El Algeciras y la importancia del ADN algecireño
Algeciras CF
El equipo del Nuevo Mirador jugó en la derrota ante el Recre sin un solo algecireño, algo que no había ocurrido desde que milita en la Primera Federación
Los rojiblancos siempre habían contado en el once al menos con Iván Turrillo o Tomás
Álvaro Leiva quiere volver al Algeciras
Un Algeciras CF sin algecireños. Suena raro, rarísimo, pero ocurrió el pasado martes en la derrota contra el Recreativo de Huelva. La parroquia del Nuevo Mirador presenció un equipo inicial (y con los posteriores cambios) sin un solo algecireño en liza, algo que no había sucedido antes desde que los rojiblancos militan en la Primera Federación.
En dos temporadas y media en la categoría estrella de la RFEF, el Algeciras siempre había contando con un futbolista de la tierra en la alineación. Al menos, con Iván Turrillo o con Tomás. Los dos capitanes se perdieron el duelo con el Decano por sanción. Tomás volverá a estar disponible para la visita del próximo sábado al Castellón, pero el de El Cobre tiene que cumplir tres partidos más de castigo por la polémica expulsión en el túnel de vestuarios de Málaga.
Esta anómala situación de ver a un Algeciras sin algecireños pone de relieve la importancia que siempre ha tenido el ADN algecireño en un club que, si está donde está hoy en día, es en gran parte por el sacrificio de la gente de la casa en los peores momentos y en las crisis más pronunciadas.
Lo que ocurrió ante el Decano puede parecer anecdótico, pero demuestra que el peso de los jugadores de casa en la plantilla del Algeciras reside solo en Iván Turrillo y Tomás. Uno lleva toda una vida dedicada al club de sus amores y encarna el one club man en peligro de extinción en el fútbol español. El caso de Tomás es distinto ya que desarrolló la mayor parte de su carrera fuera (con éxito) y se embarcó en el proyecto albirrojo tras el aterrizaje en la Primera Federación. Los dos curiosamente acumulan el mismo número de partidos ligueros con el Algeciras en la categoría: 84.
Lo llamativo es que siempre que había faltado uno de los dos por sanción, el otro sí había podido jugar. Al menos, hasta el partido con el Recreativo de la 18ª jornada liguera del presente curso.
El Algeciras 2023/24 cuenta en plantilla con otros dos algecireños de la cantera: el defensa Curro y el centrocampista Iker Navarro. Ninguno de los dos han debutado esta temporada a las órdenes de Lolo Escobar, que no es muy dado a brindar oportunidades a los chavales del filial. El único que pudo saborear unos minutos (y con gol) fue el tarifeño Pimienta, que se encumbró en La Rosaleda.
En los dos años anteriores en Primera Federación, el Algeciras contó con dos jugadores de la tierra como Juan Serrano, Álvaro Leiva y Gonzalo Almenara. El que más minutos e impactó tuvo fue sin duda Alvarito Leiva, que irrumpió en la primera campaña con Iván Ania y se erigió en pieza clave de aquel equipo que se quedó a las puertas del play-off de ascenso. Almenara estaba llamado a ser uno de los capitanes, un relevo natural en cuanto a galones de Iván Turrillo, pero las lesiones castigaron mucho al lateral, que terminó por buscar más fortuna en el extranjero. Juanito Serrano regresó del Betis Deportivo pero ya no fue ese jugador descarado y con pegada, y el pasado verano tuvo que hacer las maletas a Salamanca.
Casualidad o no, estos días vuelve a estar en la palestra Álvaro Leiva como posible refuerzo de invierno de los rojiblancos. El extremo algecireño no se adaptó al Real Madrid Castilla en su primera campaña y este curso se encuentra cedido en Osasuna Promesas, un filial en el que tampoco está logrando la ansiada continuidad. El algecireño está deseoso por volver a casa y así lo ha hecho saber a su círculo más cercano. Aunque la operación no es sencilla, para el algecirismo sería un golpe de moral recuperar a su niño bonito, al tiempo que el vestuario sumaría una nueva dosis de ADN algecireño.
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