El anuario 2019 escribe sus últimas páginas y es momento de hacer balance, también para la realeza europea, que ha tenido como protagonista principal, para bien y para mal, a la Corona británica. La llegada al mundo de Archie Mountbatten-Windsor, el primer hijo de los Duques de Sussex, en mayo estuvo muy lejos de calmar los ánimos entre algunos de sus miembros, como su padre, Harry, y su tío, William, entre los que parece haberse abierto un abismo desde que el hijo pequeño del príncipe Carlos contrajo matrimonio con la estadounidense Meghan Markle. En el último viaje a Sudáfrica se confirmó (vía entrevista televisiva) la brecha entre los dos hermanos. "William y yo estamos en caminos diferentes", aseguró el hijo de Diana de Gales, que estaría pasando las fiestas en Canadá junto a su familia.
Esta entrevista a la cadena ITV, así como la intención de Harry de llevar a los tribunales a los que se atrevan a lanzar acusaciones falsas contra su mujer, y la ausencia del matrimonio en Sandringham, donde tradicionalmente pasa la Navidad todo el clan, han colmado la paciencia de la reina Isabel II, que empezó su discurso navideño dando la bienvenida a su octavo bisnieto.
No obstante, este no es el mayor de los problemas para la soberana. El escándalo de los abusos a menores cometidos por el empresario Jeffrey Epstein ha salpicado de lleno a la institución monárquica. La amistad que unió durante años al príncipe Andrés con el financiero neoryoquino, tachado como un depredador sexual, y la acusación de abuso lanzada por Virginia Giuffre contra el duque de York, hizo tambalear, una vez más, los cimientos de Buckingham Palace.
Beatriz, máxima perjudicada
La desacertada entrevista concedida por el ex marido de Sarah Ferguson a la BBC provocó una reunión de máxima urgencia que desenvocó en su retirada pública. Una decisión que ha tenido efectos colaterales, sobre todo en la vida de su hija Beatriz de York, obligada a retrasar su fiesta de compromiso y cuya boda con Edoardo Mapelli Mozzi no será anunciada hasta después de Año Nuevo por petición expresa de su abuela. Desgraciadamente, los últimos acontecimientos marcarán su enlace, que no tendrá el mismo boato que el de su hermana y estará señalada por el morbo de verla del brazo de su padre tras meses de retiro.
Icono Carlota, en ascenso
Todo lo contrario a la boda de ensueño de Carlota Casiragui y Dimitri Rassam, primero por lo civil en el Palacio de Mónaco y, posteriormente, la ceremonia religiosa en la Provenza francesa. Las instantáneas de ambas celebraciones demuestran la elegancia de la nieta de Grace de Mónaco,heredera de su magnetismo, convertida en un icono de moda y en una de las celebrities mejor vestidas de este 2019.
Un año que marca un punto de inflexión en la vida de la princesa Leonor. La primogénita del rey Felipe VI y la reina Letizia hizo su primer discurso como Princesa de Asturias, una intervención igual de breve que la que llevó a cabo su padre hace 39 años y en la que no ocultó su emoción: "Este momento será inolvidable para mí. Como dijo mi padre, es un día que llevaré siempre en lo más profundo de mi corazón", subrayó la heredera al trono, cuyos looks empiezan a marcar tendencia, así como los de su hermana Sofía. Ambas se embarcan en la travesía de la adolescencia con gustos muy personales, lejos de los coordinados que marcaron sus respectivas infancias. ¿Lograrán hacer sombra a su madre en esa faceta? Una cuestión de tiempo...
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