Un mono de Gibraltar roba la kipá a un famoso cantante judío y el vídeo se vuelve viral en internet

El artista neoyorquino Yoni Z. vivió en la Upper Rock Nature Reserve un episodio entre bíblico y zoológico: un macaco le sustrajo la kipá y huyó por los árboles hasta que otro turista, casi por intervención divina, logró recuperarla

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Un mono de Gibraltar roba la kipá a un famoso cantante judío y el vídeo se vuelve viral en internet
G.S.G.

Gibraltar, 17 de noviembre 2025 - 11:21

Hay turistas que regresan de Gibraltar con una camiseta, otros con una foto del Estrecho, y luego está Yoni Z., que vuelve a Nueva York con una anécdota digna de incluirse en el Talmud de las cosas que pasan cuando viajas. En el vídeo —ahora convertido en juguete de las redes— se ve a este cantante judío, artista de proyección internacional, acercarse a una barandilla de la Upper Rock Nature Reserve, donde los macacos gobiernan desde mucho antes de que existiera Instagram.

Y entonces ocurre la escena. Un macaco, posiblemente doctorado en cleptomanía aplicada, le salta al hombro con la agilidad de quien no paga gimnasio. Tras medio segundo de convivencia intercultural, el animal ejecuta su maniobra maestra: le arranca la kipá, la pequeña gorra ritual que los judíos observantes llevan todo el día. Una kipá negra, para más señas: indicador inequívoco de que Yoni pertenece al universo ultraortodoxo, donde uno puede cambiar de continente pero no de cobertura craneal.

El macaco, satisfecho con su botín —un accesorio que quizás consideró minimalista y adecuado para el otoño—, huye hacia un árbol, ignorando las súplicas de Yoni, que lo llama con la desesperación de quien ha visto cosas peores pero aun así no estaba preparado para un robo litúrgico en pleno Peñón.

Mientras Yoni intenta recuperar su kipá por la vía diplomática, otro macaco entra en escena para recordarle, con un arañazo pedagógico, que aquí el turista no manda. Todo parecía encaminado a un relato triste —hombre piadoso pierde kipá ante mamífero arborícola— cuando interviene un tercer personaje: un turista anónimo, que, con un simple gesto de mano digno de Moisés separando aguas, convence al ladrón peludo para acercarse. El macaco salta del árbol al muro, y en un movimiento que haría llorar de emoción a cualquier árbitro de rugby, el visitante logra recuperar la kipá y devolvérsela a su dueño.

Yoni Z., que acumula más de 25.000 seguidores en Instagram y cuya vida mezcla música, milagros y supervivencia, suma ahora un capítulo inesperado: ha sido víctima del que quizá sea el robo más simpático —y kosher— del año.

El episodio del cantante no es una excepción cultural, sino un recordatorio de que los macacos de Berbería, únicos primates en libertad de Europa, están acostumbrados a los humanos… quizá demasiado. Las autoridades de Gibraltar llevan años insistiendo en que no se les toque ni alimente. No por celos, sino porque es ilegal y puede costar hasta 4.000 libras de multa. Además, cualquier bolsa abierta o gesto impulsivo puede desencadenar una escena como la del vídeo, solo que sin final feliz ni kipá recuperada.

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