La Línea

El destino unido de La Línea y Gibraltar

  • Juan Franco y Fabian Picardo escenifican en la frontera la hermandad de los dos territorios para finalizar los actos del 50 aniversario del cierre de la Verja

Juan Franco y Fabian Picardo se dan la mano junto al monumento al trabajador fronterizo

Juan Franco y Fabian Picardo se dan la mano junto al monumento al trabajador fronterizo / Erasmo Fenoy

La Línea y Gibraltar escenificaron este lunes en las figuras de Juan Franco y Fabian Picardo el hermanamiento que sigue vigente entre dos territorios que estuvieron separados durante más de 13 años, de 1969 a 1982, cuando la Verja estuvo cerrada a cal y canto. Con una visita del ministro principal del Peñón al lado linense de la frontera, junto al monumento al trabajador fronterizo, se puso fin a los actos de conmemoración de los 50 años del cierre de la Verja. Después de medio siglo, los dos pueblos vecinos abogan por que no se vuelva a repetir “uno de los hechos más tristes, graves y con consecuencias más negativas que hemos padecido en los 150 años que tiene la ciudad”, según explicó Juan Franco.

Ante la incertidumbre que plantea el Brexit, los representantes de La Línea y Gibraltar recordaron con unas breves palabras lo que supuso el hecho de que se cortara de raíz el tránsito entre dos territorios que históricamente, a pesar de que pertenecen a países distintos, siempre se habían comportado como uno solo.

“Entonces muchas familias quedaron divididas, la economía de la ciudad se vio muy perjudicada y la vida de muchos miles de linenses y gibraltareños vivió un antes y un después muy desagradable. La frontera lleva ya abierta desde 1982 para el tránsito peatonal y desde 1985 al tráfico con vehículos y poco a poco hemos recuperado esa normalidad mientras los que vivimos aquí hemos hecho un ejercicio de generosidad”, destacó el alcalde linense.

Juan Franco recordó que hoy en día hay fricciones entre ambos territorios, “la mayor parte de ellos provocados por gente que está a más de 600 kilómetros de distancia, que no comprende la sensibilidad que aquí tenemos, que somos pueblos hermanos, que aquí tenemos una historia común y que estamos abocados a entendernos, a llevarnos bien, a seguir teniendo una vida de vecindad lo mejor posible”. “Tenemos grandes retos que afrontar, como el Brexit, y esperamos que yendo de la mano el Gobierno de Gibraltar y el Ayuntamiento de La Línea, que tiene menos competencias, entre todos podamos llegar a puntos de entendimiento, a eliminar las fricciones, y que continuemos con una vida en común con la mejor convivencia posible. Tenemos que desearnos la mejor de la suertes el uno al otro, entendiendo que nuestro destino está unido”, destacó el regidor.

Fabian Picardo recordó que en estos 50 años el crecimiento económico de Gibraltar ha sido espectacular a pesar de que la intención de la dictadura franquista con el cierre de la Verja era conseguir todo lo contrario. “Hace 50 años, cuando el régimen fascista cerró la frontera, Gibraltar tenía un déficit de 350.000 libras. Decían que cerraban la frontera para estrangularnos económicamente y que íbamos a caer como una flor madura. 50 años más tarde hay más linenses, más españoles y más ciudadanos comunitarios trabajando en Gibraltar. Ahora tenemos un superávit de 85 millones de libras. Por eso el fascismo nunca va a ganar, no se va a poder cambiar la forma de pensar de los gibraltareños. Lo único que va a servir es la democracia, la hermandad y el amor humano que hay”, destacó el ministro principal de Gibraltar.

“Cuando hay políticos que intentan enfrentarnos, los ciudadanos saben que lo más importante es llevarse bien a todos los niveles. Somos pueblos vecinos y amigos, buscamos siempre la convivencia. Gracias a un benefactor de La Línea tenemos esa misma frontera, la que cerraron, para asegurarnos de que esos barrotes de acero nunca se volverán a usar para dividirnos”, ilustró el mandatario yanito.

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