Félix Álvarez denuncia en el juzgado a un guardia civil de la Aduana

El presidente del Grupo por la Igualdad de Derechos (GGR), Félix Álvarez, confirmó ayer que el sábado interpuso una denuncia en los juzgados de La Línea contra un agente de la Guardia Civil adscrito a la Aduana por agredirle y tratarle de forma "ilegal, inhumana e intimidatoria".

En la nota, Álvarez explicó que llegó a la Aduana sobre las 19:50 horas con dos paquetes de cigarrillos en sus manos. Al entrar, había dos guardias civiles, uno de los cuales le solicitó el DNI. Acto seguido, le emplazó a dirigirse a la zona de control, donde facilitó sus datos. El presidente del GGR aprovechó para preguntar a la mujer que había tomado sus datos si podría volver a sacar tabaco a lo largo del mes, a lo que ella respondió que no.

Álvarez agregó que cuando se disponía a abandonar el edificio de la Aduana, escuchó gritar al guardia civil, dirigiéndose a él. "Cuando me acerqué, pude comprobar que me estaba acusando de reírme y sonreír, algo que no era cierto. De todas formas, incluso aunque hubiese sido verdad, no creo que exista ninguna prohibición expresa que impida reírse en esas instalaciones", puntualizó.

Según el denunciante, el guardia civil se dirigió entonces a él y le agarró del cuello "de forma violenta. Me encaminó entonces, de forma humillante y ruda, a una pequeña habitación. Una vez que cerró la puerta, el agente me golpeó en la cara, el cuello y la cabeza. También recibí un golpe en el pecho. Durante todo ese tiempo permanecí callado. Sólo hablé para decir que no entendía por qué me estaba tratando de esa forma", indicó.

El presidente del GGR añadió que, a continuación, el funcionario le registró "de la cabeza a los pies. No encontró nada. Ya al final, levantó su puño derecho, lo apretó y lo puso delante de mis ojos. Me dijo: Te voy a romper la cabeza. Ahora ve donde quieras y denúnciame".

Según Álvarez, el guardia abrió entonces la puerta y le empujó hacia fuera. "Vi al otro agente y a la mujer, que parecían consternados. Abandoné el edificio en estado de shock y con un fuerte dolor en mi cara, cuello y cabeza", dijo.

Al día siguiente, acudió al médico para obtener un parte y acudió al juzgado de guardia para interponer la denuncia. Félix Álvarez ha informado además de lo ocurrido al gobernador de Gibraltar y al comisario de la Policía del Peñón, a pesar de que los hechos ocurrieron en España.

"Ninguna persona debe ser objeto de un trato tan ilegal, intimidatorio e inhumano. Quiero dejar claro que ésta no es una denuncia anti-española, ya que este tipo de comportamiento puede darse en cualquier lugar", alegó.

Este diario contactó ayer con la Guardia Civil, que se limitó a comentar que los hechos que son objeto de denuncia son competencia de la autoridad judicial.