CP Villarrobledo - Algeciras CF | La crónica

(1-1) Sale indemne del barranco

  • El Algeciras reacciona a un gol y suma un empate a domicilio que le mantiene fuera de los puestos de descenso

  • Los de Fajardo, que enlazan seis partidos sin ganar, vuelven a conceder atrás y perdonan la remontada

Braganza saca un centro en el Villarrobledo-Algeciras.

Braganza saca un centro en el Villarrobledo-Algeciras. / L. O. F.

El Algeciras CF se asomó al precipicio pero salió indemne del Barranco del Lobo. El equipo albirrojo cosechó un empate (1-1) en el campo del CP Villarrobledo que puede tener infinitas lecturas y que, aquí no hay debate, reporta un punto que al menos corta la racha de dos derrotas seguidas. Los de Emilio Fajardo evitaron por el momento que la crisis vaya a mayores tras reponerse a un gol gracias a un segundo tiempo que dio para rescatar algo del botín y, con un poco de acierto, habría dado para la remontada.

El que quiera pañitos calientes aún está a tiempo de leerse otra crónica. El Algeciras sumó en Villarrobledo, en casa de otro de los recién ascendidos al grupo IV de la Segunda B, pero el cuadro del Nuevo Mirador acumula ya seis partidos sin ganar en las once jornadas que lleva la competición y todavía no conoce la victoria a domicilio. Son hechos y en este grupo tan encarnizado el menos pintado suele comer de tres en tres de cuanto en cuanto. Que esta campaña va a tocar sufrir, una vez pasado el subidón de Socuéllamos, es una evidencia. No querer verlo no ayuda en nada al vestuario.

El Algeciras del segundo tiempo en Villarrobledo puede ganar, empatar o perder en cualquier plaza de la categoría. Puede competir con la cabeza alta. El que disputó el primer tiempo se queda en una versión light, blandita de ese Algeciras que ha sido capaz de funcionar tan bien y tan bonito antes y después del ascenso. Otra vez con demasiada facilidad un rival perforó la puerta de Lopito. Otra vez dio la sensación de que este equipo llega una barbaridad de veces al área contraria y rentabiliza poco sus ocasiones. El Algeciras está en ese momento diametralmente opuesto a cuando un equipo la mete hasta con el trasero.

El duelo comenzó presidido por un fuerte viento y con dos conjuntos dispuestos a ganarse la partida en el tablero a través del balón. La primera falta le costó amarilla al Algeciras, que despejó los fantasmas en el primer córner que tuvo en contra. Los albirrojos (de color turquesa) salieron con Jardel como referencia ofensiva, pero se ve que al africano le gusta caer a banda. Más allá de algunos merodeos, la ocasión más clara llegó en el minuto 9 con un centro de Choco que remató Martos y rebotó en un defensa. Choco terminó por constituirse en el principal puñal algecirista en la segunda mitad.

Cumplido el primer cuarto de hora, el Villarrobledo se asomó y dio en la diana con una jugada de tres toques que culminó Agus Alonso al revolverse en la frontal del área y sacar un latigazo lejos del alcance de Lopito. Borja Vicent pudo encimar más al ariete uruguayo y el engranaje defensivo debió achuchar más para acudir en la ayuda. El 1-0 y el consiguiente mazazo hizo daño a un Algeciras que reculó ante el empuje de un rival descarado, noble en su juego, similar en cierto punto al espíritu alegre de los de Fajardo. Lopito tuvo que sacar los puños en un centro envenenado de José Carlos en el 24' y sacó un disparo de Rubén Sánchez en el 27' que apuntaba a la puerta. Fueron los peores instantes de los algeciristas.

Choco, el más destacado, se constituye en un puñal por la banda derecha

Ganet, que regresó a la titularidad y acabó bastante entonado, tuvo un disparo inocente pasada la media hora. Mucho más peligroso fue el chut de Rubén Sánchez que tras salir rebotado casi noquea a un Lopito que se dio con la madera. El descanso llegó como agua mayo para los de Fajardo.

Los visitantes dieron un pasito al frente tras el paso por la caseta. Entró Karim y se notó, especialmente por su movilidad, y fue cuando las piezas volvieron a encajar poco a poco en ese puzle que forman Antoñito, Ganet, Domínguez y Martos. El Algeciras recuperó el balón y el aliento y empezó a estirarse. Choco convirtió la banda derecha en una autovía de doble carril expedita. El empate pudo llegar en el minuto 66 cuando Lopito sacó rápido en largo, Domínguez habilitó a Karim y Javi López desbarató el disparo.

El Algeciras lo intentaba a balón parado, con saques de esquina, centros laterales y nada. Sigue existiendo un déficit importante a la hora de atacar estas jugadas, aunque en Villarrobledo al menos el equipo las defendió bien.

Choco insistía una y otra vez por su costado hasta que en el minuto 72 encontró a Cerpa como rematador desde fuera del área. Premio para el onubense, el principal responsable de ese trabajo sucio que tan poco luce. El tanto de la igualada propició un final de partido abierto, con el Algeciras más enchufado, más cómodo, pero con un Villarrobledo dispuesto a morir matando en alguna contra. De hecho, los manchegos llegaron a buscar el penalti en el 93' con una acción en la que Rubén Sánchez se tiró dentro del área, algo que el árbitro, muy metido todo el encuentro, sancionó con la correspondiente amarilla.

Un punto más y la cuenta del casillero que se pone con 11. El Algeciras se mantiene fuera de los puestos de peligro aunque empatado por segunda semana consecutiva con el UCAM -su próximo rival, en promoción- y con el Villarrobledo y el Recreativo Granada, ambos en descenso.

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