Jardines Saccone y Villa San José (II)
A través del tiempo
El 16 de julio de 1922 el Ayuntamiento se traslada desde una casa de la calle Cadalso en la que había permanecido por 52 años. La nueva finca costó 425.000 pesetas a pagar a plazos
POSTERIORMENTE, retomado donde lo dejamos el domingo pasado, al cuidado de estos Jardines Municipales estaba don Antonio Parra Ruiz, experto floricultor linense que ejerció durante 30 años y don Martín Haro Moreno. Lo mas seguro es que hubiera algunos mas a lo largo de estos años pero no tengo conocimiento de sus nombres.
Estos jardines estaban compuesto por Hibiscus, Falsa Acacia (Robinia umbraculifera), Acacias, Ciruelo Rojo (Prunus variedad pissardi), Azahar de China (Pittosporum tobira), Bandera Española (Lantana), Buganvilla, Yucca elephantipes (Yuca pie de elefante), Ciprés (Cupresus), Abelias grandiflora, Platanos Oriental (Platanus orientalis), Encina (Quercus ilex), Palmeras Canaria (Phoenix canariensis), Coniferas (Araucarias excelsa) y Ficus retusa, siendo este el más antiguo, al que se le calcula unos 180 años en la actualidad. Además había otras 30 variedades de plantas como, rosales, gladiolos, jacintos, linos, narcisos, tulipanes y otras.
La Villa San José
Exactamente el día 6 de agosto de 1870 la recién instituida Corporación Municipal de La Líneaalquilaba una casa en la calle José Cadalso, número 8 duplicado donde poder realizar sus funciones administrativas. La citada casa era propiedad del señor Recaño, al cual le estuvieron abonando la renta de 80 pesetas mensuales hasta el año 1890, pues a partir de esta subieron a 130 pesetas, lo que motivó una reunión del Pleno para buscar un nuevo emplazamiento.
En este edificio de planta baja que se comunicaba con la calle San Pedro (Carboneros) nuestra Casa Capitular estuvo 52 años, desde el día 6 de agosto de 1870 hasta el 16 de julio de 1922, fecha en que paso a un nuevo edificio de propiedad municipal en la Villa de San José y jardines de Saccone.
La compra de la antigua Villa de San José quedó finalizada en los primeros meses de 1922, siendo alcalde presidente don José Cayetano Ramírez Galuzo, por la cantidad de 85 mil duros (425.000 pesetas) pagaderos en varios plazos, a los herederos de don Jeremías Saccone, culminando así las gestiones que había iniciado muchos meses antes don Leopoldo Diáñez, continuadas a la muerte de este por don Juan Díaz Escribano, con don José Martí Saccone y el primo de éste, el gibraltareño señor Patrón, padre de don José Martí, quien fue cónsul general de España en Gibraltar.
Una vez posesionado de la finca el Ayuntamiento, se procedió a su adaptación. En ella tomó parte muy activa don Rogelio Ramírez, el cual se ocupó de la adquisición del mobiliario necesario para instalar, con el rango deseado, tanto el salón de sesiones como el despacho de la Alcaldía. Se encargó el mobiliario a una casa especializada de Granada, destacando la belleza de los sillones, asi como la de la mesa principal, en estilo Renacimiento, de cuero repujado, sobresaliendo la filigrana del escudo de nuestra ciudad.
En los primeros tiempo, el despacho de la la Alcaldía estuvo instalado en el salón central de la planta baja de la residencia vivienda de los Saccone. Años más tarde, este salón en el que resaltaba la belleza de su escultórica chimenea de mármol de Carrara, se destinaría a salón de recepciones y reuniones informales, trasladándose el despacho de la Alcaldía a la parte que ocupaba el de la Secretaría en el lado oriental del propio edificio.
Realizadas las, reformas necesarias para la instalación de la Alcaldía y sus dependencias en el interior del palacete de recreo de los Saccones, el 16 de julio de 1922 se celebró con gran brillantez el acto de toma de posesión del nuevo Palacio Municipal, al mismo tiempo que se descubría un busto al ilustre patricio, Don Luis Ramírez Galuzo.
A este acto asistieron las autoridades civiles, militares y religiosas del Campo de Gibraltar y otras personalidades entre las que figuraba el diputado don José Luis de Torres Beleña y el Canónigo don Victoriano Molina, vice-presidente de la Academia Hispano Americana e ilustre hijo de La Línea, quien pronunció un elocuente discurso. El alcalde don Cayetano Ramírez descubrió el busto de don Luis Ramírez Galuzo, obra del escultor Ynurria.
En el interior del edificio fueron también presentados un retrato al óleo de S.M. el Rey Don Alfonso XIII pintado por José García Sánchez, otro óleo del mismo monarca español con uniforme de Caballería, realizado por Indalecio Haro, así como otro gran cuadro titulado La Limosna de la Virgen, del famoso artista linense José Cruz Herrera.
Durante 46 años, el Ayuntamiento estuvo funcionando ininterrumpidamente en el viejo palacete de los Saccone sin que se realizaran en él la menor reforma o alteración, hasta que en 1968 y durante la Alcaldía de don Pedro Alfageme González se procedió a una gran reforma tanto de su interior como exterior, y mientras tanto y de forma provisional todas las dependencias municipales se establecieron en la planta alta del Circulo Mercantil, con entrada por la calle Hércules. Finalizadas las obras de reformas en octubre de 1969 este volvió de nuevo a ocupar su edificio tradicional, pero no se inaugura oficialmente hasta 1970 y ya bajo la presidencia del nuevo alcalde, don Juan Blasco Quinta.
Una de las especiales características del edificio antes de la reforma era su parte trasera, donde existía una especia de patio semicircular al descubierto, elevado y rodeado por una valla de hierro al que se llegaba por dos pequeñas escaleras laterales que daban al jardín. Este patio cuya mitad se unía al edificio estaba formado por unos pasillos porticados en donde se encontraban algunas oficinas municipales. En muchas ocasiones se celebraron en este patio muchos bailes y recepciones organizados por el Ayuntamiento, así como algún que otro concierto por la Banda Municipal. También tenía lugar en este patio el sorteo de los mozos linenses que entraban en quinta.
La principal entrada hacia las dependencias burocráticas del Ayuntamiento se hacía por la puerta lateral frente a la glorieta y había que subir una escalera de mármol. Por encima del patio trasero se encontraba una construcción de madera cuadrada especie de mirador, el cual estaba oculto a la vista por la parte del jardín debido a los altísimos, árboles de la entrada. En cuanto a la fachada principal del edificio, por donde se pasaba a un vestíbulo, tenía y tiene unas columnas de mármol y escalera, sólo que ésta era de piedra labrada mas estrecha y con los laterales del vestíbulo cerrados.
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