Un proyecto pretende recuperar las praderas marinas en las aguas en torno a Gibraltar

Un proyecto valorado en 500.000 libras (597.135 euros) tiene previsto reintroducir las praderas marinas en el ecosistema marino de Gibraltar. La iniciativa, liderada por Peninsula y The Nautilus Project (TNP), podría servir de modelo para iniciativas similares en todo el mundo en el futuro. Las praderas marinas se perdieron hace más de 15 años en el entorno del Peñón debido a las anclas de dragado y a la degradación de la calidad del agua. El proyecto de restauración pretende insuflar vida al lecho marino arenoso, y la mayor parte de la actividad se desarrollará en el lado este de la Roca. En el proceso, las praderas marinas también absorberán carbono y fomentarán la vida marina.

El diario Gibraltar Chronicle indica que TNP y Peninsula, empresa gibraltareña que almacena y suministra combustible a buques de todo el mundo y ha realizado importantes inversiones en iniciativas de descarbonización, han colaborado con el Gobierno de Malta para obtener las praderas marinas, que actualmente se cultivan en un vivero. A continuación, un equipo de 12 buceadores estudiantes plantará las praderas en parches y, una vez maduras, se calcula que sólo la parte oriental podría absorber cerca de dos toneladas de carbono.

El proyecto se dio a conocer en una presentación en el Ayuntamiento a la que asistieron, entre otros invitados, el gobernador, teniente general Sir Ben Bathurst; el ministro de Medio Ambiente, John Cortés, y la ministra de Puertos, Gemma Arias-Vásquez.

Lewis Stagnetto, de TNP, explicó que las praderas marinas se plantarán en parches que crecerán unos dentro de otros, y es probable que tarden años en madurar y establecerse. Dos especies de praderas marinas, la zostera marina y la posidonia oceanica, solían ser habituales en las aguas locales. "En 2010, se llevó a cabo un estudio en las aguas gibraltareñas que rodean el Muelle Norte y el interior del puerto, en el que se descubrió que no quedaban pastos marinos en Gibraltar", explicó Stagnetto.

"Va a llevar mucho tiempo y mucho trabajo. Pero merecerá la pena porque estamos restaurando el hábitat que existía aquí. Estamos recuperando esto y, junto con ello, todos los beneficios que el hábitat proporcionaba. Así que, para mí, es un sueño hecho realidad", indicó.

Un problema potencial es que el entorno cambiante debido al cambio climático podría dificultar el arraigo de las praderas marinas en torno a Gibraltar. "Podríamos perder las praderas marinas silvestres cuando las trasplantemos. No puedo predecir el futuro. Así que no sé cuáles serán los cambios ambientales cuando estén fuera", detalló el responsable de TNP.

Gracias al vivero de Malta habrá una reserva de praderas marinas, de modo que aunque se pierda parte de la población trasplantada, ésta podrá reponerse. Península financiará el proyecto con un coste de 500.000 libras a lo largo de cinco años.