El PSOE apuesta por la cosoberanía durante décadas como "transición"
El portavoz de Exteriores en el Senado, José Carracao, cree que es la solución "más realista" y añade que se dotaría a los gibraltareños de un "amplio margen" de autogobierno. Reclama el apoyo del Partido Popular
El portavoz del Ministerio de Exteriores del PSOE en el Senado, José Carracao, afirmó ayer que la solución "más realista" para resolver el litigio de Gibraltar sería la soberanía compartida entre España y el Reino Unido durante varias décadas, como paso previo para recuperar el dominio total del Peñón.
Carracao considera "inviable" que el Reino Unido devuelva la colonia a corto plazo después de tres siglos de contencioso, por lo que se ha inclinado por una fase de "transición" en la que compartiese la soberanía con España.
"Puede ser un primer paso importante, vivir unos años de experiencia compartiendo la soberanía, y vamos a ver cuando pasen equis años, 30, 40, 50 años, qué sucede", explicó.
El senador por Cádiz recordó que España y Reino Unido estuvieron a punto de pactar esta fórmula en 2002, pero el relevo de Josep Piqué por Ana Palacio al frente del Ministerio de Exteriores y las reticencias de la Marina británica a ceder parte del control de la base militar impidieron la firma.
Para José Carracao, "se debería recuperar" esta idea y buscar un acuerdo en el que las partes salvaran el "orgullo patriótico" y "todo el mundo se sintiera cómodo", incluidos los gibraltareños.
El portavoz socialista añadió que se tendría que "respetar la voluntad" de los habitantes de la colonia británica, a los que se daría un margen de "autogobierno lo más amplio posible" y un "enclave en las instancias europeas".
Carracao apuntó que la clave para reanudar las conversaciones sobre la soberanía de la colonia y de las aguas que la rodean después de ocho años interrumpidas es la disposición que tenga el nuevo primer ministro británico, el conservador David Cameron.
Su número dos, Nick Clegg, aseguró el pasado 11 de junio en Madrid que su país no negociaría con España la soberanía del Peñón o su cambio de estatus sin el visto bueno de los yanitos.
Clegg añadió que la intención por ahora es seguir trabajando en el Foro de Diálogo en el que participan España, Reino Unido y Gibraltar desde 2004 para acordar medidas en beneficio de la población de ambos lados de la Verja.
Según Carracao, con el anterior Ejecutivo laborista de Gordon Brown, "la cosa estaba más o menos en un grado de temperatura adecuado para sentarse a hablar de la soberanía", cedida a la Corona británica por el Tratado de Utrecht que se firmó en 1713.
Hasta dar este paso, se ha inclinado por seguir apostando por el Foro para concretar acuerdos como el de intercambio de datos fiscales o el de cooperación en las aguas del Peñón, tanto en materia de seguridad como de catástrofes medioambientales.
El senador socialista pidió al Partido Popular (PP) que apoye al Gobierno, en lugar de "meter el dedo en el ojo" y hacer de Gibraltar un asunto de enfrentamiento entre partidos.
En este punto, consideró que no favorece la defensa de los intereses españoles la implantación de un peaje a los turismos que quieran entrar en la colonia a través de La Línea de la Concepción.
Carracao negó que las autoridades gibraltareñas estén haciendo rellenos en la cara este del Peñón para ganar terreno al mar, como ha denunciado el PP. Según el parlamentario gaditano, el proyecto de construir viviendas en estos rellenos "está parado desde hace dos años" y lo que se deposita en esa zona son escombros de las obras de ampliación del aeropuerto.
La propuesta de la soberanía compartida data de antiguo. Ya en 1997 el ministro de Exteriores del PP Abel Matutes la puso sobre la mesa en una reunión entre España y el Reino Unido el 10 de diciembre de ese año. En esa cumbre, Matutes ofreció un periodo de cosoberanía y la doble nacionalidad para los gibraltareños.
Fue el 15 de marzo de 1999 cuando la propuesta del ministro obtuvo el respaldo unánime de todos los partidos del arco parlamentario y el propio Carracao pidió al ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, en enero del año 2000, que aceptase la oferta de Abel Matutes.
El senador socialista dijo entonces que era una propuesta "honrosa", "muy generosa" y el "único camino posible ya que todos los demás conducirán a los gibraltareños a la frustración".
El proceso lo continuaron Josep Piqué y después Ana Palacio y finalmente no se cerró ningún tipo de acuerdo en torno a la cosoberanía del Peñón, a la que siempre se mostraron contrarios el Gobierno de Gibraltar y la oposición.
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