Un caballero linense y británico
a través del tiempo memoria gráfica
Abril de 1921. El exalcalde Luis Ramírez Galuzo es nombrado Comandante de la Excelentísima Orden del Imperio Británico.
EL 6 de Abril de 1921, Gran Bretaña concedió a Don Luis Ramírez Galuzo, elegido alcalde de La Línea el 14 de febrero de 1872, el nombramiento de Comandante de la Excelentísima Orden del Imperio Británico. Con estas insignias el Gobierno británico premió los valiosos servicios prestados durante la Primera Guerra Mundial.
La misiva recibida dice así:
Embajada británica,
Madrid
6 de abril de 1921
Muy distinguido señor mío:
Tengo la Honra de participarle á V. que S. M. el rey Jorge V. del Reino Unido de la Gran Bretaña é Irlanda se ha dignado otorgarle á V. la dignidad de comandante de la Excelentísima Orden del Imperio Británico, en testimonio de su estima y alto aprecio.
Por consiguiente me complace en alto grado el convidarle á V. a concurrir á esta embajada de S. M. Británica en Madrid el día de San Jorge, 23 de abril actual, á las cinco y media de la tarde, para recibir las insignias de la orden.
En caso de que su asistencia de V. en el día indicado presente algún inconveniente, me propongo darle al señor Cónsul de S. N. Británica más cercano al lugar en donde V. reside, instrucciones para entregarle la referida condecoración, y le ruego por lo tanto que me indique cual es el Consulado al cual V. desea le envíen las insignias.
Aprovecho esta ocasión para ofrecerle á V. las seguridades de mi más alta estima".
El 2 de julio de 1921 por la tarde y revistiendo gran brillantez, tuvo lugar en Villa San José (Jardín de Saccone), en la ciudad de La Línea, el solemne acto de la entrega al distinguido y admirado don Luis Ramírez Galuzo, de la preciada Orden del Imperio Británico, de la que desde abril era miembro el Sr. Ramírez, en calidad de comandante de la misma.
Al acto asistieron las más distinguidas personalidades militares y civiles, tanto del Campo de Gibraltar, como de la Plaza de Gibraltar, habiendo sido invitados y se hallaban en su mayoría presentes. Entre la nutrida concurrencia, que fue recibida en la puerta principal del jardín por el comandante Pedley y el pro-cónsul don Juan Scaniglia, quien los presentaba, don Luis Ramírez Galuzo, el condecorado, y los miembros de su familia don Rogelio Ramírez, don Luis y don José Ramírez Maresco, don Miguel Ramírez González, don Francisco Ramírez Galty, don Francisco Ramírez Soiza, don Luis Ramírez Ramírez, doctor don Federico y don Jaime Russi Ramírez, don Cayetano Ramírez González, don Vicente Ramírez Álvarez y don Cristóbal Ramírez Álvarez, don Luis López Ramírez, don Antonio Ramírez Galuzo, don Miguel García Ramírez, don Alberto Ahumada Ramírez, don Miguel Cruz Herrera, don Manuel Ramírez Galuzo y don José García Sánchez.
El Ayuntamiento se halló representado por don José Cayetano Ramírez, alcalde, y concejales don Ricardo Ruiz Cuadro, don José González Rodríguez, don Francisco Berenguer, don Julio de las Doblas, don Juan Borgoñón, don Jacinto Durán, don Miguel Framit, don Rafael Naranjo, don M. Sánchez Chicardo, don Luis Castello Cerván, don José Vilar, don Martín Serrano Guerrero, don León Toledano Díaz, don José Granado, don Emilio Fernández Madrid, don F. Ramos Fernández de Córdoba, don José Amaya y don F. Domínguez Molina.
De Gibraltar se encontraban en el brillante acto el cónsul general de España y vicecónsul, a don José A. Patrón, el capitán Anderson, K. C., fiscal del Tribunal Supremo y secretario colonial interino, Greenwood, J. P., tesorero colonial, el coronel James O. B. E, editor del Gibraltar Chronicle, el coronel Wilder, Sir Bartle H. T. Frere, el jefe de policía don Juan Cochrane y don A. Fava, Ferrary, cónsul del Paraguay, don Héctor Bado, don V. Thomson, don José Marti, don Miguel Parral, director de El Calpense y por «El Anunciador» el redactor jefe don Miguel Puyol y don Héctor Licudi.
De Algeciras asistieron el diputado a Cortes por el distrito Excmo. Sr. Don José Luis de Torres, el diputado provincial don Emilio Morillas y el teniente alcalde del Ayuntamiento de Algeciras, don Manuel García Bazo, director de la revista Comercio.
Entre las autoridades de La Línea se encontraban el comandante militar subdelegado gubernativo, don Adolfo Díaz Enrique; el capitán López Amor, el juez municipal Sr. Infante; el cura párroco D. Juan Rodríguez Cantizano, el teniente de la Guardia civil Enrique de Benit, el jefe de Policía y de la Guardia municipal; el presidente de la Cruz Roja, Juan Díaz Escribano y directiva de la misma institución.
Se hallaban representados Prensa Asociada y El Noticiero del Estrecho por Constantino Romero.
El digno comandante militar de La Línea ostentaba la representación del Gobernador del Campo de Gibraltar.
Reunidos los concurrentes en el bello jardín de Villa San José, el Mayor Pedley, vicecónsul británico en esta ciudad, procedió al acto de la imposición de tan alto honor pronunciando un bonito discurso. Se expresó en términos altamente afectuosos para el homenajeado.
El embajador británico en Madrid fue requerido para que hiciese entrega a tan estimado amigo como Luis Ramírez Galuzo, de la insignia de comandante de la Orden del Imperio Británico, que le fue conferida por S. M. el Rey Jorge V. a don Luis Ramírez, el cual gozaba de gran fama por sus bondades, tanto en esta ciudad como en su distrito, y fue él quien, entre las comunidades de La Línea y Gibraltar, consiguió formar una unión fortísima.
Visiblemente emocionado, el venerable don Luis aceptó la noble distinción con que el Gobierno británico le condecora; siendo objeto el agasajado de grandes muestras de afecto.
La insignia donada en sencillo y elegante estuche, es una medalla en forma de cruz, que ostenta en el centro el escudo de la Gran Bretaña, teniendo a su alrededor la inscripción "For God and the Empire". Sobre la cruz, una áurea corona británica, todo suspendido de una cinta morada.
Tras la entrega, D. Francisco Berenguer pidió tres vivas por don Luis Ramírez, el Imperio Británico y la ciudad de La Línea, que fueron contestados con gran entusiasmo.
Luego, don Ricardo Ruiz Cuadro hizo uso de la palabra, y en bellos párrafos enalteció la inolvidable obra de don Luis en la Línea. Era el padre de La Línea, el padre del pueblo, y en este era grandísima la satisfacción de conocer la distinción con que el Imperio Británico honraba al Sr. Ramírez. Tuvo frases sonoras de afecto y admiración para el festejado, evidenciando su amor a La Línea, en pro de cuyo progreso tanto se ha distinguido don Luis. Terminó el señor Cuadro su sentido discurso pidiendo emocionado unos vivas por Inglaterra, por España, el señor Ramírez y La Línea.
Acto seguido y presa de la intima emoción que le causaba el simpático acto, el popular diputado por el distrito, don José Luis de Torres, hizo uso de la palabra y en términos viriles y elocuentísimos manifestó cuan memorable para él sería esta grata fecha.
El prestigioso comandante Pedley pronunció unas frases en castellano que se escucharon y aplaudieron con singular simpatía y acto seguido la numerosa y distinguida concurrencia pasó a los amplios salones de la suntuosa villa, donde fueron todos espléndidamente agasajados con dulces y pastas variadísimas, vinos de las más exquisitas marcas y ricos habanos y cigarrillos.
Luego en rato de amena y franca reunión en que quedaron una vez más evidenciados los sentimientos de ambos pueblos hermanos y ligados por tantos y tan respetables intereses, el homenajeado invitó a la concurrencia a pasar a su domicilio, en la fábrica de La Concepción de su propiedad.
En el jardín, los fotógrafos señores Bruzón y Garcí-Sánchez, impresionaron diferentes grupos. En el bello domicilio del nuevo C. B. E., se dispensó una hidalga acogida a todos, y también fueron espléndidamente obsequiados.
Allí, puso una nota de suprema belleza el elemento femenino, y la gente joven se dedicó un rato a hacer música deslizándose amables los momentos que se permaneció en la casa del abuelo.
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