Media docena larga de jugadores de la Real Balompédica han pasado en algún momento de su carrera por el Cádiz Club de Fútbol, al que los albinegros se enfrentan mañana. Alberto Merino es el único que logró debutar en el primer equipo, del que formó parte durante cuatro años y con el que acarició el ascenso. Ocaña, gaditano de nacimiento, fue convocado, pero no llegó a saltar al terreno de juego. Iván Collado y Olmo formaron parte conjuntamente del filial, lo mismo que les sucedió años más tarde a Javi Gallardo y Bello. El meta Borja Valadés se quedó en el escalafón juvenil. Siete futbolistas que esperan el derbi provincial con una ilusión especial y sin rencores. Más bien todo lo contrario, con enorme respeto y cariño por el adversario.

Alberto Merino es, de toda esta representación de excadistas, el único que ha lucido la camisola amarilla en partidos de competición. "Siempre que te enfrentas a un equipo en el que has jugado se siente algo especial, pero no todos los equipos son el Cádiz", matiza el zaguero, reconvertido ahora a mediocampista. "Por historia, por solera y por afición es uno de los grandes de España".

Curiosamente, el más destacado recuerdo del futbolista en su paso por Carranza tiene un sabor agridulce."Es tan bonito como amargo. Jugamos una liguilla en la que coincidimos con el Real Madrid B y el Barça B y cuando fuimos al Bernabeu se habían desplazado más de sesenta autocares desde Cádiz. Ver toda la grada de ese estadio de amarillo fue impresionante, pero también triste porque al final quedamos eliminados".

Alberto Merino, que ya se enfrentó al conjunto amarillo como jugador del Ceuta, admite que el de mañana es un compromiso "especial". "Estoy en el equipo de mi pueblo, vamos primeros y muy ilusionados. Ojalá haya un buen ambiente y todo sea una fiesta".

Antonio Ocaña fue cinco veces citado con el conjunto cadista cuando éste militaba en Segunda A (la hoy denominada Liga Adelante) pero nunca tuvo la suerte de saltar al césped. "Estuve allí dos años de cadete, tres de juvenil y uno en el filial. Me entrenaba con el primer equipo, pero nunca llegué a jugar", explica. "Pero que quede claro que no tengo cuenta pendiente alguna con el Cádiz. Salí hace ya mucho tiempo de allí y como todo el mundo tengo el mal sabor de boca de no haber podido quedarme, pero ahora defiendo a otro equipo y haré lo posible por mis colores, pero sin rencor".

Curiosamente, Ocaña salió airoso de su único cruce con el que había sido su equipo. "Con el Granada empatamos a tres en casa y marque un gol y en Cádiz ganamos dos-tres e hice otro. A ver si repito esta vez", desea.

Iván Collado y Olmo coincidieron en el vestuario del filial, después de haber pasado por juveniles e incluso por el Balón en el caso del primero de ellos. "Todos son buenos recuerdos", recalca Iván Collado. "Ahora de lo que se trata es de poder demostrar que hemos sido capaces de seguir creciendo como futbolistas", apostilla.

Antonio Bello, natural de Medina, salió hace poco del vestuario del segundo equipo, el suficiente para haberse medido ya al conjunto que ahora dirige Jose González y haberle ganado. "Eso ya lo hice con el Écija", recalca con satisfacción.

"El año que estuve allí me encontré muy a gusto y por supuesto que éste es un partido especial", agrega el exterior, que reclama tranquilidad a la parroquia. "Hay que tener los pies en el suelo y seguir pensando que nuestro objetivo es la permanencia", dice.

Javi Gallardo no sólo no siente que no tiene nada que reprochar al conjunto al que se enfrentará mañana sino que le está "muy agradecido" por la oportunidad que le brindó: "Me vino muy bien para formarme como futbolista y como persona. Espero que tengan mucha suerte después del domingo".