“Yo soy una Miranda y voto a Cynthia”. Ese es el lema que se lee en las bolsas y camisetas promocionales. Casi 15 años han pasado desde que acabara la rompedora serie de la HBO Sexo en Nueva York y Cynthia Nixon, que interpretaba en esta producción a la exitosa y agitada abogada Miranda Hobbes, aspira a ser gobernadora del estado neoyorquino, aunque ha caído en su primera intentona. Ha perdido annte el actual gobernador Andrew Cuomo en las primarias del Partido Demócrata. Las elecciones para gobernador se celebrarán el 6 de noviembre.
“¿Y qué significa ser una Miranda en 2018? Significa que uno define por sí mismo su vida, que uno defiende lo que es correcto y que apoya a otras mujeres”, explicaba Nixon, que tiene 52 años. “Para mí significa utilizar mi pasión por la Justicia en todo, especialmente en la educación y en la reforma del sistema de justicia penal para hacer de mi estado natal, Nueva York, un lugar mejor para todos. Por ello me presento a gobernadora. Creo que Miranda votaría a Nixon como gobernadora”, asegura. Por ahora tendrá que aguardar a la siguiente elección.
El salto de la actuación, o también de la música, a la alta política no es una rareza en Estados Unidos. El más conocido es el caso del presidente Ronald Reagan (1981-1989), que antes de emprender una carrera política rodó decenas de películas y series de televisión estando bajo contrato con los estudios Warner Bros. El ex gobernador de California Arnold Schwarzenegger (2003-2011) se hizo famoso, entre otros, por las películas de Terminator y llegó incluso a ganar un Globo de Oro. Tanto Reagan como Schwarzenegger tienen una estrella en el Paseo de la Fama en Hollywood.
El ex luchador profesional Jesse Ventura se convirtió en 1998 en gobernador de Minnesota. El cantante de pop Sonny Bono (1935-1998) fue primero alcalde de Palm Springs, en el estado de Califonia, y en 1994 elegido diputado en la Cámara de Representantes. La estrella de cine Shirley Temple (1928-2014) no consiguió en 1967 la candidatura al Congreso, pero posteriormente fue nombrada embajadora. Clint Eastwood fue en los años 90 el alcalde de la localidad californiana de Carmel durante dos años.
El actual inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, recabó experiencia delante de la cámara con su talent show El aprendiz, donde despedía a los novatos que no estaban a la altura de sus expectativas en los negocios. Estas apariciones televisivas le dieron el rédito ante el público que lo catapultó hasta la Casa Blanca. Entre los que llaman a la puerta se encuentra el rapero Kanye West que no descarta aspirar a la presidencia en 2024, dijo recientemente en una entrevista. “Si me decido, lo haré. No será sólo intento”, ha aseverado.
Mientras, uno de los personajes televisivos más populares de principios de este siglo, se reinventa y casi parece saltar de la pantalla a la política. La carrera de Cynthia, pese a la derrota, parece haber arrancado hacia despachos bien altos.
Cynthia Nixon, que vive en la elegante zona del Upper West Side de Nueva York, es madre de dos hijos, fruto de su anterior relación con un compañero de la universidad, Danny Mozes. Desde 2012 está casada con la activista Christine Marinoni, y juntas tuvieron un hijo. Antes de dar el paso a la política se manifestó públicamente a menudo sobre temas de política y educación, ha tenido en Andrew Cuomo a un rival casi imposible: es un político querido, tiene el apoyo de grandes donantes y asociaciones y en las encuestas siempre estuvo claramente por delante de Nixon.
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