Feria de Los Barrios

David Galván pone el sabor ante una brava novillada de Miguelín

  • El novillero de La Isla cuaja una faena con personalidad y detalles. Iglesias muestra voluntad ante una novillada de Curro Mateo con cinco novillos de buen juego

GANADERÍA: Seis novillos de Miguelín, bien presentados, de buen juego y nobles en general. El primero muy bueno. TOREROS: Hugo Iglesias, palmas y silencio. José María Arenas, silencio y silencio. David Galván,, dos orejas y ovación. Incidencias: Plaza de toros de La Montera. Menos de un cuarto. El novillero José Miguel Valiente no pudo hacer el paseíllo como estaba anunciado al estar cogido. Le sustituyó el albaceteño José María Arenas

Un año más, y ya van dos seguidos, la novillada que envió Curro Mateo con el hierro de Miguelín a La Montera no falló. Hasta cinco novillos salieron buenos y bravos y cuatro se marcharon al desolladero con las orejas puestas. Algo debió fallar, sobre todo la disposición de alguno de los novilleros del cartel.

No es el caso de David Galván que demostró ganas y maneras de ser torero. Ya es noticia ver a un novillero distinto, sin molde alguno y con algo tan importante para ser torero: la personalidad. Y lo dejó claro toreando por verónicas a su primer novillo. Un animal bravo y con transmisión y al que el novillero de La Isla realizó una faena llena de sabor, de empaque, con series donde se gustó. Y cuando se torea bien el público se entrega y así ocurrió. Galván finalizó el trasteo con unas manoletinas ceñidas que dejaron claro otro ingrediente para ser torero: el valor. La faena pudo ser más rotunda de haberle dado la distancia que pedía el novillo y series más cortas, pero eso fue secundario. Galván tiene la base y es cuestión de tiempo, sabe torear y ya tiene mucho ganado. Hay que seguirlo y apostar por él. No va a fallar.

En el sexto las cosas fueron distintas. El novillo de Miguelín fue el más deslucido de la tarde y ya le avisó a Galván con el capote. El detalle de una banderilla mal colocada y que le colgaba cerca de la oreja del novillo provocó que el animal terminara de orientarse y se puso complicado. El diestro se empeño en hacer faena, lo he citado antes valor no le falta, y ese empeño provocó que el de Miguelín le cogiera de manera muy fea hasta en tres ocasiones. Al final cogió la espada y acabó con el novillo más deslucido del festejo.

El diestro local Hugo Iglesias tuvo una actuación digna ante un lote bueno, sobre todo su primero, un astado de Miguelín con presencia y bravura. Iglesiás realizó una faena intermitente con pasajes buenos sobre todo por el pitón izquierdo. La espada le privó de haber cortado algún trofeo. Ante su segundo, la faena no tomó vuelo a pesar del buen pitón derecho del toro.

Por su parte, el albaceteño José María Arenas no pasó del aprobado ante un buen lote. Dos novillos con calidad y bravura que no supo aprovechar. Se lidió mal, algo que perjudicó mucho al toro. Arenas mostró voluntad en las banderillas pero con la muleta faltó más disposición y sobre todo un planteamiento claro de faena. Perdió una oportunidad de salir a hombros y tardará en ver novillos tan claros de triunfo.

La feria se cerró con Galván a hombros y Curro Mateo, junto a su hijo Miguel, feliz con el juego de la novillada.

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