Las llaves del cielo están en el Ebro
copa del rey Real balompédica linense | cd ebro
Un recién ascendido, que cuenta sus desplazamientos por derrotas, es el último obstáculo de la Balona, que tendrá la ventaja de jugar en el Municipal, en el camino hasta un rival 'europeo'
El CD Ebro, desde hace bien poco el segundo club de Zaragoza, será el rival de la Real Balompédica Linense en la tercera eliminatoria de la Copa del Rey, que se disputará a partido único en el Municipal de La Línea el próximo 14 de octubre. El conjunto maño es en la actualidad el decimoséptimo clasificado del grupo II de la Segunda división B, categoría en la que desembarcó el pasado verano, lo que le llevó a efectuar una profunda metamorfosis en su plantilla. Los aragoneses han llegado a esta tercera ronda después de eliminar, por este orden, al Real Unión de Irún en los penaltis (después de acabar 2-2 tanto el tiempo reglamentario como el periodo extra) y al Tudelano con un gol de Edu García en el último minuto de la prórroga. En ambos casos, el Ebro tuvo el privilegio de jugar en su terreno de juego, de césped sintético.
La suerte, que tan esquiva fue la pasada campaña a la hora de fijar el tercer rival de la Balona en la Copa del Rey, se puso del lado de los albinegros en el sorteo escenificado ayer en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, el que deparó su enemigo en esa ronda que concede el billete para jugar con uno de los equipos de la Liga BBVA que este año disputan competiciones europeas.
Los albinegros no sólo gozarán de la indudable ventaja que supone jugar en su estadio y ante su público, sino que lo harán frente a un recién ascendido que además está protagonizando un comienzo titubeante en la competición.
El CD Ebro, que está identificado con el barrio zaragozano de Almozara (de más de 25.000 habitantes) se fundo en 1942, aunque no comenzó a competir en torneos oficiales hasta 1961. Hace dos años el exjugador de Real Zaragoza y Athletic Ander Garitano se puso al frente de un proyecto serio y respaldado por empresarios locales que llevó a la entidad a lograr el pasado 31 de mayo -tras apear al Varea en la eliminatoria de campeones- el ascenso a la Segunda B.
La dirección deportiva, consciente del nivel de la Tercera aragonesa, emprendió entonces una profunda remodelación de la plantilla, lo que incluso supuso que el exbético José Luis Loreto dejase el banquillo en manos de Emilio Larraz, que en las últimas campañas había dirigido al filial del Real Zaragoza, con el que logró el tercer ascenso a la categoría de bronce de su carrera.
De los jugadores que lograron el ascenso con el equipo de El Carmen sólo tres continúan en la caseta: el meta Loscos, el defensa José Carlos Gil y el centrocampista Edu García, quien por cierto es, con dos dianas, el máximo realizador de la plantilla hasta estos momentos en competición oficial.
Los arlequinados se fijaron como objetivo construir una plantilla en la que los futbolistas aragoneses fuesen mayoría y han conseguido que nada menos que doce de los que lucen sus colores pertenezcan a esa autonomía. Seis de los fichajes del pasado verano proceden del filial del Zaragoza, pero sólo uno de ellos, Adán Pérez, lo hace en calidad de cedido.
Entre las incorporaciones destaca la figura de Kevin Lacruz, que llegó a debutar en Primera con el Real Zaragoza y que procede del Guadalajara, así como el meta Javi Montoya, al que los aficionados albinegros ya han visto jugar en el Municipal, pero con los colores del Betis B.
Desde que comenzó la presente temporada, el Ebro ha disputado dos partidos fuera de casa, ambos en Liga y en ambos casos perdió: 5-1 ante el Madrid Castilla y 2-1 ante el Real Unión. Esta tarde (18:00) visita al Sestao River.
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