Una plaza grande ya conquistada

La historia del Algeciras CF se alimenta de partidos como el del próximo domingo en el Carlos Belmonte de Albacete. La tropa albirroja tiene por delante una cita de prestigio en un escenario grande al que rindió visita por última vez hace nada menos que un cuarto de siglo. Unos años antes, hace 31, los de rojo y blanco cosecharon su única victoria oficial en suelo albaceteño, un triunfo a manos de los artífices de la gloriosa andadura 1982-83, la culminada con el célebre ascenso a Segunda ante el Granada en el viejo estadio Mirador.

La plantilla de Manolo Sanlúcar, tras haber encadenado dos tropiezos seguidos por primera vez desde que el técnico está en La Menacha, ansía levantarse y recuperar la senda de los puntos. Y qué mejor que hacerlo en una plaza grande como el Carlos Belmonte, un fuerte ya conquistado antaño a base de mucho carácter, una cualidad de la que este equipo puede presumir.

El espejo en el que el Algeciras de ahora puede mirarse como motivación para traerse el triunfo de Albacete es aquel plantel de la 82/83, esa escuadra legendaria, también formada por jugadores en su mayoría de la ciudad como la actual. Los más añejos recitan de memoria a los Gómez, Juano, Carlos Villa, Benito, Quico, Malavert, Pepito Gil, Manolo Capa, Calabuig, Andrés, Baldón, Mateo, Paco Almenara, Asián, Curro, Gallego, García Montes, Heredia, Miguel, Paco, Galleguito, Quintero o Julio Cabello, todos ellos dirigidos por Gabriel Navarro Baby.

Aquel Algeciras presidido por Antonio Ruiz Simón, con directivos ilustres como Ignacio Villaverde, Juan Rojas o José Turrillo, cuajó una campaña de ensueño en la Segunda B de entonces en la que lograban el ascenso los dos primeros de los dos grupos de la vetusta categoría de bronce. Los albirrojos ganaron en el Carlos Belmonte en la jornada 34, el 24 de abril de 1983, algo más que dos puntos -la victoria se premiaba aún sólo con dos puntos- en un duelo trascendental en la pugna por el salto a la división de plata ya que el propio Alba se encontraba en la refriega.

Un gol casi in extremis de Benito dio la victoria por la mínima a un Algeciras que se fajó como tan bien sabía para salir airoso y que prosiguió su marcha hasta tocar el cielo el domingo 15 de mayo de 1983 en un Mirador desbordado.

Las otras dos visitas al Belmonte en Segunda B se saldaron con derrota (2-1 en el 89 y 1-0 en el 85) y la única en Tercera acabó con empate (2-2 en la campaña 1975-76).