fc jumilla | algeciras cf

Así no se puede perder

  • Un Algeciras sin actitud en la segunda mitad dilapida un 0-2 y suma, en Jumilla, otro revés Los de Mere agravan su crisis y están a dos puntos de la promoción y a cuatro del descenso

De mal en peor. El Algeciras Club de Fútbol se encamina al descenso y no encuentra frenos ni paracaídas. Una desastrosa segunda mitad en Jumilla, con una actitud inadmisible en la situación en la que se encuentra el equipo, supuso una nueva derrota que le arrima más al descenso y ahonda en la depresión anímico de un equipo que a día de hoy se muestra incapaz de revertir la situación. El equipo de Baldomero Hermoso Mere, al que le cuesta un mundo marcar, se fue al descanso con 0-2 con goles de Migue Montes y Melchor, pero encajó tres tantos en la segunda mitad en la que parecía que no había comparecido ante un rival que sí creyó y que fue merecedor del triunfo. Todos estuvieron horribles. Es hora de encender las alarmas.

Y la situación no es que se parezca a la de hace dos años, es numéricamente peor. Hace dos campañas el Algeciras a estas alturas (con 28 jornadas cumplidas) estaba a once puntos del descenso, a diez de la promoción. Hoy están a cuatro y a dos puntos respectivamente. La caída libre empezó entonces más tarde. Lo bueno de esto es que hay más tiempo para corregir el rumbo, pero toca demostrar que hay capacidad para salir de la situación y evitar un descenso que, luego, lo sufren unos más que otros. Ya pasó, y ahora toca evitar que se repita. Como sea.

El Algeciras ayer afrontaba otra oportunidad para revertir una dinámica negativa que le lleva a encadenar cinco semanas sin ganar y cuatro derrotas. Desde el partido del Cádiz el equipo albirrojo no se parece en nada a ese conjunto férreo y alegre de la primera vuelta, capaz de plantar cara a cualquier rival. Ahora se muestra depresivo, fallan los que nunca fallan e incluso falta garra y actitud.

En Jumilla, durante la primera parte, parecía que el equipo había encontrado la vía de la seguridad defensiva y el gol. Con Mere remendando el equipo ante las numerosas bajas con lógica y un banquillo casi sin recursos -con tres canteranos-, el Algeciras entró bien en la pelea con otro rival con problemas y necesitado. Todo era disputado e igualado. El viento soplaba a favor y los de rojo y blanco asomaron por la meta contraria con peligro. El conjunto vinícola también hizo su aparición pero las ocasiones, propiamente dicha, escasearon.

En los minutos veinte cambió el partido. Javi Medina marcó pero el árbitro anuló el tanto por fuera de juego, que no era nada claro. Luego llegaron los goles. En el 22' se estrenó Migue Montes. Si Cristo Díaz aparece en el centro, los de Algeciras son otro equipo, pero el de Tenerife tampoco puede hacerlo todo. Un pase suyo con el exterior superó la línea defensiva blanquiazul y el de Pozo Alcón cruzó bien la pelota para hacer el 0-1.

Un minuto después Javi Medina sacó un centro desde la línea de portería y Melchor fue el más listo de la clase, aprovechó un desajuste del rival para marcar su segundo gol de cabeza en dos jornadas y el 0-2. Dos goles que eran dos bombonas de oxígeno para una plantilla que se ahogaba de ansiedad.

Aguantó bien el Algeciras ante un Jumilla tibio en ataque, que lo intentó sin demasiada tensión ante un rival replegado, agotando los minutos para un descanso deseado sin saber la tragedia que le iba a llegar después de los vestuarios.

El Jumilla salió enchufado, con fe en la remontada, que no le era extraña al conjunto bajo inversión italiana. Los cambios mejoraron mucho al rival y el Algeciras salió, o eso atestiguó la televisión pero parecía más bien unos monigotes vestidos de rojiblancos, que apenas creaban oposición a un rival que notó ese bajón y lo aprovechó para lanzarse al cuello.

Para que se entienda, faltó exactamente lo que dijo Mere y que aparece en el titular que aparece en la parte inferior de esta página. Pues eso. Así no es que un equipo no pueda salir de una mala dinámica, es que se va directamente al pozo. El centro del campo -ocupado por Marrufo y Cristo Díaz- dejaron de existir y la transiciones rivales de la defensa al ataque pasaban sin oposición durante muchos metros. La defensa, ya de por sí con problemas, quedó vendida a su suerte.

Además, el Algeciras, ahora con el viento en contra, no pudo o no quiso salir de su campo y eso dio ventaja al Jumilla, que marcó en un rechace que aprovechó Christensen para batir, en semifallo y con demasiada facilidad, a Josemi.

El gol dio más alas al conjunto de casa y ni por esas espabiló el Algeciras, sin solidaridad alguna, sin presentar batalla, descoordinado tácticamente y sin capacidad de reacción ni en el césped ni en el banquillo. La partida empezaba a perderse y nadie hacía nada.

Empató el Jumilla en el 68' y ya todo iba a peor. Perona marcó de falta directa -que por cierto no era- y desató la locura en La Hoya. Josemi, que había perdido la partida, se la ganó al jugador vinícola en la siguiente jugada. El vendaval azotaba la meta algecirista. Hasta que en el 80', y con el Algeciras físicamente muy por debajo del rival, llegó una jugada por la izquierda (sí, otra vez) en la que estuvo Víctor González y Borja asistió a Guardiola que hizo el 3-2 y dio una nueva sacudida a las esperanzas algeciristas, cada vez más tenue.

El Algeciras quiso reaparecer, buscó el empate, pero había llegado muy tarde la reacción. Pagó su indolencia, su imperdonable falta de ganas. Sólo la plantilla puede arreglar este desastre mientras el crédito comienza a agotarse.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios