La cantera del Algeciras CF está en boca de todo el algecirismo e incluso trasciende fuera de la comarca tras la irrupción del fenómeno Álvaro Leiva, una de las sensaciones de la temporada en la Primera RFEF. La explosión del algecireño toma el testigo del salto dado por Juan Serrano la pasada campaña o el de Tote la andadura anterior. La pregunta no es si hay talento en las categorías inferiores del Nuevo Mirador -algo que es evidente- sino por qué ahora sí están saliendo perlas que acaban de brillar en el primer equipo. Como todo en esta vida tiene una explicación.

El trabajo que encabeza Moisés Pozo como directivo responsable de la cantera algecirista junto a su mano derecha, Miguel Pérez, es la principal razón de que el club esté recogiendo frutos de una siembra que se remonta unos años atrás. Es una labor diaria y fuera del foco que habitualmente pasa desapercibida hasta que un niño echa la puerta abajo del primer equipo.

Moisés Pozo ejerce la dirección de la cantera desde que Nicolás Andión accedió a la presidencia del club en diciembre de 2019. Tras el desembarco de la nueva propiedad con Félix Sancho al frente, Pozo se ha consolidado en el cargo. La base del Algeciras 21-22 mantiene la estructura de cantera del curso anterior con unos 120 niños y los mismos entrenadores, tan solo con un cambio de banquillos entre José Carlos Ojeda y Javi Gómez, que han permutado los equipos cadetes para cuadrar sus situaciones laborales. Lo que funciona no se debe tocar.

"El año pasado, con todas las dificultades que tuvimos [por la pandemia], los entrenadores hicieron un trabajo espectacular, sobre todo mostraron un compromiso admirable y no tenía mucho sentido cambiar. Todos se supieron adaptar a las circunstancias, los niños y los padres también, fue una temporada que valió por cinco", resume Pozo la pasada temporada.

"La calidad humana suple las carencias"

El dirigente hace un balance de la situación de las categorías inferiores: "La cantera goza de buena salud, sobre todo porque hay una serie de personas que estamos trabajando de una manera muy profesional", afirma. "Contamos con algunos pilares como Miguel Pérez, que es la persona que está conmigo codo con codo desde que llegué como coordinador. Nos aporta muchísimo y creo que mucha gente sabe quien es pero poca gente lo conoce de verdad", subraya. "Los entrenadores hacen una labor muy profesional, tenemos gente incansable como Juan Esteban, Pepe Llaves o Matías Lizarazu, que forma parte de la propiedad y está implicado en muchísimos temas", relata.

Pozo, no obstante, realiza una reflexión sobre la realidad de la cantera a día de hoy: "Hay que reconocer que estamos lejos de donde nos gustaría estar porque tenemos una serie de carencias que están ahí y son evidentes", concede. "Entendemos que las circunstancias mandan y esperamos que poco a poco se vayan haciendo cosas. De momento esas carencias básicas las suplimos con la calidad humana, la formación y la colaboración de los niños y los padres".

Desde su posición, Moisés Pozo entiende que "la cantera tiene mucho de gestionar, de escuchar y de buscar soluciones donde no las hay" y aclara lo verdaderamente importante para él: "A pegarle patadas a una pelota enseña cualquiera, pero los valores, la calidad humana, el respeto... Esas cosas solo pueden enseñarlas las personas que tienen esas cualidades".

Desde la llegada de Félix Sancho

Sobre la llegada de Félix Sancho y su grupo, Pozo considera que se abre una nuevo horizonte para la entidad: "Para empezar al club se le está dotando de una estructura más amplia, poco a poco se están incorporando otras áreas más allá del primer equipo", dice. "La cantera está mucho más presente, se le está considerando, que, por otra parte, si en años anteriores no ha sido así es porque las circunstancias eran las que eran", explica.

"Se está dando un giro y esperamos seguir creciendo en los próximos meses porque, insisto, a día de hoy hay carencias, algunas básicas, aunque es cierto que se palpa confianza en mejorar desde todos los ámbitos", remarca.

Una de las claves para que jugadores como Leiva den el salto de nivel, según pozo, es la cercanía con el primer equipo: "Cuando de verdad crecen los jugadores es durante el tiempo que pasan en la dinámica del primer equipo; ocurrió con Tote, con Juan Serrano y ahora con Leiva. El jugador tiene que ver que es una opción real llegar al primer equipo y tiene que sentirse futbolista", opina.

Pozo está convencido de que la propiedad va a dar prioridad a la cantera: "Vamos a verlo ya no desde el orgullo de ver a un algecireño, sino como una tema empresarial. Si un jugador llega lejos y viene un equipo importante, eso genera al club una vía de ingresos que puede ser fundamental", observa.

Estos frutos caen por la siembra anterior, recuerda Pozo. "Tenemos que entender que es posible que salgan ese tipo de jugadores de la cantera del Algeciras porque se hace una buena labor desde abajo. Hay gente implicada que sabe detectar dónde están los talentos, Miguel hace una grandísima labor en la captación, e insisto en que el Campo de Gibraltar tiene muy buenos futbolistas".

Convenio con los clubes de la ciudad

Moisés Pozo reconoce que el acuerdo entre el Algeciras y los clubes de la ciudad era ya casi un problema histórico por resolver, un logro más desde la llegada de Félix Sancho: "El objetivo del convenio se basa en mejorar las relaciones del Algeciras con los clubes de cantera de la ciudad, una situación que venía de lejos porque en años atrás siempre existía esa disputa y esa lucha por los jugadores. Con este compromiso, el club va a ayudar en diversas áreas logísticas y formativas y esos equipos van a evitar que un jugador salga fuera sin conocimiento del Algeciras. Digamos que dan prioridad al Algeciras y también podremos captar a un número determinado de niños con una serie de contraprestaciones y bonificaciones", detalla.

"La idea es invertir en los clubes de la ciudad para a medio plazo poder nutrirnos de ellos y que el chaval que destaque si quiere pueda terminar jugando en el Algeciras".