El Consistorio reclama a Los Amarillos que cumpla las condiciones del servicio

El Ayuntamiento de La Línea da un toque de atención a Los Amarillos, la empresa concesionaria del servicio de transporte urbano. La entidad local anunció ayer que ha solicitado formalmente a la compañía que cumpla a rajatabla con el pliego de condiciones al entender que aunque el servicio sea deficitario, no debe ser la justificación a los continuos retrasos y falta de cobertura en varias rutas que denuncian los usuarios.

El concejal de Contratación y Concesiones, Mario Fernández, explicó ayer que su departamento va a pedir a la Policía Local que realice un seguimiento del servicio, especialmente en lo relativo al cumplimiento real de horarios y rutas, dado que la entidad local carece de un inspector específico para esta labor.

Al margen de ese control, Fernández apuntó que se han efectuado diferentes requerimientos formales a la empresa concesionaria para que se ciña al pliego que rige el servicio. Gracias a ello, según el Consistorio, se han subsanado problemas como la falta puntual de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) de parte de la flota o de aire acondicionado. Pese a ello, según la entidad municipal, la calidad del servicio sigue siendo "muy baja".

Por ello, los servicios jurídicos de Contratación han iniciado trámites para mejorar su cumplimiento. Mediante un decreto de Alcaldía se ha requerido a la concesionaria para que en el plazo de diez días aporte toda la documentación relativa al cumplimiento del pliego: horarios, autobuses, listado de trabajadores número de viajeros, número de autobuses en servicio en La Línea, instalación en autobuses de sistema SAE (GPS), y otros. En caso de que la empresa concesionaria no cumpla con esta documentación los servicios jurídicos podrían tramitar un expediente sancionador e imponerle multa de hasta 3.000 euros.

A su vez, el municipio planteará la creación de una comisión de seguimiento del servicio de transporte urbano para que se celebren reuniones periódicas entre los funcionarios municipales y representantes de la empresa para evaluar el servicio y proponer cuantas acciones sean necesarias para mejorarlo.

El concejal reconoció que no hay empresas interesadas en hacerse con el servicio, que es deficitario, por lo que suspender la concesión y resolver el contrato sería el último recurso dado que, de llevarse a cabo, la ciudad se quedaría sin autobuses urbanos. "En La Línea el Plan de Ajuste nos impide nos prohibe subvencionar a los autobuses -una aportación para compensar el precio del billete y los costes reales- y el precio del billete no amortiza el coste real de la empresa en gasoil, personal y dotación, por eso tenemos un servicio de baja calidad. Aún así, no nos vamos a conformar y trataremos de mejorarlo buscando el cumplimiento del pliego de condiciones de la concesión", apuntó el edil, quien dijo no descartar emprender acciones jurídicas para forzar a Los Amarillos a mejorar sus prestaciones.

Las quejas por el servicio son recurrentes entre los usuarios. En general, las reclamaciones de los usuarios hacen referencia al incumplimiento generalizado de los horarios e incluso de las propias rutas trazadas, por lo que el servicio resulta "imprevisible".

A su vez, las quejas también abarcan al estado de la estación de autobuses, con cada vez menos locales operativos y con los aseos en un estado de conservación -cuando no están cerrados sin causa aparente- muy pobre. El mantenimiento general del recinto forma parte del pliego de condiciones.