El foco de atención de toda la comarca fue ayer el puerto de Gibraltar. Una explosión y el posterior incendio de dos tanques dedicados al tratamiento de residuos oleosos situados en la zona de North Mole, muy cerca de la terminal de cruceros, provocó heridas de diversa consideración a al menos 14 personas, una de ellas grave.  El Gobierno del Peñón informó en un comunicado oficial que el suceso ocurrió a las 15:35, cuando un tanque que contenía "una mezcla de agua y combustible usado" explotó por causas que aún están por determinar. "En ese momento, dos trabajadores se encontraban en la parte superior del tanque soldando", indicó el ejecutivo del Peñón.

Uno de los soldadores, linense de 41 años, sufrió heridas de gravedad. Fue atendido en la unidad de Urgencias del hospital de San Bernardo, donde fue estabilizado y preparado para su traslado a la unidad de quemados del hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Las heridas que sufrió el otro trabajador, de 25 años y también español, no ponen en peligro su vida. El resto de los damnificados por la deflagración eran viajeros del Independence of the Seas, crucero de la compañía Royal Caribbean que en el momento de la explosión se encontraba muy cerca de los tanques. Sufren quemaduras leves y otros daños derivados de la onda expansiva. Uno de ellos se rompió un hombro. El barco, que partió de manera inmediata tras sufrir daños de poca envergadura, estaba al cierre de esta edición rumbo a Cannes (Francia).

Hasta el lugar del siniestro se desplazaron los servicios de emergencia para extinguir las llamas, que al cierre de esta edición aún no había sido controlado. Tres unidades de la Brigada de Bomberos de Gibraltar y dos del Servicio Anti-Incendios y de Rescate del Ministerio de Defensa, un total de 32 efectivos, permanecían desplegados en la zona junto a tres remolcadores con surtidores de agua.

Para apoyar estas tareas, el Gobierno contrató los servicios de dos remolcadores anti-incendios de una empresa española y salvamar de Salvamento Marítimo Luz de Mar fue puesta a disposición del Peñón por las autoridades españolas.

El número 6 de Convent Place indicó también en su comunicado que la operación estaba centrada no solo en la extinción del fuego, sino también en el enfriamiento de los tanques adyacentes que componen la planta para evitar su explosión. Sin embargo, a las 19:40 la columna de humo se hizo aún más densa, negra y visible. Un segundo tanque salió también ardiendo, lo que agrandó el fuego, con llamas visibles incluso desde el otro lado de la Bahía de Algeciras, y obligó a retirar a los cinco bomberos que en ese momento estaban desplegados en tierra para luchar contra el incendio. Desde ese instante, las tareas para erradicar el fuego se trasladaron al mar en su totalidad.

Con respecto a la población, el Gobierno aseguró que tanto la Brigada de Bomberos como la Agencia de Medio Ambiente consideraban que no era necesario evacuar a los residentes más cercanos, aunque sí se aconsejó que permanecieran en casa y con las ventanas cerradas como medida de precaución contra el humo. 

El puerto, por su lado, quedó desalojado como medida de prevención de mayores riesgos, el aeropuerto también quedó inutilizado, si bien la verja quedó abierta para quienes decidieran salir del Peñón, aunque los consejos eran quedarse en casa y seguir la GBC, que fue adelantando información y consejos a la población mientras mantenía una cámara emitiendo en directo. El nerviosismo cundió entre la población, el tráfico en las carreteras se hizo denso por momentos y las líneas telefónicas también se colapsaron.