El Ayuntamiento estudia ofrecer a la Zona Franca el suelo aeroportuario

Los técnicos realizan el informe para que el consorcio ubique allí el recinto fiscal Está por determinar si el Ayuntamiento mantendrá la propiedad del espacio, lo cederá o lo venderá

Vista parcial de los terrenos que pueden albergar el recinto de la Zona Franca.
Vista parcial de los terrenos que pueden albergar el recinto de la Zona Franca.
Quino López La Línea

14 de septiembre 2013 - 01:00

El Ayuntamiento estudia ofrecer a la Zona Franca la finca junto a la Verja que iba a ser destinada al viejo proyecto de construcción de unas instalaciones de servicios aeroportuarios vinculadas al aeropuerto de Gibraltar.

Los técnicos están estudiando la viabilidad de plantear este terreno para que sea ubicado en él el recinto con ventajas fiscales anunciado a principios de semana por el presidente del PP de Cádiz, Antonio Sanz, y concretado por el delegado especial del Estado en la Zona Franca de Cádiz, Jorge Ramos, en una reunión con la alcaldesa, Gemma Araujo.

Según la edil los técnicos municipales están analizando las posibilidades de éste y otros terrenos, con la única condición de que tengan más de 50.000 metros cuadrados, antes de trasladárselo a la Zona Franca, que será quien tenga la última palabra.

A nadie se le escapa que, aunque se barajen otras opciones, la de la zona aeroportuaria es la que cuenta con más probabilidades, aunque Gemma Araujo es reticente a reconocerlo hasta que no tenga el informe de los técnicos, que deben establecer la titularidad del espacio elegido antes de establecer, junto a la Zona Franca, el método por el que se realiza la operación. Es decir, si es por tasación o por concesión.

"Los técnicos se han puesto a trabajar para buscar los metros cuadrados que se nos piden y después ver las características urbanísticas que tiene que presentar, que debe ser suelo industrial, por si tenemos que hacer alguna modificación. La parcela que era la que se ofreció para la terminal de AENA con los terrenos cercanos a Gibraltar pensamos que podría ser una buena solución", dijo ayer a preguntas de este periódico la alcaldesa.

El recinto que levantará la Zona Franca en el municipio, un compromiso del Gobierno central que se enmarca dentro de un paquete de medidas de reactivación de la maltrecha economía linense, contempla que se incorporen beneficios fiscales prácticamente exclusivos y prioritarios de los que sólo Vigo, Barcelona y Cádiz disfrutan ahora. Según explicón Antonio Sanz, el tratamiento de materia de prima estaría exento del impuesto del IVA y otros especiales. El impuesto se devenga cuando se obtengan beneficios. También existirá una doble exención de impuestos, porque no sólo se aplicaría a la materia prima sino a la hora del producto transformado. Además, "la Zona Franca en sí tiene capacidad al igual que las administraciones de hacer que las empresas puedan hacer uso de fondos comunitarios, que pueden llegar hasta el 60-70% de inversión a fondo perdido", manifestó Sanz, lo que quiere decir que el empresario que invierta contará con financiación extra a través de los fondos FEDER, a los que de otra manera no podría acceder.

El informe que ahora se realizará de la finca junto a la Verja contempla "un estudio de mercado para saber el potencial, y que sea Zona Franca quien deba decir si le parece bien o no", dijo Araujo, aunque Sanz ya manifestó que el mejor terreno sería lo más cercano posible a la zona portuaria.

Los terrenos que pueden ser ofrecidos a la Zona Franca tienen una larga historia. En su día el Ayuntamiento, cuando era alcalde el popular Alejandro sánchez, mantuvo una larga negociación con Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), organismo dependiente del Ministerio de Fomento, para venderle los terrenos y que se construyera allí el acceso norte a la terminal de Gibraltar. Antes, otro alcalde, Juan Carlos Juárez, también había intentado desarrollar un proyecto relacionado con el aeropuerto de Gibraltar que serviría para expandir éste a La Línea. Entonces se calculaba que el terreno tenía 70.427 metros.

El año pasado, el suelo aeroportuario fue incluso objeto de un embargo judicial por parte de la familia Tardá después de que el anterior alcalde, Alejandro Sánchez, lo pusiera como garantía de un plan de pagos que el Ayuntamiento incumplió repetidas veces.

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