Reino Unido refuerza a Gibraltar como base de submarinos nucleares con un centenar de escalas desde 2000

Seguridad

La base naval del Peñón ha acogido a estos sumergibles durante más de 600 días, a menudo para reparaciones para las que no esta preparada

España sigue sin elaborar un plan de emergencia nuclear para la comarca 23 años después del 'Tireless'

Operación en torno al HMS Audacius en Gibraltar, este sábado.
Operación en torno al HMS Audacius en Gibraltar, este sábado. / Erasmo Fenoy

Cuando el 7 de mayo de 2001, el HMS Tireless abandonó la Bahía de Algeciras, sus habitantes respiraron aliviados. Quizás aquello de haber tenido un submarino de propulsión nuclear averiado en la puerta de la casa durante 353 días había sido un mal sueño que no se volvería a repetir. Lo que no se podía intuir entonces es que, 22 años después, las escalas de estos polémicos sumergibles ingleses y estadounidenses a la base naval de Gibraltar alcanzarían el centenar, que los 270.000 vecinos del Campo de Gibraltar estarían expuestos al riesgo de un accidente durante más de 600 días y que sus llegadas incluso se incrementarían con los años, sobre todo a raíz de que comenzara el proceso del Brexit, con algunos altibajos.

Incisivo, magnífico, astuto, incansable, glorioso, audaz. En cualquier parte de España podrían ser los adjetivos con los que un cronista deportivo elogiara a la nueva perla de la cantera de cualquier club de fútbol. Pero no aquí, en el Campo de Gibraltar, donde todo el mundo sabe que son nombres y, además, bastante inquietantes. Así se llaman, traducidos al español, algunos de los submarinos de propulsión nuclear que atracan en el Peñón a pesar de algunas protestas del Gobierno de España -sobre todo en el pasado- y de la alarma dado por el colectivo ecologista Verdemar, que las considera "bombas flotantes" que ponen en serio riesgo a la población de ambos lados de la Verja porque a menudo se reparan en un muelle que no está preparado para ello.

Este viernes llegó a la base naval de Gibraltar el último, el HMS Audacious, a cuyo lado puede verse durante el fin de semana una enorme grúa amarilla que indica que no está aquí para cargar cajas de agua mineral. La reacción de la población ahora es la indiferencia, nada que ver con lo que se vivió entre el 19 de mayo de 2000 al 7 del mismo mes del año siguiente, cuando el HMS Tireless permaneció en la base naval de Gibraltar por una avería en el circuito primario de refrigeración de su reactor nuclear. Antes de eso sólo se recuerda la escala de un submarino estratégico (el 26 de noviembre de 1998, el HMS Vanguard). El Tireless provocó un movimiento popular de rechazo en el Campo de Gibraltar como nunca se ha conocido, acompañado de una tormenta política también inédita. Hubo tres manifestaciones multitudinarias, en contra del uso del puerto de la colonia para la reparación de embarcaciones con propulsión nuclear. Miles de personas temían por el riesgo que suponían estos trabajos en un muelle que no estaba -ni está- preparado para ello.

Según sostiene en sus publicaciones el capitán de navío Ángel Liberal Fernández, una autoridad en el pasado y el presente del carácter militar de la Roca, Reino Unido y EEUU utilizan para las escalas de los submarinos nucleares el muelle sur, que tiene capacidad para dos amarres a la vez, denominados atraques 49 y 50. Tiene 1.080 metros de los que los 648 situados más al norte son de uso exclusivamente militar. Estos muelles están considerados, dentro de la clasificación británica, como muelles Z, es decir, capacitados para atraque de buques de propulsión nuclear, pero solo con fines operativos o de descanso de tripulaciones, no para reparaciones de su sistema de propulsión. Durante la escala del Tireless, sin embargo, fue calificado temporalmente de muelle X, los que la Royal Navy considera adecuados para llevar a cabo trabajos de seguridad radiológica.

Este muelle tiene unas "limitaciones significativas". "El combustible lo suministran con gabarras. La energía eléctrica, mediante generadores portátiles porque la que produce Gibraltar no ofrece la calidad necesaria; hasta fecha reciente eran de una empresa española; tenían que pasar por la verja y eso era un engorro así que en 2014 instalaron dos generadores Burtonwood fijos. Su resultado es dudoso; en los últimos meses han tenido que contratar generadores auxiliares provisionales".

El ancho de los muelles es de sólo 23 metros, continúa. "Una parte importante de su longitud la ocupan, entre otros, almacenes de material general, locales administrativos, el cuartelillo de los buceadores, una cámara hiperbárica y un depósito de oleosas. Estas construcciones tienen unos 10 metros de ancho y dejan poca superficie para la maniobra. No sería la primera vez que se va al agua un camión con su remolque. Es muy llamativa la cantidad de contenedores que hay por todos los rincones".

"En los comunicados de la base naval se abusa de términos como 'descanso de las dotaciones' o 'escala programada'; en realidad son eufemismos que ocultan el motivo de las entradas que suelen ser para reparaciones. Ocasionalmente se incluye la carga/descarga de misiles Tomahawk y de torpedos Spearfish. Está claro que no tiene sentido que un SSN (un submarino nuclear de ataque), construido para permanecer oculto bajo la superficie del mar, se pase varios días en un sitio tan vulnerable como esta 'ratonera' en la bahía de Algeciras", subraya Liberal.

¿Por qué siguen viniendo estos sumergibles a la Roca? Lo explica el periodista y experto en asuntos militares Luis Romero Bartumeus en los Cuadernos de Gibraltar publicados por la Universidad de Cádiz: "La Royal Navy mantiene su base avanzada en Gibraltar porque le ofrece una posibilidad de diversificar sus lugares de atraque y reparación de submarinos, además de avituallamiento, en una zona de innegable interés estratégico a caballo entre el Atlántico y el Mediterráneo. Además, en Gibraltar los submarinos británicos se encuentran mil millas más cerca de sus zonas de operaciones y de adiestramiento ventajoso en el mar de Alborán, tradicionalmente utilizado para sus ejercicios dadas sus excelentes condiciones meteorológicas".

El muelle sur de Gibraltar, con una patrullera en la zona del sumergible.
El muelle sur de Gibraltar, con una patrullera en la zona del sumergible. / Erasmo Fenoy

"Operan en el Mediterráneo -afirma Liberal al respecto- por lo que resulta más barato repararlos aquí que en Reino Unido. Algo similar podría decirse de los americanos. Algunos británicos son muy viejos pero también entran otros nuevos, demostrando la falta de calidad de sus equipos, averiados una y otra vez", consideran el capitán de navío, que critica el "entusiasmo" con el que los reciben los gibraltareños. "Están tan ciegos que no ven ni el peligro ni la contradicción que suponen. Tanto más contentos están cuantos más SSN entran, aunque estén averiados y su inmovilidad suponga un riesgo añadido; no creo que la Royal Navy comparta su felicidad. Tampoco deben compartirla las más de 250.000 personas –la inmensa mayoría españoles- que viven en la bahía de Algeciras sometidas a unos riesgos que no les corresponden", apostilla.

El riesgo de un accidente con un submarino nuclear no es un peligro para el futuro, sino que ya ha ocurrido en la Bahía del Algeciras. En agosto de 2002, sostiene Verdemar, se perdió una pieza radioactiva en el fondeadero de Gibraltar. El 20 de julio de 2016, el submarino de propulsión nuclear HMS Ambush colisionó con el Andreas, un buque cisterna de productos químicos, cuando emergía cerca de Gibraltar. El accidente pudo ocasionar un desastre de consecuencias incalculables para la comarca, que vivió durante diez días sumida en la preocupación, sobre todo después de la idea inicial de la Royal Navy de reparar los daños en el puerto gibraltareño, que no está preparado para semejante operación. Finalmente el Ambush se marchó para ser arreglado en Reino Unido.

Reino Unido siempre anticipa a España la llegada de un submarino nuclear a Gibraltar y el Gobierno español intentó hace años que estos fueran desviados a Rota rebajando la exigencia del plazo de días con el que los británicos tienen que avisar.

Sin plan de emergencia

En España hay cinco centrales nucleares, todas abiertas durante los años 80. Cada una tiene sus planes de emergencia interior y exterior, en los que se definen las medidas que deben tomarse para proteger a los vecinos que residen en las poblaciones cercanas en caso de accidente. Estos planes de emergencia no existen en el Campo de Gibraltar a pesar del aumento de las llegadas de submarinos nucleares. Tampoco en Rota, aunque allí la Armada sí cuenta con uno interior. También lo tiene Gibraltar, pero, como subraya Romero Bertumeus, "exclusivamente limitado al interior del territorio que permanece bajo soberanía británica, lo que habitualmente se denomina zona I, de dos kilómetros de diámetro, y no por lo que se refiere al resto de poblaciones de la bahía de Algeciras, ni siquiera al municipio de La Línea de la Concepción que simplemente se encuentra separado del muelle sur de la base gibraltareña por poco más que esa distancia".

El 'Tireless', en una visita a la Bahía de Algeciras.
El 'Tireless', en una visita a la Bahía de Algeciras. / Erasmo Fenoy

El objetivo de este plan exterior es el de proteger a la población de Gibraltar ante cualquier incidente "que implique la liberación de productos de fisión radioactivos asociados con una planta de energía nuclear a bordo de un buque de propulsión nuclear". Los redactores del mismo señalan "el riesgo de liberar productos de fisión radiactivos desde un buque de propulsión nuclear por el incidente de su reactor se considera remoto". "En el centenar de páginas de que consta el plan, en ninguna de ellas se cita ni una sola vez la conveniencia, posibilidad o necesidad de contactar o informar a las autoridades españolas del otro lado de la verja, sea cual sea el grado de emergencia que se declare", manifiesta el experto.

Cuando la Junta de Andalucía sometió a información pública su proyecto de Plan Territorial de Emergencia de Andalucía, en 2011, el grupo Verdemar-Ecologistas en Acción presentó una serie de alegaciones en las que fundamentalmente se refería a distintas cuestiones que afectaban al polígono industrial de la Bahía, pero en las que también se recordaba la existencia de una base militar en Gibraltar "donde se reparan y llegan submarinos de propulsión nuclear" y que nada se preveía ante una posible emergencia nuclear. La alegación no recibió respuesta.

En septiembre de 2017, los entonces diputados del Grupo Socialista Miguel Ángel Heredia y Salvador de la Encina, presentaron una Proposición no de Ley en el Congreso de los Diputados relativa a la formulación de Planes de emergencia específicos sobre radiación nuclear para los municipios de las bahías de Algeciras, Cádiz y Rota ante la posibilidad de una fuga radioactiva procedente de un submarino.

La Armada tiene ordenado realizar mediciones del medio marino cada vez que un submarino nuclear recala en Rota y en Gibraltar, para lo cual cuenta con equipos específicamente formados para ello, lo que facilita que en caso de una emergencia el Gobierno español pueda contar con información propia. A esto se suman los dispositivos que en las dos bahías tiene desplegados Protección Civil para la medición de la radiación en la atmósfera.

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