Izquierda Unida, la formación más crítica con el nuevo sistema de alcantarillado, no alegó

La creación del nuevo modelo de cálculo para los servicios de saneamiento y depuración de aguas residuales en La Línea, basado en una correlación con el consumo del apartado de abastecimiento, generó airadas críticas en Izquierda Unida La Línea desde el momento en que se anunció el cambio que acaba de entrar en vigor con la validación de las tarifas aplicables.

Pese a ese espíritu crítico, puesto de relieve a través de recurrentes comparecencias de los integrantes del comité local y comunicados, Izquierda Unida no alegó contra la aprobación inicial de las tasas refrendadas en primera instancia por los grupos comarcales del PP y PSOE en diciembre de 2015. Así consta en la publicación oficial de las tarifas de ayer, donde se recoge que tras el paso por el Pleno del establecimiento de la tasa y la ordenanza fiscal reguladora, se abrió un periodo de alegaciones de 30 días "sin que se hayan presentado reclamaciones o alegaciones al citado acuerdo". La implantación de ambos conceptos y sus precios quedaron aprobados sin tener que pasar de nuevo por la Corporación comarcal.

Tampoco alegaron contra la revisión al alza de las tasas de abastecimiento; algo que sí hicieron los representantes de los vecinos de La Alcaidesa por entender que su suministro de agua supone una unidad hidráulica diferenciada de la de La Línea, por compartirla con el vecino municipio de San Roque.

En este caso, la alegación fue desestimada, si bien como consecuencia de su planteamiento se incorpora una disposición transitoria en la que se reconoce que esta zona del término municipal (los sectores 001-AL y 002-AL) debe contar con una tarifa supramunicipal, por lo que se considera oportuno no aplicar en esta zona los nuevos precios del agua. La disposición insta a Arcgisa a elaborar un estudio de costes y a recepcionar la infraestructura para fijar nuevas tarifas.