Defensa de Reino Unido revisa la seguridad en Gibraltar tras la creciente amenaza de Rusia con misiles hipersónicos
Las Fuerzas Armadas británicas mantienen reuniones de alto nivel en sus bases militares en el extranjero tras la escalada militar de Putin
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El estrecho de Gibraltar, ruta clave para el transporte y la logística de Rusia
Gibraltar/En agosto de 2023, el Ministerio de Defensa de Reino Unido se comprometió a invertir en Gibraltar como uno de los "cinco centros globales" que actúan "como trampolín" para su proyección militar en todo el mundo y que son "esenciales" para "combatir las amenazas actuales y futuras". Dieciséis meses después, el nivel de la intimidación de Rusia ha alcanzado cotas nunca vistas. El desarrollo, despliegue -e, incluso, las pruebas- con misiles hipersónicos rusos han elevado hasta límites inéditos el riesgo que supone la guerra contra Ucrania para los países occidentales. Reino Unido no teme, de momento, un ataque directo contra Gran Bretaña, pero otra cosa distinta son sus intereses militares en el extranjero, principalmente las bases de Gibraltar y Chipre, cuyo nivel de alerta se encuentra en revisión en las últimas semanas tras el cambio de escenario.
Putin ya ha comenzado a utilizar este armamento como respuesta al lanzamiento de misiles estadounidenses y británicos de largo alcance por parte de las Fuerzas Armadas ucranianas, en concreto el ATACMS de EEUU y el Storm Shadow de Reino Unido. El mes pasado, el presidente ruso dijo que su país había probado un nuevo misil de alcance intermedio en un ataque a Ucrania y que podía usarlo legítimamente contra los países que habían permitido que sus misiles atacaran a Rusia, en clara alusión a Reino Unido y EEUU. En este contexto cada vez más candente, el Ministerio de Defensa británico está revisando la seguridad en Gibraltar y Chipre, hasta el punto de que ya se han producido reuniones al más alto nivel para monitorizar la seguridad en ambos enclaves, según ha publicado el periódico británico The Telegraph. Está en estudio si es necesario introducir nuevas medidas de defensa preventivas frente a la nueva amenaza.
Aunque es una práctica habitual revisar el nivel de riesgo en todos sus emplazamientos militares, las amenazas actuales han introducido nuevos condiciones para el Ministerio de Defensa de Reino Unido, que de momento no ha realizado cambios en la “postura general de seguridad”, ni en las islas ni en las bases militares en el extranjero, donde se mantiene en "sustancial", lo que significa que un ataque es “probable”. De los cinco posibles niveles de amenaza, que van desde “bajo” a “crítico” (cuando un ataque es “muy probable en el futuro cercano”) en la actualidad el Peñón está en el medio.
El pasado mes de noviembre, el Yantar, un buque espía de la Armada rusa, fue localizado cruzando el Estrecho de Gibraltar, dirigiéndose al Mediterráneo, después de haber generado una creciente preocupación en varios países europeos por su comportamiento sospechoso en aguas próximas a infraestructuras críticas.
En respuesta a esta creciente presencia de barcos rusos en aguas europeas, la Armada española ha intensificado la vigilancia en el Estrecho de Gibraltar. El buque patrullero Vigía y las fragatas Méndez Núñez y Blas de Lezo están realizando un seguimiento de las unidades navales rusas que atraviesan el estrecho y otras zonas del mar Mediterráneo, en el marco de las operaciones de Presencia, Vigilancia y Disuasión (OPVD) bajo el control operativo del Mando de Operaciones (MOPS).
Un ministro del gabinete de Keir Starmer advirtió hace unos días que Rusia estaba preparada para lanzar una ola de ataques cibernéticos que podrían "apagar las luces de millones de personas". Pat McFadden, quien supervisa la política de seguridad nacional y amenazas estatales, dijo en una conferencia de la OTAN el mes pasado que Putin estaba dispuesto y era capaz de desencadenar un ataque electrónico “desestabilizador y debilitante” contra el Reino Unido y que Rusia es “excepcionalmente agresiva y temeraria en el ámbito cibernético” y quiere obtener una “ventaja estratégica y degradar a los estados que apoyan a Ucrania”.
El pasado mes de mayo, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zakharova, lanzó una amenaza que hacía meses que flotaba en el ambiente: Moscú no dudará en tomará represalias contra Reino Unido con ataques contra objetivos militares si Ucrania utiliza armas británicas para atacar territorio ruso. Zakharova dijo a los periodistas que en tal escenario podrían alcanzarse enclaves británicos "en el territorio de Ucrania y más allá de sus fronteras". De hecho, precisó que los posibles objetivos incluyen no sólo bases en la zona de guerra, sino también instalaciones militares en Gibraltar, las Islas Malvinas y algunas en África, como Sierra Leona.
El uso de este arsenal hipersónico ruso ha planteado serios retos tanto para Ucrania como para las potencias internacionales. Los misiles de estas características destacan por alcanzar velocidades que superan en cinco o más veces la del sonido, lo que les permite llegar a sus objetivos antes de ser detectados o interceptados. Esta tecnología ofrece precisión y flexibilidad, con la capacidad de realizar maniobras evasivas en pleno vuelo. El principal es el Oreshnik, un misil antiguo que ha sido optimizado para distancias más cortas (5.500 kilómetros), es decir, gran parte del continente europeo con mayor nivel de precisión. Vladímir Putin destacó el Oreshnik como un ejemplo de la superioridad tecnológica de la industria militar rusa. Ya se encuentra en producción masiva.
El Kinzhal, que significa "daga" en ruso, es una de las armas más sofisticadas desarrolladas por Rusia. Este proyectil, capaz de alcanzar velocidades hipersónicas de hasta Mach 10 (12.250 km/h, aproximadamente), destaca por su habilidad para evadir los sistemas de defensa más avanzados. Puede portar tanto ojivas convencionales como nucleares, y tiene hasta 3.000 kilómetros de alcance. Su maniobrabilidad lo hace prácticamente indetectable.
El jefe del Estado Mayor de la Defensa británico, ael lmirante Sir Tony Radakin, afirmó en su conferencia anual el pasado miércoles: "El mundo ha cambiado. El poder mundial está cambiando y nos encontramos ante una tercera era nuclear. La era de la competencia entre Estados, fundamentalmente a través de la geoeconomía, ha dado paso a un resurgimiento de la geopolítica, que durará décadas. Es imperativo convertir a la Defensa en una organización orientada al exterior y con visión de futuro, centrada exclusivamente en lograr que la nación sea segura en el interior y fuerte en el exterior". Gibraltar se encuentra en el eje de esa estrategia como nunca antes.
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