Un año después de lo vivido en Almendralejo, un algecirista ha conseguido tocar el cielo de la Segunda. Marc Llinares, uno de los futbolistas importantes del Algeciras que se quedó a las puertas del ascenso al fútbol profesional, se ha dado el baño de plata con el Albacete Balompié, que el pasado sábado asaltó Riazor en la final ante el Deportivo de la Coruña.

El lateral barcelonés se ha quitado una espina que en cierta medida tiene clavada todo el algecirismo por la final perdida ante el Real Sociedad B aquel 23 de mayo de 2021 en el Francisco de la Hera. Una espinita que se ha hundido un poco más después de ver como una polémica decisión de Competición y Apelación dejaba sin playoff de ascenso a los albirrojos en el último suspiro de la competición.

Sin el protagonismo que él hubiera deseado, Llinares ha formado parte del éxito de un Albacete siempre con la máxima exigencia que ha alcanzado su objetivo por el camino difícil y seguramente en la eliminatoria que nadie quería, ante el anfitrión y en un estadio con cerca de treinta mil espectadores. El exalbirrojo fue titular en la semifinales ante el Rayo Majadahona en Balaídos y disputó los últimos 40 minutos en el duelo definitivo ante el Dépor.

Son muchos los algeciristas que se han alegrado y han mandado su enhorabuena al exalbirrojo, que el pasado verano abandonó el Nuevo Mirador con la idea de dar el gran salto, un ascenso a Segunda que ya tiene apuntado en su palmarés con solo 22 años y tras haber dejado atrás una grave lesión de la que resurgió como algecirista.