Quique Díaz, un linense en la Sydney-Hobart, la regata del infierno

Vela | LXXIX Sydney-Hobart

El regatista tomará parte a bordo del 'Xanthus' en la LXXIX edición de la Sydney-Hobart, una prueba que va mucho más allá de lo deportivo

Formado en el Real Club Náutico de La Línea, Díaz llega a Australia de la mano del olímpico Rafa Trujillo

Rafa Trujillo: un linense metido a olímpico eterno

Quique Díaz, a bordo del 'Xanthus', con Sydney al fondo
Quique Díaz, a bordo del 'Xanthus', con Sydney al fondo

La Línea/¿Se imaginan que un linense emulase de repente al popular Franco Colapinto y debutase casi por sorpresa en la Fórmula-1? ¿O que un alumno del Linense Tenis Club del que nunca han oído hablar obtuviese plaza en el cuadro final de Roland Garros? Pues algo muy similar, solo que en un deporte con mucha menos repercusión mediática como es la vela, le sucede a un nativo de La Línea, Enrique Díaz Junquera. El próximo día 26 del presente mes de diciembre, a bordo del Xanthus, Quique Díaz tomará parte en la LXXIX edición de la Sydney-Hobart, que parte de Sydney y que después de atravesar 628 millas náuticas (1.163 kilómetros) llega hasta el puerto de Hobart, en Tasmania. Un recorrido tan legendario como impredecible que le ha valido el sobrenombre de la regata del infierno. No en vano en 1998 se llevó por delante la vida de seis personas.

Quique Díaz es natural de La Línea. Fue alumno del Colegio Inmaculada de Algeciras, después hizo un grado medio de electromecánica en el Carlos Castilla del Pino de San Roque y un grado superior de telecomunicaciones en Puerto Sherry (Cádiz), becado por la Federación como recompensa a su alto rendimiento en el mundo de la vela, gestado en el Real Club Náutico de La Línea, en la escuela que lleva el nombre del olímpico Rafa Trujillo, que con el paso del tiempo se ha convertido en su mentor.

El entusiasmo de Quique Díaz por la vela no es producto de la casualidad. Su padre, del que hereda su nombre, es un fanático de este deporte como lo demuestra su condición de comodoro en el Club Náutico linense. Su madre, por cierto, tampoco es una desconocida. Olga Junquera, hija del añorado Restaurante Pedro de Campamento (San Roque), es profesora y de un tiempo a esta parte también ha irrumpido en la vida pública del Campo de Gibraltar por su libro Veinte días más cocinando con Pedro, en el que rinde homenaje a su padre.

“Desde muy chiquitito soy aficionado a la vela, desde que comencé a regatear en el Real Club Náutico de La Línea”, explica Quique Díaz desde Sydney. “Comencé a competir en Optimist, Láser (ahora denominada ILCA) y de ahí pasé a navegar en la liga interclubs de cruceros”.

“Luego di el paso a los J80, comencé a salir a citas más relevantes, en Palma de Mallorca, Saint-Tropez... regatas como la Rolex Cup y de otro tipo de embarcaciones”, añade.

Hace algo más de dos meses este aventurero linense decidió que para seguir creciendo en este complicado mundillo de la vela era imprescindible primero dominar el inglés y después mantenerse lo más cerca posible de la élite. Así que con la inestimable ayuda de Rafa Trujillo -que a pesar de la distancia y de los años que lleva afincado en Australia jamás olvida su condición de linense- irrumpió en Sydney, donde compatibiliza su labor como tripulante con otros trabajos.

“Un día salí a entrenar con unos australianos en un 55 pies, le gustó como navegué y me han fichado para la Sydney-Hobart en una embarcación X55 patrocinada por Pacific Road, el Xanthus”, en el que afrontará “una regata en la que nunca se sabe lo que puede pasar”.

¿Qué es la Sydney-Hobart?

Pero ¿qué es realmente la Sydney-Hobart? Pues como poco se trata de “una emblemática regata oceánica que va más allá del ámbito deportivo. Con más de cien embarcaciones en competición, esta prueba, que se celebra desde 1945, es la última cita internacional del calendario deportivo anual”, según define Joaquín Torreblanca en Forbes.

“Una vez atravesadas las legendarias Sydney Heads, en la bocana de la bahía, la flota se embarca en la larga etapa hacia el sur, bajando por la costa de Nueva Gales del Sur y cruzando el infame borde oriental del expuesto estrecho de Bass. Aunque a menudo se pierde de vista a los competidores, el interés del público se mantiene hasta el final. La recepción en Hobart, donde el CYCA cuenta con el apoyo del Royal Yacht Club of Tasmania (RYCT), suele ser tan emocionante como la salida e incluso más emotiva”, añade.

“El embajador Rolex Tom Slingsby, campeón olímpico y tres veces Rolex World Sailor of the Year, es uno de los mejores regatistas australianos de todos los tiempos. Tras haber competido seis veces en la conocida como great race south (gran regata al sur), es una voz autorizada para hablar de la Rolex Sydney Hobart: “Cuando vuelvo a Australia y la gente me pregunta a qué me dedico, en cuanto digo que soy regatista profesional, la primera pregunta que me hacen es ¿cuántas Rolex Sydney Hobart has hecho? Siempre que hablo con un australiano sobre mi carrera deportiva, puedo decir que he ganado la Rolex Sydney Hobart Yacht Race y he batido el récord de la regata. Si no fuera así, la gente no me tomaría en serio como regatista profesional””, sostiene la información.

Celebrada anualmente desde su creación en 1945, la prueba se ha forjado una gran reputación gracias a las historias de los cerca de 60.000 competidores y 7.500 veleros que han aceptado el reto. Muchos de los mejores regatistas de sus generaciones se han visto cautivados por su atractivo, al igual que los barcos más destacados de sus respectivas épocas.

La tragedia de 1998

El 27 de diciembre de 1998 se produjo, en el transcurso de esta regata, la que está considerada como la segunda mayor tragedia en la historia de la vela mundial de alta competición. En el arranque de la 54ª edición de la Sydney Hobart fallecieron seis de los regatistas que participaban en la misma. Solo la Fasnet Race de 1979, cuando entre el 13 y 14 de agosto una gran tormenta, con vientos de hasta 100 km/h, arrasó la flota participante con la muerte de 15 regatistas, cinco barcos hundidos, 75 volcados y 24 abandonados ha tenido peores consecuencias.

Imágen de los rescates a participantes en la edición 1998 de la Sydney-Hobart
Imágen de los rescates a participantes en la edición 1998 de la Sydney-Hobart / Captura de vídeo

En cuanto a la Sydney Hobart, la tragedia se inició a primera hora de la mañana del 27 de diciembre de 1998, cuando los primeros barcos llegaron al temible estrecho de Bass (entre Australia y Tasmania) y acabaron por encontrarse con una fuerte borrasca, que se convirtió en una tormenta excepcional en el mar con vientos de 65 a 80 nudos (120 a 150 km/h) y olas de hasta 15 metros.

Además de los seis fallecilos, cinco embarcaciones se hundieron y siete fueron abandonadas, 55 tripulantes fueron rescatados en la mayor operación de búsqueda y rescate marítimo jamás vista en tiempos de paz en Australia y que puso incluso en riesgo la vida de las tripulaciones de los 35 helicópteros y 27 barcos de la Marina Real Australiana, junto a otros civiles, que intervinieron en ella.

De 115 embarcaciones que partieron de Sydney a las 13:00 (hora local) del 26 de diciembre solo 44 llegaron a meta de Hobart (Tasmania); el último, el 31 de diciembre.

"Los hombres estábamos en un lugar que no nos correspondía", se oye decir a uno de los participantes en un conmevedor reportaje de National Geographic denominado Infierno en el Pacífico. Regata Sydney-Hobart, que se puede seguir a través de este enlace.

La edición 2024

La edición 2024 contará con 108 barcos en la línea de salida. En el extremo superior, el listado de los siempre atractivos candidatos a la victoria en tiempo real contará con cuatro barcos de 100 pies de eslora (30,48 metros): Comanche (cuatro veces ganador en tiempo real y poseedor del actual récord de la prueba, ahora armado por Matt Allen, ganador absoluto con su saga Ichi Ban en 2017, 2019 y 2021), Law Connect (ganador en 2023), Wild Thing 100 y Maritimo 100 (un supermaxi que se estrena en esta edición).

Un grupo de participantes, en la edición de 2023
Un grupo de participantes, en la edición de 2023

Entre las innumerables historias dentro de la flota, regresa a intentar defender su título absoluto 2023 el Reichel Pugh 66 Alive del tasmano Philip Turner y vuelve a intentar hacer historia el Botin 52 Caro de Max Klink, ganador de la Rolex Fastnet Race 2023. El protagonismo histórico se lo llevará el S&S 47 de madera Love & War, ganador absoluto en 1974, 1978 y 2006. Impresiona la presencia de más de 20 barcos con tripulación a dos.

A lo largo de historia se han vivido finales dramáticos por la victoria en tiempo real, como el año pasado, cuando sólo 51 segundos separaron a los dos primeros barcos en cruzar la meta. En cuanto a la victoria absoluta, la naturaleza democrática de las regatas oceánicas ha quedado demostrada por la diversidad de los ganadores, desde potentes maxis de 30,5 metros de eslora hasta barcos más pequeños, de entre 12 y 18 metros.

La señal de salida de la séptuagésimo novena edición de la Rolex Sydney Hobart sonará a las 13:00 (hora local, 3:00 de la madrugada en la España peninsular) del próximo 26 de diciembre. El linense Quique Díaz la oirá a bordo del Xanthus y habrá empezado su aventura.

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