Ángel Losada. Representante especial de la Unión Europea para el Sahel

"No habrá paz en el Sahel hasta que no se resuelvan los problemas de Malí"

  • Ángel Losada es diplomático y Representante Especial de la UE para el Sahel. Licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra, inició su carrera profesional en la OTAN coincidiendo con el ingreso de España.

-¿Qué es el Sahel? 


-Hay varios Saheles. Uno geográfico, que va desde el Atlántico hasta el Mar Rojo y que separa el Sahara del África negra. Hay otro Sahel político-institucional, conformado por Malí, Burkina Faso, Mauritania, Níger y el Chad, que han creado un grupo, el llamado G-5, para aunar sus esfuerzos e intentar resolver estos problemas. Y hay un tercer Sahel geoestratégico que toma en cuenta los países con influencia directa sobre él. Por ejemplo, la crisis libia desencadena la crisis de Malí. El norte de Nigeria tiene una influencia directa en el Sahel por la crisis de Boko Haram. También el Magreb tiene una influencia enorme, especialmente Argelia, y los países del Golfo de Guinea como fuente principal de migración. En una frase, es la frontera de nuestra frontera. La seguridad de nuestra seguridad.

 

-¿Cuál es el problema más urgente de abordar? 


-Desde luego, Malí. No habrá paz en el Sahel hasta que no haya paz en Malí. Malí concentra todos los problemas de la zona: gobernanza, terrorismo, migración, la lucha contra el radicalismo yihadista, pobreza... La UE está profundamente comprometida con intentar solucionar esa situación.

 

-¿Qué estrategia sigue la UE en esta zona?

 

-Se basa en dos principios: seguridad y desarrollo. Son dos caras de la misma moneda, y tienen que solucionarse de forma conjunta a través de cuatro acciones. La primera es la lucha contra el radicalismo. El segundo elemento esencial es la juventud porque hay una explosión demográfica en la zona y la población se puede doblar en veinte años. La tercera prioridad es la migración, sobre todo tras la Cumbre de La Valetta, donde se aprobó un plan de acción para hacer frente a los flujos ilegales de inmigración. Y la cuarta es el control de fronteras y lucha contra los tráficos ilícitos, sean de armas, drogas o personas. 

 

-¿Cómo se pueden resolver esos problemas sin una administración estable?

 

-Son países con una gran debilidad institucional. Pese a todo, ha habido elecciones en Níger con la supervisión de la UE. También en Burkina Faso, donde la UE ha sido un actor fundamental tras el golpe de Estado. Acaba de haber elecciones en el Chad, y las hubo en su momento en Malí, donde se llevaron a cabo de una forma aceptable en un contorno muy difícil. Y en Mauritania hay una cierta estabilidad con el presidente Aziz. De hecho, ha tocado un tema muy importante que es la buena gobernanza. La UE tiene instrumentos financieros para llevar a cabo esa buena gobernanza, analizando el cumplimiento de indicadores para ver si se desbloquean los fondos necesarios e incluso ayuda presupuestaria directa porque el vacío del estado es el oxígeno del terrorismo.

 

-¿Cuál es su dotación financiera?


-Se basa en el Fondo Europeo de Desarrollo. En total, hablamos de unos 3.500 millones de euros para esos cinco países. Asimismo, hay un nuevo fondo creado justamente para luchar contra la migración ilegal y canalizar la migración legal, que es el famoso Fondo Fiduciario, dotado de 1.100 millones para el Sahel. Ya se ha restado la mitad del dinero porque el Fondo Fiduciario permite una acción rápida dada la urgencia de la situación.

 

-¿Qué se está haciendo específicamente contra la expansión del terrorismo?

-En el plan de acción regional, la lucha contra la radicalización es un elemento central y va unida al aumento de los sistemas de información y atajar los problemas de la financiación del terrorismo y del transporte ilícito de bienes. Por otro lado, la UE tiene una estrategia contraterrorista con una persona encargada de coordinar todas sus acciones.

 

-¿Cómo se coordina la acción de la UE con la intervención militar de Francia?


-Francia colabora con la UE en todos los aspectos. La UE está presente en Malí con sus misiones de política de seguridad y defensa común, y desde luego se coordinan con la presencia militar francesa y la misión Minusma de Naciones Unidas.

 

-Alrededor del Sahel se mueven países con intereses en la zona Marruecos, Argelia o Nigeria. ¿Cómo es la interacción con ellos?


-Con Nigeria es más sencilla porque participa en la fuerza multinacional conjunta de lucha' contra Boko Haram. En lo que se refiere al Magreb, Argelia es esencial y además preside todos los procesos de paz. Marruecos es un actor fundamental y Túnez es un país que está avanzando en una vía muy positiva pero también frágil. Y desde luego, la crisis libia es muy profunda y muy difícil de resolver. Si como decíamos antes no habrá paz en el Sahel si no hay solución en Malí, es cierto que la crisis libia condiciona lo que ocurre en el Sahel. Hasta que no se resuelva, va a ser muy difícil encontrar una solución global al Sahel.

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