La portada de la semana
La naturalidad de María José Suárez al hablar de su presunta relación con Iker Casillas
En la más trágica jornada que ha visto Valencia en décadas, el martes 29, se ha conocido en este viernes que el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, estuvo tres horas ausente ya que estaba almorzando con la periodista Maribel Vilaplana, llamada a dirigir A Punt, la cadena autonómica valenciana. El lugar de ese almuerzo fue El Ventorro, un entrañable restaurante de cocina tradicional y que es muy popular entre los valencianos y concurrido por profesionales del mundillo judicial, sanitario o de la dirección de empresas. Este frecuentado local se encuentra en la calle Bonaire, cerca de la sede de la Generalitat valenciana y habrá sido elegido en otras ocasiones por los dirigentes para comer bien, razonable de precio (tirando hacia arriba). Y también rápido, por su servicio y atención. Ojo, un lugar que no "te exige mucho tiempo" en la mesa.
Así precisamente lo define un experto en la gastronomía valenciana y divulgador de sus productos autóctonos como Santos Ruiz, embajador de los arroceros valencianos. Hace exactamente un año, en el periódico Levante, Santos hacía una crónica y ficha de El Ventorro para desentrañar sus bondades y buen hacer. Una casa de comidas de siempre, sincera, de kilómetro cero y arraigada a los orígenes de los sabores locales, que distribuye en tres plantas. Un local que funciona desde 1967. "Sin inventar nada, sin intentar sorprender. Cocina de mercado pura y dura", explica el experto sobre este restaurante valenciano "de otros tiempos, y eso no es necesariamente malo".
El propietario del local, Alfredo Romero, es quien cuenta a los comensales los platos que hay, sin carta y sin precios a la vista, pero la cuenta siempre es razonable y ajustada. Tampoco se puede ver el menú en la web de El Ventorro, destinada sobre todo para dar a conocer las latas de conserva que comercializa este local. A través del reportaje de Santos se conoce lo que ofrece este restaurante como vieiras con habitas y foie, sepionets (chipirones) guisados o salmonetes fritos, junto a guisos de siempre como verdinas con perdiz o judías pintas con chorizo. La bodega de la casa es algo escueta pero de calidad.
La crónica publicada en Levante en diciembre del año pasado habla de que es un lugar donde profesionales como notarios, abogados, empresarios o médicos, que comen siempre fuera de casa, acuden siempre que pueden porque su menú nunca cansa, con comidas ricas y saludables.
"Comer en El Ventorro no te hipoteca la tarde. Ni te exige mucho tiempo , ni te provoca una pesada digestión", observa Santos Ruiz en este artículo sobre el restaurante de aquel fatídico martes donde estuvo Mazón. El propietario de El Ventorro sólo quiere que sus clientes "coman, charlen, que pase una buena tarde en su casa y que vuelvan lo antes posible".
También te puede interesar
La portada de la semana
La naturalidad de María José Suárez al hablar de su presunta relación con Iker Casillas
Un giro radical
¿Qué ha sido de Carmen Bazán, la madre de Jesulín de Ubrique?
Lo último
Real Balompédica Linense | Segunda Federación
Fran Tena, un "ganador de duelos" que llega a la Balona "para ayudar"