La Policía Nacional ha detenido en La Línea a dos personas, un hombre y una mujer de 32 y 23 años, respectivamente, como presuntos autores de un delito de blanqueo de capitales relacionado con el narcotráfico.
La investigación policial se ha desarrollado en varias fases que han permitido descubrir un patrimonio de 500.000 euros obtenidos, según la Policía, por el tráfico de drogas.
La investigación comenzó en 2020 a raíz de la Operación Cañaílla llevada a cabo por la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de La Línea. Aquella investigación se saldó con la detención de 21 personas que pertenecían a una organización criminal dedicada al tráfico de drogas.
A lo largo de aquella operación, tras una investigación patrimonial se pudo constatar que varios de los investigados estaban utilizando el dinero obtenido de los delitos en el sector inmobiliario mediante la compra y mejoras en inmuebles a través de sociedades interpuestas.
Del mismo modo, se detectó que los investigados empleaban fundamentalmente dinero en efectivo, resultando llamativo este extremo a los investigadores por no constar ningún tipo de ingreso por trabajo ni días cotizados.
En el registro se localizó numerosa documentación relacionada con la investigación que sirvió como indicio para apoyar la hipótesis de los investigadores, así como para la posterior detención de estas dos personas.
Los detenidos han sido puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de La Línea. Después de ser oídos en declaración, quedaron en libertad con cargos a la espera de la instrucción de la causa y de la fecha de juicio.
Esta actuación se enmarca dentro del Plan Meridional y Plan Bahía, relacionados con la lucha contra el tráfico de sustancias estupefacientes y el blanqueo de capitales establecido en el Campo de Gibraltar.

Una lancha intervenida en la Operación Cañailla.
La operación de partida, la Operación Cañaílla desarrollada por la Policía Nacional y Aduanas, se saldó en su día con la incautación de 24 fardos de arpillera con 830 kilogramos de hachís que fueron intervenidos tras una persecución donde corrió peligro la vida de los funcionarios. También se intervinieron dos embarcaciones semirrígidas de gran potencia, ocho vehículos, 53 garrafas con gasolina y enseres relacionados con el abastecimiento de la organización criminal tales como GPS marinos, 15 teléfonos móviles y una alta suma de dinero.
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