Cómo visitar a los monos de Gibraltar sin correr riesgos: guía práctica para una experiencia segura
Los macacos de Berbería viven en libertad en la Reserva Natural del Peñón, pero su curiosidad y el contacto con los turistas pueden generar incidentes si no se siguen unas normas básicas de precaución
Así es la espectacular bajada del teleférico de Gibraltar: seis minutos de viaje entre Europa y África
Los famosos monos de Gibraltar, conocidos como macacos de Berbería (Macaca sylvanus) son una de las mayores atracciones del Peñón y los únicos primates que viven en libertad en Europa. Se encuentran principalmente en la parte alta de la Roca, dentro de la Reserva Natural, donde conviven en estado salvaje bajo la protección del Gobierno de Gibraltar.
Aunque acostumbrados a la presencia humana, no son animales domésticos. Su comportamiento responde al instinto, y un movimiento brusco, una bolsa abierta o un simple trozo de comida pueden desencadenar una reacción inesperada.
No es la primera vez que algún mono se sube a la mochila de algún turista para robarle la comida; y al resistirse, el animal termina mordiéndole. Estos son casos excepcionales, pero demuestran que la precaución es clave.
Las autoridades locales recuerdan que alimentar o tocar a los monos está prohibido por ley. Hacerlo puede acarrear multas de hasta 4.000 libras. Además, darles comida altera su comportamiento natural, fomenta la dependencia y aumenta la agresividad a largo plazo.
Consejos esenciales para una visita responsable
- No tocar ni alimentar. Es ilegal y puede ser peligroso.
- Evita llevar comida. Si la llevas, mantenla bien guardada y las mochilas siempre delante.
- No bloquees escaleras ni pasillos. En espacios estrechos pueden sentirse acorralados.
- No los mires fijamente ni de cerca. Mantén siempre la distancia y el tono tranquilo.
- Ciudado con las fotos. Sin flash, sin acercarse y nunca con comida a la vista.
- Si uno salta sobre ti, no lo agarres ni grites: quédate quieto, enderézate y deja que baje solo.
Cómo reconocer señales de advertencia
Un mono con la boca redondeada y las cejas elevadas te está diciendo "para". Si se rasca o se muestra nervioso, retrocede despacio: necesita espacio.
Observar a los macacos en su hábitat natural es una experiencia única, pero requiere respeto. Los monos son el alma del Peñón y merecen ser admirados desde la distancia, sin interferir en su vida salvaje.
También te puede interesar
Lo último