En los años 30 del pasado siglo, mientras España temblaba bajo la pólvora de la Guerra Civil, unos agricultores de Jimena de la Frontera encontraron, casualmente, una enorme tinaja de barro de unas 14 arrobas de peso repleta de monedas antiguas. El hallazgo se produjo en el cortijo de Las Mesas, a orillas del río Guadiaro, cerca de San Pablo de Buceite. 

Los labradores guardaron este tesoro en la casa que acababan de construir, desconocedores de su valor arqueológico. A comienzos de la década de los 50, esta historia llega a oídos de Hubert Gallwey, oficial del ejército británico destinado en Gibraltar tras la Segunda Guerra Mundial, además de un apasionado coleccionista de monedas que, sin dudar, compra las piezas a sus descubridores.

Moneda con el rostro de la emperatriz Cornelia Supera, esposa del emperador Emiliano.

Los "antoninianos"

Gallwey consigue estudiar un auténtico botín de casi 30.000 monedas romanas del siglo III d.C., también llamadas "antoninianos", acuñadas primero en plata y, más adelante, en cobre. Según el investigador jimenato Eduardo Navarro Cupido, por su elevado número y su singularidad, el de Gallwey suponía "el tesoro más importante de Hispania de ese periodo".

Una de las particularidades del descubrimiento de Jimena es la procedencia de las monedas. Preguntado por Europa Sur, Navarro explica que el 15% de las piezas se fabricó en cecas orientales, algo que ha extrañado a todos los especialistas en la materia. A causa de su procedencia, las monedas de Las Mesas tienen mayor contenido en plata, una característica de las cecas asiáticas. Además, se ha descubierto que apenas habían circulado previamente, por lo que tenían muy poco uso. 

Tras un intenso trabajo, el oficial del ejército británico publica, en 1962, un artículo sobre la colección de "antoninianos" hallados en San Pablo de Buceite para The Royal Numismatic Society, una prestigiosa sociedad científica con sede en Londres que promueve la investigación en todas las ramas de la numismática.

Eduardo Navarro y otros miembros de la Asociación Tanit en el Museo Arqueológico Nacional.

Jornadas de Historia y Arqueología de Jimena

"El periodo denominado Anarquía Militar, comprendido entre el 235-285 d.C. y que constituye el paso del Alto Imperio a la Antigüedad Tardía, destaca por la escasez de fuentes escritas, tema agravado en el conocimiento de Hispania en todo el siglo III d.C.", explica Eduardo Navarro, secretario de la Asociación Tanit y funcionario de la Junta de Andalucía que lleva cuatro años estudiando la materia. "En esa línea es donde adquiere una vital importancia el hallazgo de este gran tesoro de Las Mesas en San Pablo de Buceite".

Tras el fallecimiento de Gallwey, su hija dona la colección de su padre compuesta por 1.393 monedas al Museo de Arqueología Nacional, en Madrid, organismo que custodia y conserva el yacimiento de San Pablo de Buceite desde 1985, accesible para los investigadores como Navarro Cupido quien, este viernes, 14 de abril, a las siete de la tarde, en la antigua iglesia de La Misericordia de Jimena, dará una conferencia titulada El gran tesoro de antoninianos de Las Mesas dentro de las XVIII Jornadas de Historia y Arqueología del municipio campogibraltareño.

En la conferencia celebrada en el templo a los pies del castillo se arrojará luz sobre varios misterios que rodean a las monedas como, por ejemplo, por qué se ocultaron en San Pablo de Buceite, algo en lo que influyó fuertemente su proximidad con el Estrecho, además de que Jimena ha sido, históricamente, un nudo de comunicaciones y un baluarte defensivo.