Un policía de Gibraltar admite su falta de experiencia y de formación en el mar durante la colisión mortal de 2020
Declara que nunca había estado en un barco de noche antes del accidente que costó la vidas a dos ceutíes residentes en La Línea
Afirma que estaba desorientado, sin saber que estaba en aguas españolas, y que no comprendía nada porque no sabe español
Giro inesperado en el caso de la patrullera de Gibraltar: el timonel admite ahora que la persecución mortal fue en aguas españolas
Un oficial junior de la Royal Gibraltar Police (RGP) que estaba a bordo de la embarcación policial involucrada en la colisión en la que murieron dos ceutíes residentes en La Línea en marzo de 2020 declaró este miércoles durante la investigación judicial reabierta en Gibraltar que nunca antes había estado en un barco durante la noche y que carecía de entrenamiento en operaciones marítimas.
El Oficial 3, que dio su testimonio en la investigación sobre las muertes de Mustafa Dris Mohamed y Mohamed Abdeslam Ahmed, explicó que no comprendía la mayor parte de lo que se decía esa noche, ya que no habla español. Además recordó que los tres oficiales de la RGP presentes en la embarcación quedaron en estado de shock tras el accidente, según recoge la radiotelevisión pública gibraltareña (GBC).
Según su testimonio, fue asignado a la embarcación únicamente para completar el número necesario de oficiales a bordo. “Nunca había estado en un barco de noche, y apenas había subido a uno de la Policía”, aseguró ante los jurados. Además, afirmó no haber recibido ninguna formación específica en operaciones marítimas.
La evidencia presentada indica que la persecución y la colisión que provocaron las dos muertes ocurrieron en aguas españolas. Sin embargo, los oficiales a cargo de la embarcación esa noche —el patrón del barco, Oficial 1, y su segundo al mando, Oficial 2— habían declarado anteriormente que creían estar en aguas de Gibraltar.
El Oficial 3 declaró que no sabía qué era un AIS ni que los dispositivos de navegación debían estar encendidos. Cuando se le preguntó si en algún momento se dio cuenta de que se encontraba en aguas españolas, recordó haber visto luces en la distancia que pensaba pertenecían a "un pueblo español", pero no podía determinar su ubicación exacta ni la distancia. También admitió haberse sentido desorientado durante la persecución, la cual incluyó objetos lanzados desde la embarcación RHIB que cortaba su camino, realizaba giros bruscos y seguía trazados en forma de S.
Además, relató que se le dio una linterna y se le indicó que la encendiera y apagara para desorientar a los ocupantes del otro barco. A pesar de la situación, aseguró que se sintió seguro mientras estaba a bordo. El Oficial 3 también mencionó que los Oficiales Uno y Dos hablaban principalmente en español entre ellos y por radio, lo que dificultó su comprensión de los acontecimientos.
El abogado Chris Finch, representante de los fallecidos, preguntó si tras la colisión había pensado en asistir a los ocupantes heridos del RHIB o solicitar ayuda. El oficial respondió que siempre se guió por las indicaciones de sus superiores.
Finch subrayó que los tres oficiales habían buscado asesoramiento legal del mismo abogado días después del accidente y que hicieron sus declaraciones el mismo día, lo que llevó a Jamas Hodivala KC, representante del Oficial 1, a insinuar que podría haberse producido un acuerdo previo sobre lo que declarar. El Oficial 3 negó cualquier conspiración y aseguró que las conversaciones con sus compañeros se limitaron a charlas amistosas en la oficina del abogado.
La investigación continúa mientras el tribunal examina las circunstancias que llevaron a la trágica colisión y la muerte de dos personas en aguas frente a Gibraltar.
Al haber ocurrido en aguas españolas se produjo la apertura de una investigación en el Juzgado de Instrucción Número 4 de La Línea. Las pesquisas acabaron sobreseídas a petición de la Fiscalía de Algeciras por imposibilidad de ahondar en el caso. El juzgado linense llegó a emitir una orden europea de investigación para intentar identificar a los implicados en el accidente, pero todas acabaron siendo rechazadas por Gibraltar.
En 2021, un jurado gibraltrareño emitió un veredicto con el que señalaba que los dos agentes sospechosos podrían haber cometido un homicidio ilegítimo. Pero los dos policías, quienes ya no forman parte del cuerpo, recurrieron ante un tribunal de Apelación, que ordenó una nueva investigación. En las sesiones que se celebran ahora en el Peñón no se va a dirimir la responsabilidad penal de los presuntos infractores, sino que busca conocer las circunstancias exactas del incidente.
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