La comunidad educativa reconoce la labor de Ángel Pinto

El ex director del colegio Santiago impulsó varias iniciativas importantes

La Línea, 30 de mayo 2008 - 00:00

El impulsor de importantes iniciativas educativas en La Línea como el programa de absentismo o el consejo escolar municipal, Ángel Pinto González, fue homenajeado ayer en el salón de plenos del Ayuntamiento de La Línea por la comunidad educativa local y de la propia Consejería de Educación.

El acto se abrió citando su extenso curriculum de maestro vocacional, que comenzó con la finalización de su carrera de Magisterio en Madrid en 1964. Su primer destino fue Aranda del Duero, ciudad en la que vivió su juventud -aunque nació en Sotillo de la Ribera (Burgos)-, y de allí se vino al sur. Villamartín y Bornos dieron paso a La Línea, donde llegó en 1966. Echó raíces aquí cuando conoció a su mujer, Lucía y, en 1970, sus padres se trasladan a la ciudad. Comenzó en el centro educativo Generalísimo Franco (hoy, García Lorca) y pasó por el Padre Manjón hasta llegar al colegio Santiago, donde desarrolló su amor por la educación hasta su jubilación, que obtuvo hace dos años.

El inspector de la delegación de Educación, Antonio Asegurado, fue el encargado de transmitir el reconocimiento público a su trayectoria de parte de la Consejería, con la que trabajó codo con codo para, entre otras funciones, el equipamiento educativo y obras menores en los centros docentes de la localidad. Su amistad con el protagonista y el recuerdo de la figura de su padre, Pedro Pinto, llegaron incluso a arrancar lágrimas al homenajeado, que recibió una placa de la delegación y el escudo de la Consejería. Asegurado leyó también una carta del delegado, Manuel Brenes, que no pudo asistir al acto por motivos de agenda.

El concejal de Educación, Gabriel Gonzálvez, se encargó de leer un emotivo escrito de su predecesor en el cargo, Carlos Bermúdez. El alcalde de la ciudad, Juan Carlos Juárez, entregó a Ángel Pinto un pergamino de recuerdo de la ciudad y también tuvo palabras de agradecimiento en nombre de la ciudad al maestro que vivió y participó en un importante momento para la educación.

"Ninguna cosa en la vida la hace sólo una persona", se excusó el homenajeado durante su intervención, en la que admitió que sin el trabajo de los demás no podría haber hecho nada de lo que se le atribuye. "No sabía yo que era tan sensible como para llorar cuando hablan bien de ti", declaró Pinto, que aprovechó para ensalzar la figura de su progenitor. "Mi padre fue el docente. Yo, con haber llegado a la mitad, me sobraría", dijo orgulloso el maestro, que lamentó que en la actualidad los nuevos educadores sean más "funcionarios de la educación" que "maestros vocacionales".

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