Incidente

Un pintor retira una exposición en La Línea tras ser amenazado con romperle sus cuadros de patrulleras y planeadoras

  • Un grupo de ocho personas exigió la retirada de los lienzos porque daban "mala fama a La Atunara"

  • Los 38 obras recogían aspectos muy diferentes de la vida de la barriada

El cuadro con la lancha cargada de tabaco objeto en la exposición

El cuadro con la lancha cargada de tabaco objeto en la exposición

La presión ejercida por un grupo de más de media docena de desalmados, que amenazaba con romper dos de las 38 obras, forzó este jueves la retirada de la exposición pictórica sobre la barriada linense de La Atunara que desde el lunes podía visitarse en el Centro de Participación Activa, sita en la calle Santa María, en el Paseo Marítimo de Levante, frente al desaparecido restaurante La Marina. Una patrullera de la Guardia Civil y una lancha que trasporta tabaco aparecían en los dos lienzos en los que se ampararon los asaltantes para expresar sus quejas.

El autor, Jesús Mata, vecino de la barriada, reflejaba en la exposición diferentes aspectos de la vida cotidiana de la zona, desde la salida del Cristo del Mar o de la Virgen del Carmen en procesión, la recogida de los barcos con la ayuda de los tornos y también la menos agradable, la relacionada con el tráfico de tabaco.

El jueves por la mañana un colectivo de siete u ocho hombres, cuya identidad no ha trascendido, accedió al centro -titularidad de la Junta de Andalucía- y exigió a la conserje del mismo que fuesen retiradas las pinturas en las que se veían una patrullera de la Guardia Civil y otra con una lancha cargada de tabaco. El argumento es que ambas daban “mala fama” al barrio.

Los intrusos, en medio de fuertes voces, según narran los presentes, amenazaron con descolgar y romper las obras si no eran retiradas. Fue el concesionario del bar quien, para evitar que la tensión fuese a mayores, tomó la decisión de apartar las dos pinturas, ponerlas a buen recaudo e invitar a los molestos visitantes, una vez habían sido atendidas sus peticiones, a que abandonasen el recinto.

La directora del centro comunicó al autor la decisión tomada y éste explicó que no estaba dispuesto a que un grupo de personas ajenas a su trabajo fuesen quienes decidiesen el contenido de su exposición. Así que optó por retirar el resto de sus pinturas, dándose por clausurada la exposición, que en principio debía durar tres semanas.

Jesús Mata se confiesa contrariado por lo acontecido, entre otras cosas porque presume que va a eclipsar el mensaje que pretendía que emanase de su trabajo.

“No soy pintor y no sé si lograré serlo. Soy un carpintero que durante el confinamiento por el Covid para evitar que el sofá, la televisión y los malos pensamientos me ganasen me puse a pintar y lo hice con una idea sostenible. Utilicé pinturas acrílicas de las que me habían sobrado de casa y los marcos están construidos con tablas que el mar ha ido devolviendo a la playa de Levante”, detalla.

“No es justo que por el comportamiento de un reducido grupo de personas no se hable de la buena acogida que había tenido la exposición, que pretendía contar todos los aspectos de nuestra barriada, porque yo soy uno más aquí, y la presencia de la Guardia Civil y de una lancha con tabaco forman parte de la misma”, defiende. “No creo yo que esos dos cuadros vayan a darle mejor o peor fama a La Atunara”.

“No sé si hice bien o no con retirar los cuadros, pero no puede permitirse que un grupo de personas decidan cuáles colgamos”, defiende. “Lo que no van a conseguir es que deje de pintar, porque voy a comenzar otra colección que se llamará rincones de La Línea”.

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