La negociación del Brexit se queda de nuevo en punto muerto a falta de apenas diez semanas para que se materialice la salida de Reino Unido de la Unión Europea, con o sin acuerdo. 

El Ejecutivo de Boris Johnson tensa un poco más la cuerda en la recta final del proceso negociador entre Londres y Bruselas. Ya lo había avisado el viernes cuando se mostró dispuesto a dar carpetazo a las negociaciones al advertir a la Unión Europea (UE) de que, a menos que haya un cambio "fundamental" en su posición, el Reino Unido romperá con el bloque comunitario sin acuerdo.

Ahora, el representante británico, David Frost, ha pedido a su homólogo comunitario, Michel Barnier, que no vaya a Londres a negociar este lunes “porque no hay base alguna para negociar”. Esta ruptura unilateral de la negociación, recogida este domingo por todos los medios de comunicación británicos, aproxima el escenario de un Brexit duro a partir del 1 de enero. La UE incluso había planteado intensificar las conversaciones. 

En España se mantiene cierta preocupación por el devenir de los acontecimientos, especialmente por la repercusión negativa que tendría de un Brexit sin acuerdo en Gibraltar y el Campo de Gibraltar. 

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, afirmó el viernes que la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) "tendrá consecuencias por mucho que haya un acuerdo", por lo que pidió estar "preparados" para afrontar el Brexit. El jefe del Ejecutivo hizo hincapié en que aún quedan temas pendientes de negociar que afectan a España de forma directa, entre ellos, el de Gibraltar, por la situación en la que va a quedar la colonia británica.