Algeciras CF - Real Jaén | Fase de ascenso a Segunda B

Con Quico Álvarez en el corazón

  • Algeciras y Real Jaén se reencuentran en la lucha por el ascenso con el recuerdo muy presente del entrañable entrenador jiennense que consiguió ascender a los dos clubes

Quico Álvarez alza dos balones en su etapa como entrenador del Algeciras.

Quico Álvarez alza dos balones en su etapa como entrenador del Algeciras. / E. S.

El duelo estrella de la segunda ronda por el ascenso a Segunda B entre el Algeciras CF y el Real Jaén trae a la memoria el recuerdo imborrable de Quico Álvarez. El entrenador dejó su huella para siempre en estos dos clubes históricos y amigos, más unidos si cabe desde que el 23 de enero de 2002 una larga enfermedad arrebató con 39 años a alguien que por encima de todo era “una buena persona”. El Nuevo Mirador, que el domingo acoge el partido de ida (19:00), podrá homenajear una vez más la figura del primer técnico que logró un ascenso en el estadio de La Menacha. Desde algún lugar especial del cielo, seguramente Quico se debata entre los dos equipos que marcaron su vida en el fútbol.

En cuanto la mano de Jesús Vallejo emparejó a Algeciras y Jaén el pasado lunes, el nombre de Quico Álvarez se apoderó de una eliminatoria de prestigio con sabor añejo y regusto a tiempos de gloria. El entrenador nacido en Torredonjimeno fue el artífice del ascenso a la categoría de plata de los jiennenses en 1997 y en la temporada 1999/2000 subió a Segunda B a los albirrojos en su recién estrenado estadio.

Francisco José Álvarez Hornos, Quico, se hizo un hueco en la historia de ambos clubes y muchos años después de su muerte se convirtió en el nexo de unión de dos aficiones que se han mostrado un cariño recíproco. En su tierra es reconocido cada año con un memorial de fútbol base, su gran pasión más allá de sus otros éxitos. En Algeciras Quico es venerado como uno de los entrenadores más importantes de la centenaria historia de la entidad, como una persona noble que dejó muchísimas amistades.

Los que trataron en el día a día a Quico Álvarez hablan de él como alguien cercano, alegre, respetuoso... “Un buen tipo, en toda la extensión de la palabra”, escribió el periodista Guillermo Ortega el día del fallecimiento del técnico. “Su nombre es parte importante de la historia del club”, dijo Bernardo Martín, el presidente algecirista entonces.

Quico Álvarez se formó en las categorías inferiores del fútbol de Jaén, ciudad a la que llegó muy joven desde Torredonjimeno. Dio el salto al primer equipo jiennense al final de la campaña 96/97 tras la marcha de Tolo Plaza al Málaga y protagonizó una brillante liguilla para llevar al Real Jaén a la Segunda división casi veinte años después. Los resultados apenas dejaron al preparador una decena de partidos la temporada siguiente y Quico regresó a la base.

El Algeciras incorporó a Quico Álvarez en la andadura 1999-2000, una de las mejores del club en la época moderna. Aquel equipo albirrojo arrasó en Tercera y se coronó tras vencer en la liguilla al Maracena con aquel gol de penalti del canario Batista. El Nuevo Mirador festejó su primera gran alegría. El jiennense arrancó en Segunda B la siguiente temporada con buenos resultados pero los síntomas de la enfermedad empezaron a golpear. El técnico compatibilizó su puesto en el banquillo y las visitas al hospital hasta que a mediados de curso tuvo que dejar el sitio.

La figura del técnico unió a dos aficiones que desde entonces se profesan cariño y respeto

El algecirismo recibió con consternación el fallecimiento de Quico a los 39 años, como también el Real Jaén y todo el fútbol andaluz. Tras el luto llegaron los homenajes, poco a poco, aquí y allí. El Jaén brindó su primer reconocimiento con un partido amistoso con el Athletic Club de Bilbao y puso en marcha el memorial de fútbol base que cada año honra la entrañable figura de una persona que dejó un legado.

El próximo domingo Algeciras y Real Jaén se juegan mucho dentro del terreno de juego, pero en las gradas las dos aficiones –grandes en número y corazón– están llamadas a dar ejemplo por la memoria de un técnico que se marchó demasiado pronto pero aún así enseñó a muchos. Lo que Quico ha unido... Que no lo separe una eliminatoria.

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