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Los vocales progresistas del CGPJ descartan dimitir en bloque

La jueza Clara Martínez de Careaga a su llegada al Consejo General del Poder Judicial.

La jueza Clara Martínez de Careaga a su llegada al Consejo General del Poder Judicial. / EP

Los siete vocales del sector progresista del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) han acordado no presentar su dimisión para forzar la renovación del órgano de gobierno de los jueces, en funciones desde hace cuatro años y medio, al entender que su renuncia no garantizaría su renovación.

Los vocales se habían reunido a las 19:00 en la sede del CGPJ  con la posibilidad de acordar una dimisión en bloque. Tras casi dos horas y media de conversaciones, fuentes jurídicas han informado a EFE de que los vocales, incluido el presidente suplente del Consejo, Rafael Mozo, han descartado dimitir en bloque como sí respaldaba el vocal Álvaro Cuesta, cuya propuesta no han secundado.

El grupo progresista está formado por los vocales Rafael Mozo, Pilar Sepúlveda, Álvaro Cuesta, Mar Cabrejas, Roser Bach, Clara Martínez de Careaga, además de Concepción Sáez -cuya renuncia por carta tiene que ser aun aceptada por el presidente- más Enrique Lucas, designado por el PNV pero que suele unirse a este grupo, si bien su adhesión a esta propuesta se antojaba complicada.

Mlestar por la propuesta

Según las fuentes del órgano de gobierno de los jueces consultadas por Europa Press, el encuentro ha servido básicamente para que los ocho vocales que integran el denominado bloque progresista del CGPJ discutan por primera vez entre todos este asunto, pero sin que quienes apoyan la renuncia colectiva hayan logrado convencer a los que se muestran reacios, de modo que las diferencias persisten.

De acuerdo con las citadas fuentes, la maniobra solo ha contado con el respaldo del propio Cuesta, que se ha reservado su decisión final -deslizando así una eventual dimisión individual-, y de Sáez. De hecho, algunos vocales han manifestado su malestar por siquiera abordar la posibilidad de una dimisión conjunta.

Concluido este encuentro, que ha durado unas dos horas, los vocales progresistas no se han emplazado a una nueva reunión, por lo que algunos dan por zanjado el debate, restando únicamente que Mozo resuelva en el Pleno del próximo jueves si rechaza o acepta la renuncia de Sáez

Pactar una postura común

La idea lanzada por Cuesta era que los otros 7 vocales progresistas se sumaran a Sáez para poner en peligro el quorum del Pleno y empujar así a Gobierno y PP a pactar la renovación del CGPJ. Sin embargo, las fuentes indican que desde entonces la teoría inicial se ha ido desmoronando por las crecientes dudas de que la partida de los ocho vocales progresistas puedan llegar a maniatar al CGPJ.

El viernes, ya hubo una primera reunión con cinco vocales -Cuesta, Mozo, Sáez, Sepúlveda y Martínez de Careaga- que sirvió para abrir la "reflexión", ya que los tres restantes -Cabrejas, Bach y Lucas- no pudieron asistir ni telemáticamente. De ahí que se citaran los ocho para este martes.

El objetivo de la reunión de este 28 de marzo era intentar pactar una postura común que llevar al Pleno ordinario del jueves, donde ya figura en el orden del día una "dación de cuenta" de la renuncia presentada por Sáez y un "análisis de la situación actual del Consejo General del Poder Judicial". 

Medida simbólica

En todo caso, las fuentes subrayan que la dimisión en bloque de los ocho progresistas sería más una medida simbólica que práctica porque parece claro que el CGPJ podría seguir funcionando.

El primer escollo sería el quorum del Pleno, el máximo órgano del CGPJ. Actualmente, es de 11 (diez más el presidente), por lo que la partida de los vocales progresistas podría impedir que se constituyera. Sin embargo, desde el ala conservadora se avisa de que, puesto que Mozo es un presidente interino, podría interpretarse que con los diez miembros conservadores es posible seguir trabajando.

El segundo resorte que evitaría la parálisis del CGPJ es la Comisión Permanente, su órgano ejecutivo. Las fuentes consultadas se muestran seguras de que, incluso en el caso de que fuera imposible formar Pleno, dicha comisión -para la que solo se requieren siete vocales- podría continuar operando.

Así las cosas, la salida de los ocho progresistas dejaría el CGPJ en manos de los diez conservadores, que por ahora descartan dimitir alegando, por un lado, la necesidad de seguir resolviendo los problemas del día a día del Poder Judicial (bajas, libranzas, etc) y, por otro, que la solución a la no renovación deben aportarla las fuerzas políticas.

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