Un roce en la bahía provoca otra crisis diplomática entre Londres y Madrid

España y Reino Unido llaman a sus embajadores para protestar por un incidente originado por la presencia de un buque oceanográfico

Londres protesta de nuevo		 por la presencia de barcos españoles en 'aguas del Peñón'
Londres protesta de nuevo por la presencia de barcos españoles en 'aguas del Peñón'
Agencias Madrid / Londres

03 de abril 2014 - 01:00

Las tensas relaciones que mantienen España y Reino Unido a propósito de Gibraltar quedaron ayer de nuevo en evidencia con la convocatoria de embajadores en Londres y en Madrid.

Primero fue el Gobierno británico, que convocó al embajador de España en Londres, Federico Trillo, para transmitirle su "grave preocupación" por las supuestas incursiones de buques españoles en las aguas que Gibraltar reclama como propias y que España no le reconoce. Según el diario gibraltareño Gibraltar Chronicle, los barcos serían el patrullero de la Armada Tarifa y una patrullera de la Guardia Civil, que acompañaban al buque del Instituto Español de Oceanografía (IEO) Ángeles Alvariño.

Sobre el asunto habló el primer ministro británico, David Cameron, quien urgió al Gobierno español, a través de su portavoz oficial, a "desistir" sobre Gibraltar y aseguró que el Reino Unido persistirá en su "clara postura" en cuanto a la soberanía del Peñón.

A preguntas de los periodistas, que inquirieron si Cameron piensa hablar con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, sobre la última incursión de un barco español en aguas cercanas a Gibraltar, el portavoz aseguró que Londres seguirá expresando su parecer al Ejecutivo de Madrid. "Vamos a mantener nuestra clara postura en este asunto, lo que incluye plantearlo directamente al Gobierno español. Eso es lo que sucedió hoy (por ayer) cuando el embajador español fue convocado por el Foreign Office", afirmó el portavoz británico.

"Planteamos muy claramente nuestras preocupaciones al Gobierno español. Lo continuaremos haciendo si es necesario", prosiguió el portavoz oficial, quien añadió: "Urgimos firmemente a las autoridades españolas a desistir".

Esta es la cuarta vez que Trillo es convocado por el Ministerio de Exteriores británico desde que asumió su puesto en 2012, todas ellas relacionadas con Gibraltar. En un comunicado, David Lidington, viceministro encargado de Europa en el Foreign Office, calificó las incursiones en aguas de Gibraltar de "una violación de nuestra soberanía". "Condeno con firmeza esta incursión provocadora e insto al Gobierno español a garantizar que no se repita", señaló Lidington tras haber recibido a Trillo en el Foreign Office. El viceministro, que acusó a la Guardia Civil de realizar "maniobras peligrosas" aseguró que el Gobierno británico "seguirá adoptando cualquier medida que considere necesaria para defender la soberanía británica y los intereses de Gibraltar, su gente, su seguridad y economía".

Lidington señaló que, en virtud de la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar, las aguas alrededor del Peñón son de manera "indiscutible aguas territoriales británicas, bajo soberanía del Reino Unido, en las que sólo el Reino Unido tiene derecho a ejercer jurisdicción".

Según un portavoz del departamento que dirige José Manuel García-Margallo, Trillo respondió a la directora general de Asuntos Económicos y Consulares del Foreign Office, Barbara Woodward, que "lo que Reino Unido califica como incursiones de embarcaciones españolas en sus aguas no son sino actividades rutinarias de buques españoles en aguas españolas".

Por la tarde, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación español convocó al embajador británico en Madrid, Simon Manley, para quejarse por el intento de embarcaciones británicas de "obstaculizar" el martes las labores de "investigación y protección medioambiental en aguas españolas" del buque oceanográfico Ángeles Alvariño.

El portavoz avanzó que al embajador británico se le iba a entregar una nota verbal de protesta por la actuación de varias embarcaciones de la Royal Navy y la Policía gibraltareña intentando obstaculizar la labor del buque. Añadido que la posición española sobre los espacios cedidos a la Corona británica por el Tratado de Utrecht de 1713 permanece "inalterada" desde esa fecha. Por ese Tratado, España cedió la ciudad y el castillo de Gibraltar, junto con su puerto, defensa y fortalezas, pero no sus aguas adyacentes. De ahí que España no reconozca a Gibraltar más aguas que las del interior del puerto. Londres, en cambio, viene reclamando hasta tres millas náuticas y alega que, en virtud de la Convención del Mar de Naciones Unidas, le corresponderían hasta 12 millas náuticas.

El Gobierno de Gibraltar denunció que en marzo se produjeron hasta 137 "incursiones" de barcos españoles. En un comunicado, el Ejecutivo de Fabian Picardo se queja de que muchas de estas "continuas incursiones" vienen acompañadas de intentos de ejercer jurisdicción sobre las aguas que rodean el Peñón y que, en su opinión, son "indiscutiblemente británicas". El Gobierno de Picardo saludó que el Foreign Office convocara al embajador español en Londres, Federico Trillo. En opinión del Ejecutivo gibraltareño, "este último acto deplorable de agresión contra la soberanía británica confirma que el actual Gobierno español no está interesado en el diálogo ni en mantener unas "buenas relaciones de vecindad", sino que su "único interés reside en acosar a Gibraltar por tierra, mar y aire". En su nota, Gibraltar cifra en 109 las "incursiones" de barcos españoles en enero pasado y en 151 las de febrero.

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