El vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea para Relaciones Interinstitucionales, Maros Sefcovic, ha destacado este miércoles el "ambiente constructivo" en las negociaciones sobre el encaje de Gibraltar tras el Brexit que llevan a cabo España y la UE con Reino Unido. Para Sefcovic, las conversaciones están "en pleno apogeo" mientras que Londres había descartado el martes un acuerdo inmediato.

"Las negociaciones sobre Gibraltar son muy delicadas. Además, técnicamente, extremadamente exigentes. Pero lo que valoro muy positivamente es el ambiente constructivo. Los equipos están trabajando muy bien juntos", ha dicho Sefcovic en una rueda de prensa tras la reunión del Colegio de Comisarios.

El máximo responsable comunitario de este proceso ha señalado que los negociadores de la UE y del Reino Unido están "en contacto muy estrecho con nuestros colegas españoles".

El político eslovaco ha considerado que, tras haberse celebrado numerosas rondas de negociación a nivel técnico, las partes deberían pasar a "una evaluación del progreso a nivel político". Y ahora están buscando "la mejor manera y la mejor fecha para organizarnos y poder tener esa evaluación política en un corto periodo de tiempo", ha indicado.

"Ahora estamos en la fase en la que creemos que tenemos que hacer un balance político" de las negociaciones sobre varios de los temas tratados a nivel de los equipos técnicos y de los negociadores principales, ha insistido Sefcovic.

"Espero una muy buena discusión a nivel político, pero todavía estamos ultimando los detalles, las fechas, y una vez que esto esté claro para todas las partes, nos reuniremos", ha reiterado.

La víspera, fuentes del Ministerio español de Asuntos Exteriores reconocieron acercamientos decisivos en puntos importantes en la negociación sobre el encaje de Gibraltar y destacaron una dinámica "muy positiva" y que habrá muy pronto una reunión entre las partes.

Según informó este lunes el diario británico The Times, España y el Reino Unido estarían a punto de firmar el acuerdo una vez que parecen estar superándose las reticencias británicas al uso y control del aeropuerto.