La selección española femenina de balonmano, con la algecireña Jénnifer Gutiérrez (tres goles) en sus filas, venció este domingo en su segundo partido en el Campeonato del Mundo de Japón a Hungría (29-25) en un encuentro mucho más difícil que el inaugural ante Rumanía. Esta victoria permite a las Guerreras colocarse primeras del grupo C.

Ya se presumía un partido clave ante Hungría, un encuentro duro y peleado hasta el final. Y así ha sido pese a que España siempre ha sido capaz de ir por delante en el marcador. Desde el primer minuto y hasta el último, las Guerreras han sabido como aguantar el resultado, aunque la renta siempre ha oscilado entre los dos y los cinco goles, sin permitir ni un segundo de respiro.

Alexandrinha Barbosa y Alicia Fernández han sido dos de las jugadoras más destacadas en el lado español, aunque también se ha visto una gran versión de Silvia Navarro, la portera y un auténtico seguro de vida bajo los palos de la selección nacional.

Hasta ocho paradas claves ha realizado la mencionada Silvia Navarro, que ha vuelto a ser decisiva especialmente en los minutos finales, con un par de detenciones clave que no han permitido a las húngaras acercarse todavía más al marcador.

De esta forma, España, que ya mandaba 18-13 al final de la primera mitad, era capaz de ir sorteando todos los obstáculos que Hungría iba poniendo a las Guerreras, sólidas y concentradas desde el primer momento. Así, son dos triunfos en dos partidos para una selección que ha arrancado el Campeonato del Mundo de Japón de la mejor manera posible. Era difícil imaginar un inicio tan fantástico en un torneo tan importante y donde cada victoria cobra una importancia sideral.

Así, la selección es líder de grupo, todavía no ha tenido un momento de bajón y ahora afrontará este martes un encuentro teóricamente más cómodo contra Senegal, una selección más asequible que Rumanía y Hungría. El objetivo debe ser el de seguir creciendo y mejorando como equipo.