Un mes prisioneros de la crisis

La plantilla de trabajadores del Algeciras Club de Fútbol cumple hoy un mes prisionero de la crisis económica y en el horizonte no acaban de otearse con claridad soluciones definitivas.

En cuatro semanas de encierro en el Nuevo Mirador lo mejor que puede decirse de los algeciristas es que cada noche duermen bajo un manto de estrellas. No es que lo hagan al aire libre, no, es que del techo de la habitación donde intentan descansar sobre colchones cuelgan decenas de camisetas de jugadores de Primera división que se han ido solidarizando con su causa: tan sencilla como cobrar los salarios, algo normal para cualquier trabajador. Es una visión que conmueve por inesperada en un vestuario de un equipo de fútbol. En esas prendas radica buena parte de su actividad, porque la realidad es que durante estos treinta días la plantilla se ha implicado sobremanera en la búsqueda de ingresos para el club. Han hablado con empresas -las últimas, dispuestas a publicitarse en las camisolas del primer equipo-, han conseguido pequeñas ayudas de comercios, realizarán una gran rifa en abril con las camisetas recibidas de Real Madrid, Barcelona, Sevilla, Betis, Liverpool, Recreativo de Huelva, Xerez, Cádiz, etcétera. Van Nistelrooy, Eto`o, Raúl, Fernando Torres, el guadiareño Bezares, el algecireño Mané… decenas de futbolistas han enviado su pequeña ayuda. Iker Casillas mandó unos guantes; el Espanyol, un balón y el golfista Juan Quirós polos y gorras. Sólo una de las camisetas no está en el techo, sino en el cabecero de un colchón. Es la del sevillista Alejandro Alfaro y en la improvisada cama duerme su hermano Juan.

La actividad es frenética durante muchas horas. Entre entrenamientos. Llegan familiares, novias, esposas, amigos. Se van y llega el sopor. El Mirador pesa después de treinta días. Muchos recurren al ordenador portátil, a la televisión, a la videoconsola. Por los pasillos camina el entrenador y director deportivo, José Luis Montes, a menudo pegado al teléfono, intentando hacer un proyecto de futuro sin disponer de recursos. También se ve por allí a las limpiadoras del club, encerradas también en protesta por los impagos y a las que a menudo se les escapa una lágrima.

Los jugadores salen para vender papeletas. Ya les quedan pocas. Se van a centros comerciales, a lugares donde se celebra un concierto, donde hay gente. Rico se entretiene con un blog en el que se detalla el día a día de la protesta. "Sácanos de aquí. Llegaremos al 2012", se titula y en el se encuentran vídeos, fotos, reflexiones. "Parece mentira, pero hoy hace cuatro semanas que iniciamos este encierro y todavía no tenemos soluciones, esperanzas muchas pero realidades pocas", comienza el último escrito. Todo el dinero que recaudan va a una cuenta abierta por la AFE, del que ha salido el pago de una nómina la semana pasada y del que saldrá otra en breve.

Les llegan muchas propuestas. La más interesante, de Aurysport, que organiza para el día 3 de abril dos partidos: uno de una selección del Campo de Gibraltar contra el propio Algeciras y otro de veteranos de la Balona y del club albirrojo. Otro ejemplo: un monologuista, Toni Rodríguez, ofrecerá su espectáculo en beneficio de la plantilla.

Llega la noche y las luces del Nuevo Mirador se apagan, pero no llega la tranquilidad, sobre todo los fines de semana. Cerca de donde duermen los futbolistas, en las puertas del estadio, se celebran botellones. La música está alta y a menudo los propios jugadores salen para pedir un poco de silencio. Al día siguiente vuelta a empezar. Llegan los jugadores que no están encerrados para el entrenamiento. Una furgoneta trae la comida más tarde. El domingo viene el Portuense. Vuelta empezar.