Empate de los que dejan un regusto más bien amargo. El Algeciras CF firmó tablas (1-1) con el Unionistas de Salamanca y constató que no anda fino en casa. Los albirrojos dejaron escapar puntos del Nuevo Mirador por tercera ocasión esta temporada. Los de Iván Ania, muy desacertados en ataque, de nuevo se pusieron por delante y de nuevo ofrecieron dos caras opuestas. Un contraste que ya deja de ser algo accidental. Alguna explicación debe tener que el equipo pase de dominador a dominado cuando lo tiene todo a su favor. Tiene trabajo en ese sentido Ania.

El Algeciras no supo amarrar el triunfo en un encuentro que se puso de cara al filo del descanso con un gol de Alvarito Romero de penalti (por una mano incontestable). Los de Ania entraron mal en el segundo periodo, como ya ha pasado otras veces, y encajaron la igualada a falta de un cuarto de hora con un tanto de Beneit (tras un balón perdido, otro regalo). David Martín perdonó una ocasión clarísima para haber dejado los puntos en casa a falta de diez minutos, pero el extremo encarnó en esa acción la falta de puntería colectiva de un Algeciras que desaprovechó un puñado de oportunidades.

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Todos los puntos arrancados fuera se están empezando a echar en falta en un Algeciras que sumó su cuarta jornada consecutiva sin perder (victoria, empate, victoria, empate), pero que no consigue hacerse fuerte en el Mirador, donde casi seis mil almas empujaron a los locales. Chapó una vez más por el público y el ambiente que se vive.

Por tercera jornada seguida, el Algeciras salió con el mismo once. La misma alineación inicial del empate ante el Racing de Ferrol y del triunfo en Ceuta. Ania decidió dejar a Van Rijn fuera de la convocatoria una semana más para que termine de recuperarse. Con el central en la Tribuna estaban Ferni, Borja y Admonio.

El Algeciras comenzó dispuesto a llevar la iniciativa con un centro chut de Tomás tras un gran pase en largo de Jordi Figueras. El central refrendó una semana más su buen momento con un primer tiempo impecable en el que se echó a la espalda la defensa.

Los de Ania tuvieron el balón pero debieron recurrir a la fuerza para tratar de romper las dos líneas bien plantadas de su oponente. En el minuto 13 Iván se llevó el cuero a las bravas y Roni intentó buscar el disparo en un ataque repelido por un contrario. Intentaba poner el fútbol el Algeciras ante un Unionistas que fijaba arriba con dos puntas... como avisando.

La primera ocasión clara, clara llegó al cuarto de hora con una internada de Elejalde por la derecha que acabó en un centro que Roni empalmó alto. Rondaba el gol el cuadro de casa, que sin embargo se pudo complicar en el 19' en un mal despeje de Amoah que brindó la ocasión a Losada. Algo le pasa al ghanés que desde Ceuta parece que actué en el césped con menos confianza. Esperemos que sea pasajero o irá al banco en cuento Van Rijn regrese.

El Algeciras respondió al instante con un centro envenenadísimo de Albarrán -sólido en su costado- que Salva despejó con apuros y a renglón seguido, con un balón medido de Figueras al que casi llegó Romero.

Alcanzada la media hora de partido, la sensación de dominio albirrojo persistía aunque los de Ania no atinaban y el Unionistas aguardaba paciente la suya. Alvarito Romero perdonó en el 34' tras una salida rápida en la que Veiga lo habilitó con un último pase perfecto. El sevillano llegó antes al balón para se pasó de largo. Tres minutos después fue el conjunto de Salamanca el que pudo marcar con un cabezazo duro de De la Nava a la salida de un córner. Por muy poquito.

El Algeciras, que en el 39' tuvo otra llegada peligrosa en un mano a mano en el que Roni se empantanó, rompió el cerco al filo del descanso de la manera más inesperada. Última jugada del primer tiempo, falta que cuelga Tomás para que prolongue Figueras y el balón que impactó en la mano de Ramiro. Pudo ser involuntaria pero el reglamento no entiende de voluntades y las manos del zaguero estaban abiertas de par en par. Fue como un tapón de baloncesto. Alvarito Romero castigó la pena máxima para poner el 1-0. El panorama se aclaraba.

Tras el paso por vestuarios, el Unionistas dio dos zancadas al frente para hacerse con las manijas en los primeros compases de una segundo tiempo más brusco y con menos fútbol. El público del Mirador incluso reclamó algún refresco desde el banquillo para tratar de espabilar a un equipo que, una vez más, mostró esa intermitencia que está marcando sus encuentros en La Menacha.

Las reclamaciones de la hinchada no se hicieron esperar y Ania metió piernas frescas con David Martín y Juan Serrano, al instante de que Casañ hubiese hecho otro doble cambio.

El Algeciras trató de tener de nuevo el balón, de pasar más tiempo en campo contrario que propio, pero no encontraba la tecla para sentirse como en la primera mitad. Lo mejor de esta parte es que a pesar de todo no ocurría nada... de momento.

De nuevo, buenos minutos de David Martín, con muchísima calidad cada vez que le llegaba el balón a las botas. Por ahí volvía a amenazar el equipo de Ania, que tomaba el oxígeno necesario para quitarse la presión charra de encima.

David Martín conduce el balón.

El último cuarto de hora llegó con el Algeciras más entonado pero fue entonces cuando el Unionistas dio el golpe. Jugada rápida, balón perdido en un duelo en la zona ancha que Unai Veiga peina para atrás y ataque de manual en tres toques que culminó Beneit a pase de Chapela para poner el 1-1.

Lejos de taparse, los dos conjuntos elevaron su apuesta porque se veían capaces de llevarse el gato al agua. El que más cerca estuvo fue el Algeciras, que desperdició una clarísima oportunidad en botas de David Martín. Un contragolpe veloz conducido por Romero dejó al extremo solo en el mano a mano ante Salva de la Cruz. El cancerbero se agrandó y ahí murieron las esperanzas de un triunfo que este año parece que cuesta muchísimo más en el Mirador que en la carretera.

El Algeciras, a pesar de las sensaciones, se sitúa con once puntos, al acecho de los puestos nobles del grupo I de la Primera Federación después de la séptima jornada.