Entrevista a Víctor Barroso

"A los toros hay que poderle, sino se te suben a las barbas"

El novillero Víctor Barroso.

El novillero Víctor Barroso. / M. G.

Victor Barroso Blandino (El Puerto de Santa María, 2003) camina hacia los 20 años y hacia ser matador de toros. Ha interrumpido sus estudios para ser Técnico Superior en Actividades Físicas y Animación Deportiva (Tafad) para dedicarse en cuerpo y alma a su carrera como novillero. "Mis compañeros de clase no sé si pensarán qué me ha pasado algo". Dentro de una plaza, lo que le ha pasado recientemente, es que cortó tres orejas en la localidad que lo vio nacer. "Soy portuense 100%".

-¿Cómo se ve en su camino hacia ser torero?

-Me siento ilusionado y con muchas ganas. Acabo de debutar con picadores. Veo lejos el ser matador de toros, pero no imposible. Creo que voy por buen camino al haber dejado mi carrera en manos de Lolo de Camas. Le agradezco la confianza. Ahora hay mucho mangante y mucho interesado. Lolo tiene mucha afición, ha sacado toreros como Borja Jiménez, Carlos Olsina o Esaú Fernández y ha estado en la cuadrilla de El Cid. Estoy muy agradecido a la gestión que hace conmigo. No busca interés ninguno y es muy querido por todo el mundo.

-En El Puerto, su casa, lo hizo mejor que bien.

-Verme anunciado con novilleros líderes del escalafón como son Jorge Martínez y Álvaro Alarcón. Al ser en mi tierra tenía presión y era un día especial. Era mi tercera novillada -debutó en Sanlúcar y luego actuó en Priego de Córdoba- y fue muy bien. Con el segundo novillo estuve muy a gusto. He tenido la suerte de cortar siete orejas en tres novilladas.

-¿Nota el cambio entre novilladas sin picar y picadas?

-En El Puerto lo noté un poquito más. La expresión del utrero de septiembre es diferente. Es mucho más seria y la embestida diferente. La novillada estaba muy cuajada. El salto es importante y sé que los primeros años con picadores son difíciles y lo normal es ir empezando con cuatro o cinco novilladas el primer año para ir rodándose. Y el siguiente suele haber más oportunidades si se aprovechan las del primer año.

-¿Se ve pronto en plazas de primera?

-Sí. Si doy el callo en las próximas tardes, me veo capaz. Mi sueño es torear en Madrid. También Sevilla, pero, sobre todo, Madrid.

-¿Cómo surgió lo de dedicarse al toro?

-Mi abuelo materno, que era muy aficionado, me llevó a mi primera corrida. Lo hizo más por quitarle al niño travieso que por otra cosa (risas). Yo no presté mucha atención. Me fijaba sólo en las capas de los toros y cuando la gente gritaba. Pero a los pocos años fui a otra con mi padre y me llamó mucho más la atención. Principalmente, una faena de Antonio Caro Gil a un toro de Ana Romero. Ahí decidí apuntarme a la escuela, pero como un juego. Poco a poco fue siendo más serio.

-¿Su familia como encajó la noticia?

-La familia, al principio, lo tomaba como una tontería. Pero cuando debutas de becerrista, van viendo que la cosa iba en serio. El punto de inflexión fue mi debut de luces en Villanueva de Córdoba. Corté dos orejas a un novillo de Chamaco. Me vieron tan feliz e ilusionado que empezaron a respetarme y a preguntarme. Pero, actualmente, están muy involucrados y me apoyan. Son aficionados. Aunque en El Puerto, mi madre, se quedaba dentro durante la faena y sólo salía para aplaudirme cuando cortaba las orejas. Al salir el toro, se iba de la grada de nuevo para no ver el volumen de los novillos. En cambio, mi padre está en todo momento a mi lado.

-¿Tan importantes son las novilladas televisadas?

-Fundamental. Las televisadas me ayudaron bastante para entrar en otros carteles. Esa temporada pude torear 16 festejos gracias a las de Canal Sur. Debería haber más certámenes como ese o el de la Fundación del Toro de Lidia. Luchan porque los novilleros toreen sin que les cueste el dinero.

-¿En que toreros se fija?

Me gusta el toreo poderoso. Un corte como el de Emilio de Justo, por su empaque y como le puede a todos los toros. Aunque también la vena artística de Morante de la Puebla o José Miguel Arroyo Joselito. Son fuentes distintas y es bueno coger algo de todos.

-¿Cómo define su estilo?

-Poderoso, pero cuando le he podido al animal, me gusta abandonarme, enroscarme y torear a gusto. A los toros hay que poderle, sino se te suben a las barbas. Lo primero es poderle.

-Un día cualquiera en su vida actualmente.

-Me levanto temprano y, después del desayuno, que es el momento de relax del día, suelo andar dos horas y media. Y luego correr 40 minutos. Suelo hacer mucho cardio, haciendo cambios de ritmo y carrera continua. Después, entreno de salón un par de toros. Estar preparado para el campo y la plaza. En el campo hay que hacer esfuerzos. Si no, en la plaza no sale. Ojalá saliera todo como lo entrenamos. En la plaza se queda en la mitad.

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