Control del acceso a España

La aplicación de la normativa Schengen en la Verja desata protestas en Gibraltar

  • Desde el Peñón se critica que se reclame a los no residentes en Gibraltar la documentación que recoge la normativa para el acceso a la Unión Europea

  • Interior defiende que no ha habido cambios: se exigen los requisitos del Código de fronteras Schengen desde que el Brexit se hizo efectivo

  • Picardo advierte: si no hay acuerdo con la UE, estas medidas serán aplicadas a todos los gibraltareños

Personas y vehículos en el paso fronterizo de Gibraltar

Personas y vehículos en el paso fronterizo de Gibraltar / Jorge del Águila

Cuando la salida de Reino Unido de la Unión Europea se hizo efectiva, sus nacionales pasaron a ser ciudadanos de terceros países, con todo lo que ello implica a la hora de acceder a España y, por tanto, al espacio europeo. Desde entonces se ha mantenido en la Verja de Gibraltar un statu quo de buena voluntad por ambas partes para garantizar la fluidez tanto a los gibraltareños como a los trabajadores transfronterizos, en el que también ha habido cierta flexibilidad en la aplicación de la normativa en el tránsito de los nacionales de terceros países no residentes. Hasta hace unos días, cuando la aplicación estricta del Código Schengen a estos últimos levantó una oleada de protestas en el Peñón.

Según la normativa de control de las fronteras, para acceder a España (y la UE) por un periodo de duración inferior a tres meses (turismo, negocios, estudios), los nacionales de terceros países tienen que presentar su pasaporte en vigor y visado en caso necesario. El Código de fronteras Schengen exige también "estar en posesión de documentos que justifiquen el objeto y las condiciones de la estancia prevista y disponer de medios de subsistencia suficientes". En el caso de España, a petición de las autoridades la persona debe demostrar estar en posesión de un mínimo 100 euros por día de estancia (mínimo de 900). Además, se podrá exigir documentación acreditativa del objeto de la visita, como la reserva de hotel o viaje concertado, la invitación a un congreso o la matrícula en un curso. Si no se posee esa documentación, no se puede acceder a España. El requerimiento es potestativo; los agentes de frontera pueden hacerlo o no en función de la situación del paso fronterizo y su criterio. Además, los extranjeros necesitarán un certificado de pauta de vacunación completa. 

Hasta ahora, en la Verja se había estado solicitando el pasaporte y, en su caso, el visado. Pero los agentes de la frontera han comenzado a requerir también la documentación sobre el objeto de la visita, como una reserva de hotel o carta de invitación, critican los gibraltareños en redes sociales. Eso supone limitar los habituales tránsitos para compras u ocio que antes realizaban los extranjeros en estancias de trabajo, turistas llegados en cruceros, militares de la base y otras personas no inscritas como residentes en Gibraltar. Para los residentes en el Peñón no ha habido cambios, pueden transitar dentro de la nueva normalidad instaurada tras el Brexit, que se mantiene mientras duran las negociaciones del tratado que regulará la relación de Gibraltar con la UE a partir de ahora.

Desde el Ministerio del Interior se asegura que "no se han producido cambios en el control documental en la verja. Se está gestionando de la misma manera desde que el Brexit se hizo efectivo". Es decir, se está aplicando la normativa Schengen, como se hace desde el 1 de febrero de 2020 para los no residentes en el Peñón. 

Ante las quejas ciudadanas, con un debate abierto también sobre los distintos tipos de identificación existentes en el Peñón, el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, aseguró en su cuenta de Twitter que se dirigiría a las autoridades británicas y españolas. Aunque en principio fuentes del Peñón aseguraron que no se pronunciaría al respecto, por la tarde en declaraciones a la GBC el ministro principal ha recordado que mientras no haya un acuerdo específico para el paso fronterizo España está obligada a aplicar el Código Schengen, que incluye esas medidas. De él se exime temporalmente a los llanitos, pero, avisa a navegantes, en el caso de que no haya acuerdo ese será el punto de partida para todos los gibraltareños. Lo ocurrido en la Verja debe analizarse en el contexto más amplio de la realidad legal que tienen los ciudadanos británicos como resultado del Brexit, lamenta Picardo.

Este cambio en el control de la Verja ha coincidido con una situación especial en el Peñón. La llegada de dos submarinos nucleares, uno de Estados Unidos y otro británico, ha generado un importante trasiego por la Verja de militares sin justificación para acceder a España. La coincidencia de ambos buques es algo totalmente inusual, con una protesta ya formulada por Exteriores ante el Gobierno estadounidense por usar la base llanita teniendo la de Rota a escasos kilómetros. 

Por otra parte, las negociaciones entre la UE y Reino Unido siguen sin cerrarse a pesar de haber sobrepasado ya en dos ocasiones los plazos que se habían marcado, con una negociación "constructiva", según el Ministerio de Asuntos Exteriores, pero que sigue encallando en puntos clave. Conforme va pasando el tiempo, algunas de las exenciones provisionales que se habían adoptado van decayendo, como la aplicada a los transportistas hasta marzo o la relativa a la posibilidad de utilizar el permiso de conducir británico, que finalizará este mes. Desde Exteriores se asegura que se ha entrado en una "fase decisiva" de las negociaciones, pero no se ha vuelto a dar ningún plazo para su finalización.

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