El temor de todo futbolista
la consulta del especialista
Los riesgos y secuelas de caer lastimado antes o durante un Mundial
El Mundial de fútbol es la competición en la que cualquier jugador quisiera participar. Las mejores selecciones de los cinco continentes se citan para determinar qué once ocupará el primer lugar en la hegemonía mundial.
Para ello, se ha debido realizar una campaña excelente, ser regular y haber quedado exento a la hora de sufrir lesiones importantes. Sin embargo, esto último es lo más complicado. Las lesiones están a la orden del día, y en mayor o menor medida, todos están sujetos a padecer algún contratiempo físico que pueda interrumpir la progresión. Jugadores tan importantes como Neymar han visto peligrar su participación en Rusia 2018 debido a una fractura en un pie. Otros con menos suerte como Alves, lo tendrán que ver desde casa. Solo una de las treinta y dos selecciones será la campeona y sucederá a Alemania en ser el mejor once del mundo.
Pero no todo será un camino de rosas. Los jugadores, el cuerpo técnico y médico deberán hacer frente a lo peor que le puede ocurrir a un futbolista en este momento, una lesión que le pueda enviar a casa.
LESIONES MUSCULARES
Dentro de las más frecuentes, las lesiones musculares son una de las más diagnosticadas en medicina deportiva. La mayor parte de las lesiones musculares son leves aunque un porcentaje cercano al 10% las denominamos graves, pues pueden ocasionar secuelas importantes.
De acuerdo con las estadísticas, entre un 25 y un 30% de los deportistas de alto rendimiento se lesionan (hay que tener en cuenta que en un deportista de élite, entre un 30-40% de su peso corporal corresponde a tejido muscular).
A lo largo de una temporada, un equipo profesional de fútbol sufre una media de 20 lesiones musculares. Es poco frecuente que un jugador que sea considerado fijo, se pierda la convocatoria por una lesión de este tipo, salvo que se produzco en los partidos previos cercanos a la competición o en el partido inaugural. El período de recuperación máximo ronda entre las 6-8 semanas en el peor de los casos. En nuestra selección, el madridista Carvajal ha estado a punto de quedarse fuera debido a una rotura del semimembranoso. Afortunadamente se ha podido recuperar completamente y está disponible para Fernando Hierro.
LESIONES DE LIGAMENTOS
Estas sí que se llevan la palma a la hora de dejar fuera a un jugador sobre todo porque el período de recuperación se alarga pudiendo comprometer el concurso del futbolista en el resto de competición.
¿Cómo se rompe un ligamento? Las rupturas totales o parciales de ligamentos pueden deberse a lesiones por giro brusco de rodilla o tobillo o un golpe directo, un contacto. Un golpe en un lado de la rodilla, como puede ocurrir en una entrada en el fútbol, puede ocasionar la ruptura. Hacer una parada rápida, en combinación con un cambio de dirección al estar corriendo y con el pie fijo en el suelo y girando la rodilla, aterrizando de un salto o extendiendo demasiado la articulación de la rodilla puede causar lesión al LCA.
Las lesiones del cruzado anterior frecuentemente ocurren con otras lesiones. El ejemplo clásico es cuando éste se desgarra al mismo tiempo que el ligamento lateral interno y que el menisco interno (uno de los cartílagos amortiguadores de la rodilla). Este tipo de lesión es más frecuente en los futbolistas y en los esquiadores. Se denomina "triada".
Los adultos generalmente se rompen su LCA en la parte media del ligamento o el ligamento se "arranca" literalmente del fémur. Estas lesiones no sanan por sí solas. Como no es una estructura que se pueda suturar o reanclar, el ligamento cruzado anterior se debe sustituir. En el caso del tobillo, lo más frecuente es una lesión del ligamento lateral externo, formado por tres fascículos. De esos tres, el más anterior es el que se daña con mayor frecuencia, siendo además el más importante a la hora de estabilizar la articulación.
El lateral interno también se puede lesionar pero sus dos fascículos, uno superficial y otro profundo, son resistentes y difícilmente dañados, excepto cuando el traumatismo es realmente importante.
LESIONES MENISCALES
La rodilla y el tobillo son las regiones anatómicas diana que se llevan la palma en cuanto a lesiones en un deporte de contacto como el fútbol. El tobillo con sus ligamentos, y la rodilla con los ligamentos y los meniscos son las estructuras más expuestas a lesionarse y dejar fuera a un futbolista.
Hay dos meniscos, el interno y el externo. El interno tiene forma de C abierta, siendo más movil que el externo, lo que sin duda, le hace más vulnerable a la lesión. El menisco externo tiene la misma forma de C pero más cerrada y estrecha. Su función es clara: repartir la carga y el peso del cuerpo de forma homogénea por toda la rodilla. Son estructuras blandas y flexibles que son capaces de deformarse y adaptarse a los giros, impactos y situaciones de estrés de la rodilla.
Cuando se produce una lesión, se suele extirpar la zona dañada en el caso que no se pueda suturar. Desconocemos si se resecó la zona rota o se procedió a la sutura. Es posible que se haya roto el resto de alguno de los dos meniscos, lo que obliga a regularizar los bordes de dicho menisco. Esto se realiza mediante una artroscopia de rodilla.
Al introducir la cámara de televisión entro de la rodilla, se puede valorar el estado de la articulación. Se aprovecha para realizar una "limpieza articular". En la mayoría de deportistas, hay mucho tejido inflamatorio dentro de la articulación (sinovitis) que puede provocar pellizcamientos dentro de la rodilla.
Ojalá los médicos tengan poco trabajo en este Mundial y las lesiones brillen por su ausencia o sean de poca entidad para que los jugadores y aficionados podamos disfrutar de los mejores sobre el césped.
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