El salto de Zamorano

Damián Fernando Zamorano, conocido en el mundo del fútbol por su segundo apellido, es una de las caras nuevas que estos días pueden ver los aficionados por el Municipal de la Línea. Un argentino que asegura que su llegada a la Balona supone "un salto evolutivo" en su carrera como futbolista.

El futbolista, natural de Mar de Plata (Argentina) y de tan sólo 22 años, llegó a su nuevo club el pasado miércoles, después de pasar unos días de vacaciones en su tierra natal, a muchos kilómetros de La Línea. A su llegada lo recibió el gerente del club Mario Galán, el cual se encargó de enseñarle las instalaciones del club, el estadio y conocer de primera mano a algunos componentes de la plantilla y de la directiva. A partir de las 9:30 horas del pasado sábado arrancó el primer entrenamiento, en el que el futbolista conoció de primera mano a todos los integrantes del plantel blanquinegro y el cuerpo técnico. "La bienvenida fue muy buena, me han tratado muy bien y se nota que entre ellos hay muy buena relación", afirma el extremo argentino.

Damián Zamorano ha palpado ya el buen ambiente existente en el vestuario albinegro y en el club, algo que el jugador considera "imprescindible y esencial" para trabajar bien y conseguir los objetivos. "Eso es muy bueno, constantemente se siente el apoyo de todos y te hacen sentir cómodo. Vengo a aportar mi humildad, mucho trabajo y compañerismo y espero poder devolver ese cariño en forma de goles y victorias", señala.

La exigencia de los entrenamientos irá en aumento conforme avance la pretemporada hasta que todos los futbolistas alcancen el nivel óptimo de forma. Zamorano asegura encontrarse muy bien físicamente a la vuelta de las vacaciones: "Durante los días libres entrené por mi cuenta y ahora me encuentro muy bien . El profe (así llama Rafa Escobar) nos irá exigiendo cada vez más hasta que estemos al cien por cien", asegura el zurdo.

Como acostumbra el cuerpo técnico durante la pretemporada, el equipo termina muchos de sus entrenamientos en la playa de Levante para soportar mejor el calor estival, relajar las piernas y poder realizar otro tipo de ejercicios. Zamorano está encantadodo de que el estadio esté situado a escasos metros del mar. " Es todo un lujo poder acabar las jornadas de entrenamiento en la playa. Toda mi vida tuve cerca el mar, y ahora tenerlo en frente del club es algo para aprovecharlo cuando sea necesario", apunta.

En cuanto a su demarcación, Zamorano asegura encontrarse "más cómodo por la banda izquierda o en la mediapunta". "En El Palo lo hacía por la derecha pero mi verdadera posición es el otro costado. En Argentina también lo hice de mediapunta", señala.

Damián es claro cuando se le pregunta por los objetivos del club: " Vamos a pelear por estar arriba en la clasificación y llegar lo más lejos posible en la Copa del Rey".

El argentino, que se muestra muy agradecido a su antiguo club por confiar en él y darle la oportunidad de venir a España, reconoce que llegar a la Balona es un salto evolutivo en su carrera y asegura estar deseando de que " empiece a rodar el balón".