Diego García coloca a La Línea en el top-100 del pádel mundial
Pádel
El jugador linense alcanza el número 84 tras su aplaudida victoria en el P2 de Gijón junto al marbellí Curro Cabezas
El padelista, de 18 años, encarna el éxito de la cultura del esfuerzo
El linense Diego García hace historia al ganar su primer torneo en el Premier Pádel

El linense Diego García García, de sólo 18 años, ha entrado como un huracán en el top-100 del ranking de la Federación Mundial de Pádel, encabezada por el argentino Agustín Tapia y el vallisoletano Arturo Coello. La victoria, junto al marbellí Curro Cabezas, en el P2 de Gijón del pasado día dos del presente mes de marzo ha elevado al jugador de La Línea al puesto 84 de la clasificación planetaria. Lo que parecía una utopía hasta hace apenas unos días se ha hecho realidad a base de demostrar que la cultura del esfuerzo sigue vigente. Y que, en contra de lo que algunos quieren hacer creer, muchos jóvenes linenses la conocen a la perfección y la practican cada día.
Diego García y Curro Cabezas, que como prólogo a este éxito habían llegado a semifinales en un torneo de rango menor en Países Bajos, saltaron a primera línea de los medios deportivos cuando alzaron el título del P2 de Gijón y se constituyeron en la pareja más joven en ganar un torneo de Premier Pádel, el circuito organizado por la Federación Internacional, con el apoyo de la Professional Padel Association (PPA), que reúne a los mejores jugadores de este deporte.
El linense y el marbellí rompieron todos los pronósticos al superar en la final (y sin entrenador en el banquillo) a Tolito Aguirre y Gonzalo Alfonso (Los Mágicos). Un día antes Rodrigo Vázquez calificaba en Marca de “muro” al joven linense. “El jovencísimo jugador español tiene envergadura y talento para ser un futurible aspirante a los primeros puestos del top”, vaticinaba.
La relación de García y Cabezas viene de cuando competían como rivales en los circuitos para jóvenes. “Al final del año pasado salió la posibilidad de irnos a Valladolid para hacer la pretemporada y a base de trabajar juntos decidimos ser pareja”, explica Diego García, que en su día contó con el respaldo de Raffaele Pandalone, entonces presidente de la Real Balompédica Linense, momento en el que levantó, entre otros, el título de campeón de Europa para Menores con la selección española.
En un momento en el que el pádel atraviesa su momento de mayor expansión, meter la cabeza entre los cien mejores del mundo “no resulta fácil”, asevera el padelista, que se conduce con una naturalidad impropia de quien ya empieza a ser una estrella emergente de su deporte y un aplomo nada habitual a los 18 años.
“Cuando llegamos a Gijón la verdad es que no pensábamos en ser campeones, pero sí en hacer un buen papel”, recuerda. “Ahora estamos muy contentos, con la satisfacción de saber que todo trabajo tiene su recompensa, porque somos conscientes de que cada vez está más complicado”.
Las imágenes de la celebración del padelista linense abrazado con sus padres, que se desplazaron hasta Asturias para presenciar la final, fueron compartidas en todas las redes sociales. “Por la noche estuve tres horas contestando mensajes, pero me lo pasé muy bien”, dice sonriendo, casi como si tuviese que pedir disculpas por festejar su éxito.
“Gracias a Dios el pádel está en expansión y si estás entre los cien primeros del mundo, te puedes ganar bien la vida”, desliza Diego el jugador.
El P2 es un torneo equiparable al ATP-500 en el tenis, es decir, el tercer escalón pero siempre dentro de una máxima categoría mundial en la que existen los Majors (Grand Slam) y los P1 (ATP 1.000). En el de Gijón se dio la circunstancia de que no compareció jugador alguno del top-100 de aquel momento por un enfrentamiento que existe entre la Asociación de Jugadores y la Federación Internacional.
¿Quién es Diego García?
Diego García Lobato (padre) llegó a enfundarse la camisola de la Balona. Por eso Diego (hijo) también comenzó dándole patadas al balón, pero su vinculación por entonces al Linense Tenis Club le hizo pasarse pronto al mundo de la raqueta, no sin antes probar con el senderismo. Hace unos cinco años, el cuadro de un torneo de pádel en esas instalaciones quedó huérfano a última hora por el abandono de una pareja, decidió participar con un amigo y aquella casualidad acabó por cambiar su vida. “Descubrí que se me daba mejor”, explica con naturalidad.
“Después empecé a entrenar con Fran Cepero en Algeciras, pasé por Jerez, trabajé con Rafa Roca también en Algeciras, con Dani Herrera en La Línea, hace poco estuve en Valladolid haciendo la pretemporada con Gustavo Pratto…”, detalla.
La exigencia del deporte profesional ha tenido incidencia en su formación académica, a la que, sin embargo, se niega a renunciar. Cursó sus primeros estudios, de pequeño, en el CEIP Inmaculada, completó el Bachillerato en el Instituto Mar de Poniente, superó la selectividad (ahora EBAU) con una nota de 10’6 y comenzó a estudiar, en Sevilla, Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.
Una vez comprobada la incompatibilidad de esos estudios con los tiempos del deporte profesional, Diego García se vio obligado a renunciar, pero en febrero ha iniciado su formación en Márketing e Investigación de Mercado, cuya instrucción se puede llevar a cabo online, lo que el jugador trata de hacer combatible con la alta competición.
La vida que ha elegido también supedita su día a día fuera de las pistas. Sus relaciones personales están más vinculadas, por cercanía, a quienes habitan alrededor de los torneos que de sus amigos de toda la vida en La Línea, lo que no quiere decir que haya perdido el contacto con estos.
Pero claro, el tiempo es el que es. Y es que en las semanas en las que no compite, Diego García entrena entre tres y cuatro horas diarias, entre preparación física y pista, lo que va a acompañado de un estricto régimen alimenticio, supervisado por un nutricionista, que no le permite extralimitarse.
Diego García y Curro Cabezas -que en medio de la volatilidad que preside el pádel actual parecen una pareja estable- ponen esta semana rumbo a Cancún (México) para tomar parte en otro P2. Desde allí pondrán rumbo a dos torneos P1, en Miami (Estados Unidos) y Chile, que serán el pórtico de su presencia en el de Málaga, al que acudirán en calidad de invitados por la organización del circuito en recompensa por su victoria en Gijón.
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