Algeciras CF - Recreativo Granada | La crónica

El Algeciras se desespera ante el colista (1-1)

Javi López-Punto pugna con un jugador del Recreativo Granada.

Javi López-Punto pugna con un jugador del Recreativo Granada. / Vanessa Pérez

Cuando la frustración se convierte en protagonista, mal asunto. El Algeciras CF cayó en brazos de la desesperación en un partido que tenía totalmente controlado y solo pudo ser capaz de rescatar un punto ante el Recreativo Granada. El colista del grupo y, por números, el peor equipo de la Primera Federación puso de los nervios al Nuevo Mirador, donde, por lo que sea, cada vez hay menos público. Javi Cueto minimizó los daños de un partido que desacredita mucho las opciones de este equipo más allá de una permanencia que con 37 puntos está un peldaño más cerca.

Que si partido trampa, que si rival incómodo, que si el tiempo está malo... la realidad es que el Algeciras lo tenía todo de cara para haber cumplido. En su casa y con su gente, y ante un equipo que iba de derrota en derrota, los de Lolo Escobar se complicaron la vida ellos solos. De un buen arranque y una clarísima ocasión al palo, el Algeciras concedió un gol al filial del Granada y perdió el temple hasta rozar el desquicio por momentos. Con más rabia que otra cosa, los del Mirador maquillaron su tarde horrenda con un gol de Javi Cueto que otorgó un empate insuficiente.

El Algeciras tenía que ganar al Recreativo Granada. No valían medias tintas ni deben ponerse paños calientes. Se puede entrar a analizar de mil formas lo sucedido sobre el muy cuidado césped del coliseo albirrojo, pero todas las conclusiones se reducen a que el aficionado algecirista se marchó a casa cabizbajo y decepcionado. El Algeciras no dio la talla, sin más.

Con la única novedad de Borja Fernández por Javi Cueto, el Algeciras mantuvo el esqueleto de las últimas semanas. Lolo Escobar devolvió la titularidad al centrocampista gallego y recuperó el doble falso nueve que la afición ya se sabe de memoria. El técnico apostó de nuevo por Sergio Santos como extremo derecho, guardando la carta de Zequi como revulsivo y de un Roldán que parece haber caído en desgracia aunque se parte la cara cada vez que sale.

La lluvia del mediodía aclaró y el partido arrancó con el cielo soleado y algo de viento. El Algeciras salió a mandar y se apropió del balón. Los albirrojos disfrutaron de su primera oportunidad, clarísima, en el minuto 7 con un disparo de Javi López-Pinto al palo. El extremo recibió, recortó y lo hizo de maravilla dentro del área, pero se topó con la madera.

Con las gradas sumidas en una extraña calma, el equipo de Escobar puso de inicio la tensión necesaria para no relajarse ante un filial que parecía aceptar el rol de sometido. Los de casa empujaron y continuaron merodeando el campo contrario desde la pausa y el balón. En el marco rival, un viejo conocido como Pol Tristán.

El Recreativo Granada trató de anestesiar el ritmo en cada interrupción, lo que caldeó el ambiente justo antes de que el Algeciras bajase la guardia y abriese la puerta atrás para que el filial marcase en su primer acercamiento. Un fallo en cadena atrás -especialmente dormido Admonio- habilitó a Julito para hacer el 0-1 en el minuto 25.

El Algeciras respondió con nerviosismo al jarro de agua fría. Se marchó hasta el sol de La Menacha. La gente se enfadó y los albirrojos empezaron a actuar como si quedasen diez minutos en vez de toda una hora de partido. El filial encontró un filón en la banda derecha de la defensa algecirista e insistió para desbordar un par de veces más en las que llegó con peligro. 

El Algeciras pegó otra embestida antes del descanso pero no encontró la manera de chutar a la meta de Tristán. Ese último pase, ese darse la vuelta antes, ese buscar el chut con colmillo... La ocasión más clara para empatar la tuvo Mario García en una contra en la que le sirvió Sergio Santos en el minuto 41. Los nazaríes dieron también un susto con un latigazo de Carlos Pérez que se marchó muy cerca del larguero de Marcos.

Segunda tiempo

Lolo Escobar movió el árbol en el intermedio. Javi Cueto y Zequi entraron por Mario García -espeso- y Sergio Santos para tratar de otro aire al equipo. Los albirrojos apretaron de salida para buscar el tanto del empate, con ímpetu pero también con ese descontrol que les hacía precipitarse una y otra vez.

Los minutos empezaron a correr a la misma velocidad que la desesperación que se contagiaba del campo a las gradas y viceversa. El Algeciras quería pero no podía ante el colista, que a la mínima que podía salía con rapidez buscando una contra como la que Rodelas mandó a las nubes al filo del 60. El principal problema del Algeciras es que no encontraba la forma de chutar al marco de un Tristán que, salvo la acción al palo de López-Pinto, se mantenía a la expectativa. 

Rafa Roldán entró por Admonio en el minuto 62 para buscar una vía de escape en el costado derecho y esos centros que se resistían a llegar. El colegiado González Páez perdonó la expulsión a Diego López tras una dura entrada a Zequi en el minuto 68. El filial refrescó con un par de cambios y dio entrada al sanroqueño Dani Clavijo, ex de la cantera del Villarreal.

El ansiado empate llegó en el minuto 70 y no exento de polémica porque pudo haber un penalti antes a un jugador algecirista. En el rechace bombeado al área, Tristán despejó de puños y Javi Cueto cazó el esférico para marcar de cabeza sin oposición. El Mirador rugió con rabia.

La remontada era posible a pesar de que las cartulinas amarillas seguían castigando a los de rojo y blanco, que se quedarán en cuadro para el viaje a Ibiza, pero eso es otra historia.

El Algeciras quemó las naves con Pimienta y David Martín como últimos revulsivos en el minuto 82, pero nada de nada porque ya apenas se jugó. El colegiado prosiguió machacando con las tarjetas, el filial revolcándose a cada falta y el ambiente encrespándose, que es exactamente lo que quería el técnico visitante.

El pitido final dejó un punto y muy malas sensaciones. 

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