensa en numerosos conflictos sociales, desde desastres naturales a guerras en numerosos lugares del mundo, en países como Honduras, El Salvador, Haití, Bolivia, Kosovo, Libia, Egipto, Siria o Ucrania.

Ha trabajando para ONG y agencias de prensa y medios internacionales, un trabajo que, entre otros muchos reconocimientos, le valió el Premio Pulitzer en 2013 junto con otros colaboradores de Associated Press, en la categoría de noticias de última hora por su cobertura de la guerra civil siria. Los últimos años ha seguido de cerca el conflicto de Ucrania, donde pasó prácticamente la mitad de 2022 y todo el mes de diciembre de 2023 y parte de enero de este año, en la última de sus numerosas estancias en el país, al que regresará este mismo mes de abril.

En una entrevista con EFE, Manu Brabo relata que "el acceso a las cosas sensibles nunca ha sido fácil" ni en Ucrania ni en ningún escenario bélico, pero llegar a ellas "es una de las cualidades de un buen periodista". Si el acceso es fácil, desconfía: "si hay algo sensible a lo que te dejen pasar, seguramente estás colaborando en algún tipo de propaganda".

Otro de los grandes retos en su trabajo es superar la "censura o autocensura, que depende mucho del medio y su línea editorial" sobre imágenes demasiado crudas. Hay ocasiones, cuenta, en las que "se tiende a dulcificar el conflicto". "Tampoco digo que tengamos que abrir los periódicos con fotos de vísceras en portada, ni desagradar al lector, pero sí darle a veces un bofetón de realidad". Porque, añade, "hay determinadas imágenes que no puedes contar una guerra sin ellas, como un bombardeo de un hospital en Alepo (Siria), por poner un ejemplo; lo que te encuentras es un puto drama y lo que sale es un puto drama. Y no se puede hacer con menos sangre ni menos niños mutilados", sentencia Brabo.

Son imágenes y situaciones duras y mucha gente con la que empatizar: "La mochila se va llenando, no es gratis. Supongo que algún día tendremos que hablar en serio sobre la salud mental de las personas que estamos trabajando allí", comenta el fotógrafo.

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