La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, acusó ayer al candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, de querer dejar sin servicios a 15 millones de españoles que viven en pequeños municipios y que "están atendidos gracias a las diputaciones".

En rueda de prensa tras el Comité de Dirección del PP, De Cospedal se refirió al debate abierto sobre la eliminación de las diputaciones y reiteró, como viene haciendo su partido, que la cuestión no es "acerca de las instituciones, sino de cómo se administran".

La número dos de los populares pidió a Rubalcaba que se informe antes de hablar de un tema y que se ponga de acuerdo con su partido antes de hacer este tipo de propuestas. Tenemos, dijo, diputaciones que tras las últimas elecciones han hecho grandes planes de austeridad, mientras otras, gobernadas por el PSOE, "han aumentado el número de asesores".

De Cospedal recordó además que en Presidencia del Gobierno hay más de 500 asesores, que tienen un coste de 550 millones de euros. "El problema no son las diputaciones, sino cómo se administran y si se gobiernan con austeridad o con despilfarro del dinero público", insistió antes de afirmar que lo que no se puede es duplicar competencias sobre las mismas materias.

La secretaria general del PP apuntó además que la deuda de las diputaciones es de 3.000 millones de euros sobre más de 750.000 millones del conjunto de las administraciones.

El ex alcalde de la Coruña y ex presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Francisco Vázquez, abogó ayer por su parte por "quitar de raíz toda esa legión de ayudantes, consejeros y asesores" de las diputaciones y desprenderlas de funciones, pero aconsejó "debatirlo con calma". "No se trata de suprimir las diputaciones sino de transformarlas, que se desprendan de muchas de las actividades y actuaciones que tienen hoy y por tanto, de los costes que generan. Se tienen que centrar en el principal fin que tienen encomendado que es atender a los municipios pequeños", afirmó en declaraciones a Onda Cero.

Según explicó Vázquez, en las autonomías uniprovinciales "la propia comunidad cubre el territorio de su competencia", pero en el caso de Castilla y León o Andalucía, si las diputaciones desaparecieran, las autonomías se tendrían que organizar en "sistemas de descentralización", a los que se llamarían "comarcas", al igual que ocurre en Cataluña con las veguerías: "Si ocurriera esto -agregó-, el error que se intenta evitar, se multiplicaría por cien".