En el nombre del hermano
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Marc Gasol saca la espinita de Pau con la primera victoria en unos play-offs en la historia de los Grizzlies · El bicampeón de los Lakers abrió el camino en Memphis al mediano del clan de Sant Boi, un pívot al alza
El apellido Gasol está tan ligado al baloncesto español como a Memphis. Significan mucho el uno para el otro. La ciudad de Elvis se asentó como franquicia de la NBA de la mano de un novato Pau Gasol y ahora el equipo se hace mayor con Marc Gasol, el mediano del clan nacido en Sant Boi. Pau, entre innumerables logros, hizo historia con los Grizzlies al llevarlos por primera vez a los play-offs allá por 2004. Lideró a los osos con aquellas terribles barbas en tres ocasiones hacia la lucha por el anillo, sin embargo, Memphis no llegó a saborear un triunfo en postemporada. Pau se fue a Los Ángeles y dejó abierta la puerta a Marc… y tres años después el hermano ha conseguido sacar esa espinita que los Gasol llevaban dentro.
Los Grizzlies lograron su primera victoria como franquicia en unos play-offs. A las primeras de cambio, en la cancha del mejor conjunto del Oeste y con un extraordinario Marc Gasol (24 puntos y 9 rebotes). Memphis protagonizó la primera sorpresa en San Antonio, donde en el segundo partido vendieron muy cara su piel. El argentino Ginobili tuvo que regresar de urgencias y con un brazo vendado para rescatar a los tejanos, que acabaron la temporada con el segundo mejor récord de la Liga tras los Bulls (61 victorias).
Los Grizzlies se clasificaron para unos play-offs tras un paréntesis prolongado desde 2006. Desde la primera era Gasol. Los tiempos cambian a velocidad de vértigo en la NBA. Mientras Pau se convirtió en campeón (en bicampeón), los Grizzlies emprendieron una reconstrucción con el mediano de los Gasol como una de sus piedras angulares. El nuevo proyecto del propietario Michael Heisley se cimentó de primeras en Rudy Gay, un portento físico para el básket, pero muy falto de cabeza para liderar a algo parecido a un equipo.
El desembarco en el banquillo de Lionell Hollins marcó un antes y un después. Tomó las riendas en enero de 2009 tras el fiasco de Marc Iavaroni y no tardó demasiado en poner firmes a uno de los vestuarios más conflictivos. Un atajo de mercenarios era el piropo más común. Bajo ese clima Marc se hizo un sitio como pívot de la NBA. Bien es cierto que el mediano de los Gasol partió con ventaja con respecto a su hermano mayor. Pau cruzó el charco desde Barcelona a ciegas, casi como pionero. Marc, que viajó con la familia siendo un adolescente, maduró en Memphis, donde además de aprender idioma y cultura deslumbró como jugador en un instituto de la cuidad. Por eso la franquicia ya le tenía echado el ojo. Por eso el hombre que traspasó a Pau a los Lakers, Jerry West, pidió como requisito en la negociación los derechos del hermano. En realidad fue un canje Gasol por Gasol.
Los Grizzlies sacaron provecho de Marc desde el primer día. Cuajó una temporada rookie más que notable y en su segundo año se consagró como uno de los pivots más talentosos de la Liga. En su tercera campaña, el '5' titular de Memphis ha ganado presencia (en minutos y volumen) y ha sido pieza clave en la metamorfosis que Hollins ha articulado en el bloque.
El técnico ha dado empaque a toda la calidad de la que disponía. Quizás su mayor éxito ha sido meter en cintura a Zach Randolph, quien ha pasado de ser un perro callejero a encontrar por fin un hogar en Memphis. Hollins ha conseguido que Randolph deje atrás sus coqueteos con las drogas y vuelva a ser un All-Star y que forme junto a Marc uno de los juegos interiores más demoledores. Otro meritazo es el cambio de mentalidad de Rudy Gay. El chico ha mejorado todos sus números y ha sabido entender los beneficios del juego colectivo. Una lesión de hombro le dejó fuera de combate a mitad de temporada, una pérdida de la que los Grizzlies han hecho causa común. Hollins apostó abiertamente por Mike Conley como su base de confianza, disciplinó a OJ Mayo sin temblarle el pulso y repartió roles para montar una segunda unidad consistente con Sam Young, Darrel Arthur, Tony Allen y los novatos Xavier Henry y Greivis Vasquez. Con Gay fuera de combate el exCeltic Tony Allen ha dado un paso adelante como titular. El mercado de invierno, además, posibilitó la vuelta a casa de un hijo pródigo: Shane Battier, "el abuelo" para sus compañeros, el mejor amigo de Pau Gasol cuando ambos coincidieron en sus inicios a la orilla del Misisipi.
La batalla entre San Antonio y Memphis (primero y octavo del Oeste) augura una serie reñida, a revólver y zarpazo entre tejanos y osos. Lo normal es que los Spurs, asidos a Ginobili, a la chispa de Parker y a la veteranía de Tim Duncan, salgan vivos amparados en su fortín, pero que nadie se extrañe si los Grizzlies se comen al vaquero.
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